lunes, 5 de marzo de 2012

VIAJE A ROMA: 4º DÍA (1º PARTE)





CAMPO DE MARTE
ÁREA SACRA ARGENTINA
CAMPO D’ FIORI
PIAZZA NAVONNA
PANTHEON

Es sábado, por la mañana bien temprano y apenas hay gente en la calle. Las iglesias acaban de abrir y hay poco público en ellas;al menos en las que a nosotros nos interesaba entrar. Ya sabemos que a medida que avanza el día los turistas, como nosotros, llenan todos los espacios de laciudad.
Cogimos el autobús nº 40 en la plaza situadaen la estación Termini, muy cerca de nuestro hotel. Nos bajamos en Largo Argentina, cerca de la Basílica de Gesú y del Área Sacra Argentina. Acababa de abrir, como decía al principio, la basílica de Gesú, una de las famosas de
Roma, llamada así por ser la primera iglesia que construyeron los jesuitas en Roma, como su iglesia madre. La iglesia fue el hogar de S. Ignacio de Loyola hasta su disolución. Fue la primera iglesia “verdaderamente barroca”, diseñada por Vignola y della Porta, arquitectos famosos. La iglesia fue concebida según el Concilio de Trento. Nada más entrar el visitante se encuentra en el centro de la nave central, única, sin naves laterales aunque si capillas laterales y todo para admirar el altar mayor. Tiene una gran cúpula en la que destaca el Triunfo del nombre de Jesús,
de Battista Gaulli y que simboliza todo el poder de la iglesia. Las capillas laterales de la izquierda están dedicadas a S. Francisco de Borja, la Sagrada Familia, La Santísima Trinidad y la impresionante capilla de S. Ignacio, obra maestra de la iglesia; al pie de la misma se encuentran dos grupos escultóricos magníficos.
Salimos de la iglesia y andando, a unos 100 metros escasos nos encontramos con la zona llamada Largo di Torre Argentina, llamada así por su nombre antiguo Argentoratum. Después de la unificación de Italia se descubrieron una cabeza y los brazos de una estatua colosal. La investigación sacó a la luz la presencia de un Área Sacra, de la época republicana, concuatro templos y parte del Teatro de Pompeyo. Cuatro templos, llamados A, B, C y D. El templo A dedicado a Jutuma, dels. III a. de C., cuyo ábside está aún presente. El Templo B, con seis columnas aún en pié, fue dedicado a la “Suerte del día de hoy”, del siglo I a. de C. El Templo C es el más antiguo, del s. IV a. de C. y está dedicado a la diosa Feronia, diosa itálica de la fertilidad. Conserva un mosaico en blanco y negro,pues fue incendiado en su totalidad. El Templo D es del s. II a. de C. y seconsagró a Lares Permarini. Está oculto debajo de la calle en su mayor parte.La estatua hallada se encuentra en los Museos Capitolinos y era la DiosaFortuna.
Todo muy cercano en esta zona, nos dirigimosa la iglesia de S. Andrea della Valle, en la plaza del mismo nombre. Aún no habían dado las nueve y media. Temprano. Desde la Plaza se puede admirad la grandeza de la cúpula de esta iglesia, la segunda más grande y alta después de S. Pedro. Al entrar nos encontramos, con una única nave central, y capillas laterales con un pequeño transepto. La monumentalidad de la nave sobrecoge al visitante sobre todo cuando se coloca debajo de la impresionante cúpula. En el centro podemos contemplar el fresco de G. Lanfranco, “La Gloria del Paraíso” y en cada una de las esquinas, los cuatro evangelistas Mateo, Juan, Lucas y Marcos y en catino absidal tres frescos del Martirio de S. Andrés de Petri. En la ópera “Tosca” de Puccini se habla de esta iglesia..En saliendo de la iglesia, en vez de dirigirnos hacia Piazza Navonna, nos fuimos hacia Campo di Fiori.
Estaban terminando de poner los puestos de frutas y verduras típicos de las mañanas en esta plaza. El colorido era increíble. Los olores se mezclaban y el romero, azahar, hierbabuena, tomillo peleaban por hacerse con los olores en contra, como los aromas del café que brotaba en los diferentes bares que había en la plaza. Realmente merecía la pena estar en la plaza tan temprano, cuando aún no habían llegado la mayoría de los turistas. En el centro de la Plaza seencuentra la estatua de Giordano Bruno, quemado vivo en el año 1600. Debido a su importancia en el s. XVII muchas familias famosas, como la de Orsini instalaban su palacio en esta plaza y alrededores, con lo que era paso obligado de embajadores y visitantes célebres. Al lado se encuentra la Plaza Farnese y el Palacio del mismo nombre, perteneciente a la familia Farnesio. A partir de aquí estuvimos andando un rato entre las calles de la judería, por Plaza Cairou, Plaza de la tortuga, llegamos hasta la sinagoga; en definitiva hicimos un poco de tiempo para acercarnos a Piazza Navonna.
Plaza Navonna es la plaza barroca por excelencia de Roma. Se encuentra situada enpleno centro del Campo de Marte y de la Roma medieval. Tiene la forma alargadadel antiguo Estadio de Domiciano, del que aún pueden verse algunas ruinas,aunque su perfil actual es obra del Papa Inocencio X Pamphili, que tenía susede en el actual palacio que sirve de embajada a Brasil. La principalatracción de la plaza es la Fuente de los Ríos diseñada por Bernini junto a la iglesia de Santa Agnese in Agone de Borromini. La fuente representa a los cuatro ríos más importantes de los cuatro continentes que sirven como pedestalal obelisco situado en el centro. Hay dos fuentes más pequeñas a los extremosde la plaza que representan a Neptuno. El lugar se va animando a medida que pasa la mañana y los pintores situados en la plaza se ponen a pintar, a hacer caricaturas, etc. El ambiente es característico y le da un aire especial a laplaza, como no tiene ninguna otra de Roma.
Enla plaza se encuentra la Iglesia de Santa Agnese in Agone. Es obra de Borrominique consigue hacer una iglesia acorde con la plaza, no como la anterior que era, según todas las versiones, un desastre para la plaza. Se levantó sobre unaiglesia muy antigua construida para honrar la memoria de Santa Inés, martirizada en esta plaza. Con su fachada cóncava consigue realzar la gran cúpula central sin invadir la plaza, como hacía el antiguo diseño. Salimos por Via Tor Millina hacia Via della Pace, para toparnos con una iglesia pequeña, pero magnífica, Santa Maria della Pace. Es renacentista con frescos de Rafael. Tiene un horario muy restringido pero, al ser sábado conseguimos verla, así como el elegante Claustro de Bramante, el primero en Roma. Salimos y llegamos hasta las ruinas del Estadio de Domiciano a las espaldas de Navonna y de allí
nos dirigimos hacia la iglesia de S. Agustín. Su exterior no nos dice prácticamente nada, pero su interior nos sorprende, hay frescos de Rafael (el profeta Isaías, tercer pilar de la izquierda); un gran lienzo de Caravaggio (La Madonna de Loreto, la primera capilla de la Izquierda) y una talla de Sansovino (La Madonna del Parto), a la derecha de la entrada principal. La iglesia contiene también los restos de Santa Mónica, la madre de S. Agustín trasladados desde Ostia, donde murió (capilla del fondo a la izquierda). Un alto en el camino, para descansar un poco, tomarnos un bocadillo y un poco de agua. El andar había sido bastante y estábamos un poco cansados.
Bajando por Via della Dogana Vecchia llegamos a la iglesia de S. Luis de los Franceses. Está considerada como la iglesia nacional de los franceses en Roma y en Italia. La visita es obligada debida a los lienzos de Caravaggio sobre la vida de S. Mateo que se encuentran en la Capilla Contarelli, al fondo a la izquierda.
Pasamos a Corso del Rinascimento para llegar a la iglesia, cerrada, de San’Ivo alla Sapienza. Fue antigua sede la Universidad de la Sabiduría, como su nombre indica. Es una de las obras maestras de Borromini, con su gran cúpula de remate helicoidal. Sólo se visita los domingos de 9 a 12 y era sábado. Nos quedamos con las ganas. Otra vez será.
Volvimos un poco sobre nuestros pasos, para a través de la Plaza S. Eustaquio y calle de la Chiara llegar a las espaldas del Panteón, para admirar la iglesia de Santa María sopra Minerva, la única iglesia gótica de Roma, fundada por los dominicos. Su primera iglesia en Roma. Tiene en su interior muchos tesoros renacentistas entre los que destaca la Capilla Caraffa, decorada por Filipino Lippi y una imagen de Cristo resucitado de Miguel Ángel. En la iglesia se encuentran los sepulcros de Santa Catalina de Siena y Fra Angélico. En el exterior se encuentra un simpático elefante, obra de Bernini y sus discípulos.
Un bar al lado derecho del Panteón nos sirvió para tomarnos una cerveza fresquita, ir al lavabo y tomar fuerzas.
Nos situamos en la Plaza della Rotonda (nombre con el que los romanos conocen al Panteón), sentados en los escalones del obelisco situado en el centro de la misma, para admirar la belleza del mismo. El Panteón es el monumento mejor conservado del imperio romano. En el friso del pórtico de entrada puede leerse con letras grandes:”M. AGRIPPA.L.F.COS.TERTIVM.FECIT”. Que significa: Marco Agripa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez (lo) hizo”. El templo, en su
interior, tiene una cúpula semiesférica sobre un tambor circular. Su característica principal es que es una esfera perfecta. El cilindro tiene una altura igual al radio y la altura total es igual al diámetro. Es un templo dedicado a las siete divinidades celestes romanas, el Sol, la Luna y los cinco planetas (Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno), cada uno de ellos asignados a los siete templetes del interior. El pronaos, o entrada, tiene ocho columnas centrales y cuatro en cada lateral, que dividen la entrada en tres naves.
El Panteón sirve de refugio, tanto a pintores, Rafael o Vignola, como a reyes, Víctor Manuel II, su hijo Humberto I y su esposa Margarita. En su interior se siguen celebrando misas, bodas y toda clase de ceremonias religiosas, con lo que comportamiento en el interior del mismo ha de ser adecuado al lugar dónde se encuentran. No se pueden sacar fotos con trípode, hablar en voz alta (fuimos testigos de la llamada de atención a unos japoneses), sentarse o tumbarse en el suelo para contemplar la bóveda, apoyarse en las paredes, entrar con la cabeza cubierta, entrar animales… Tiene una particularidad el Panteón. El 21 de junio, en el solsticio de verano, la luz a
las doce del mediodía entra vertical al Panteón. Si se está en Roma en esta fecha hay que verlo. Es imprescindible.
Salimos de allí y por Via Seminario nos acercamos hasta la Plaza de S. Ignacio, coqueta y preciosa y con la iglesia del mismo nombre. Sigue el modelo de El Gesú, la iglesia de los jesuitas en Roma. Es muy importante la decoración de su bóveda y la falsa profundidad que su falsa cúpula. Hay que ponerse dentro de un círculo amarillo para ver la perspectiva de esta falsa cúpula. Por Plaza de Pietra llegamos hasta la Plaza Colonna y Plaza Montecitorio. En la segunda nos encontramos con el edificio del Parlamento italiano y en la primera con la columna de Marco Aurelio, en dónde se relatan las batallas del emperador contra los germanos, allá por el siglo II d. de C. es muy parecida a la de Trajano.
Hora de comer y antes de llegar a la Fontana de Trevi, de nuevo, comimos en un estaurante, un buen trozo de pizza y unas cervezas fresquitas. ¡Qué bien que nos vinieron!, Me refiero a la comida, a la cerveza y al descanso de los pies.
La tarde iba a ser también, tremenda.
Cándido T. Lorite

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