MI PRIMER CRUCERO. DÍA 15 DE MAYO. EN NAVEGACIÓN.

 

 

         Amaneció un día espléndido; eran las 4’15 h de la madrugada, pero el sol ya entraba a raudales por el ventanal del camarote. Nos encontramos una nota de la dirección de MSC en la que nos indicaba que, como no habíamos estado en el punto E del simulacro, el día anterior, (ya sabéis todos el motivo, el embarque tan ruin y miserable que habíamos tenido) debíamos presentarnos en el 

Teatro L’Avanguardia a las 9’30h para darnos las indicaciones correspondientes.

Anteriormente, para tomar fuerzas, nos dirigimos al restaurante Velvet, a desayunar. Paqui, como de costumbre pidió casi de todo. Yo me apañé con algunos bollos de pan con aceite, una variedad de quesos, un par de zumos de naranja, algo de fruta y un tazón de leche con cacao. Había que quitarse el susto del día anterior.

En el teatro nos informaron de todos los detalles sobre la evacuación, el punto E (menos mal que no era el G) y nos fuimos a la habitación. Había que deshacer las maletas y colgar todo lo que habíamos traído, que no era mucho, pero tampoco era poco. Nos llevó un buen rato, pues aprovechábamos para hacernos algunas fotos y videos, de recuerdo.

Cuando terminamos nos dirigimos a explorar el barco. Y que mejor forma de hacerlo que, de arriba hacia abajo. Como el día era magnífico, aunque hacía un poco de viento, pues estábamos en la parte superior del barco, nos hicimos más fotos del lugar. Nos pedimos un refresco, nos sentamos un rato y admiramos el mar y la tranquilidad del mismo. Paquí no se había mareado y eso era, ya un logro. A las 11’30h había información sobre las excursiones y allá que nos fuimos, al teatro. Después, tranquilamente, nos dimos un paseo por las distintas cubiertas, sobre todo la 5, 6 y 7, donde se centraba lo más importante.

A la hora de la comida, allá que nos fuimos a la mesa 467, nos sentamos a comer (aquí entre nosotros, una comida variada y exquisita) y nos fuimos a descansar. Una siestecita no se le perdona ni a un crucero, sobre todo con las vistas que teníamos.

Y esta noche era la Cena de Gala, la Bienvenida del Capitán y el cóctel ofrecido por el mismo. Nos vestimos nuestras mejores galas, nos tomamos el cóctel y nos hicimos algunas fotos.

Paqui llamaba la atención, aunque toda la gente iba vestida de forma natural. Pero si a mí me confundieron con el Capitán del barco, jajajajaja. Mi mujer me dijo que era el más guapo de todos. Y yo, claro me lo creí.

A las 19’15 h en el teatro L’avanguardia hubo un espectáculo musical dedicado a Paris. Realmente magnífico

. De allí nos dirigimos al restaurante, donde había una cena especial. Indicar aquí el menú sería demasiado. Pero fue sensacional.

Después de la cena, un margarita para digerir la cena y un poco de música de piano.

Sobre las 12 de la noche nos retiramos al camarote. Al día siguiente, teníamos una excursión en Bergen, a partir de las 13 horas.

Cándido Lorite

15 de mayo de 2023.