viernes, 31 de diciembre de 2010

BARRIO LATINO



Este barrio, llamado así por que los estudiantes en la Edad media hablaban en latín, se encuentra situado al otro lado del río Sena, muy cerca de la Ile de la Cite; se llega a él a través del metro de la línea 4, bajándose en Saint Michel. Si lo hacen andando desde la Ile de la Cite crucen el Puente de Saint Michael o el Petit Point. Aconsejo el primero de los nombrados, de esa manera os encontraréis de frente con la plaza del mismo nombre y la figura del Arcángel S. Miguel, emblema y entrada del Barrio Latino, lugar de queda para los estudiantes parisinos.
Por esta plaza empezaremos la visita a este barrio. Se encuentra situada en el cruce de las calles más importantes del distrito cinco. Es el acceso a las universidades y a La Sorbona, situada en la llamada Montaña Santa Genoveva. La fuente se construyó en 1860 y tiene una monumental escultura del arcángel S. Miguel venciendo al dragón. Subiendo por el Boulevard Saint Michel llegamos, viendo librerías por todos los rincones, una maravilla para los lectores, hasta la iglesia del Cluny; quedan pocos restos de la misma, datada en los inicios del siglo XIV, pero con antecedentes del siglo X.
Subiendo Boulevard Saint Michael, a la izquierda queda Rue des Ecoles que nos va a llevar directamente a la Plaza donde se encuentra La Sorbona, la Universidad archiconocida de París: El nombre proviene de un Colegio fundado en 1257 por Robert de Sorbon, para que estudiaran en él los alumnos pobres de París. La universidad en sí es un siglo más antigua, del S. XII. Después, en siglos posteriores se dividió en otras trece universidades diferentes. Durante los sucesos de mayo de 1968 fue ocupada por unos mil estudiantes. En los alrededores de la misma se vivieron los episodios más espectaculares de la revolución de mayo del 68. Muchos vivimos dichos acontecimientos. Cruzando la rue Cujas esquina Rue Saint-Jacques se puede admirar una magnífica vista de la Sorbona. Subiendo hasta la rue Souflot veremos desde allí una impresionante imagen del Panteón.
El Panteón se encuentra situado en el centro del barrio latino, rodeado de hermosos edificios e iglesias, como la Biblioteca de Santa Genoveva, Saint Etienne du Mont, el Liceo Louis-Le Grand y Henri IV y el ayuntamiento del distrito V de la ciudad. Es un edificio neoclásico del siglo XVIII, hecho por el arquitecto Soufflot. A finales del siglo y antes de ser convertida en iglesia, La Asamblea Nacional decidió dedicarla como templo para albergar los cuerpos de los hombres ilustres de Francia. Por ese motivo en el frontispicio se graba la inscripción “aux grands hommes la patrie reconaissante” (a los grandes hombres, la patria agradecida).
En el Panteón se encuentran enterrados Víctor Hugo, Voltaire, Rousseau, Marat, Zola, Marie Curie, Louis Braille, entre otros muchos hombres de Francia.
En el centro del Panteón se encuentra situado el Péndulo de Foucault, debido a la gran altura del mismo; este péndulo permite comprobar la rotación de la Tierra y la existencia de la fuerza de Coriolis (ver diccionario para explicación).
Saliendo del Panteón, que se puede visitar desde las 9 a.m. hasta las 23 p.m. y que cuesta 8 € podemos ver , la iglesia de Saint Ettienne du Mont; es, sin duda, una de las iglesias más bellas que se encuentran en París. Está dedicada a Santa Genoveva, patrona de París; consta de cinco naves y está edificada sobre una abadía construida por Clovis. Es del s. XIII, aunque el ábside es del s. XV y el transepto del s. XVI. Si llama la atención la torre con su reloj más lo llama el jubé, que es la galería desde donde los párrocos daban sus sermones a la gente; para llegar al mismo se hicieron escaleras de doble caracol. El interior tiene dos órdenes arquitectónicos, El Renacentista y el gótico, separados por el jubé. Se encuentran enterrados aquí Rancine y Pascal. Pero lo realmente importante es que se encuentran las reliquias de Santa Genoveva, dedos y algunas partes del cuerpo, pues el resto lo que maron durante la Revolución.
Al lado se encuentra el Liceo Henry IV donde estudia la futura elite política y económica de Francia. Tiene fama de ser un liceo donde se preparaa los estudiantes para los “Concours”, procesos de selección para entrar en las Grandes Escuelas o Universidades de París. Se entra por nota y no por “enchufe”.Es famosa su torre Clovis, del gótico tardío.
Continuamos nuestra visita bajando por rue Clovis hasta llegar al metro de Cardenal Lemoine, donde cogimos la línea 10 y nos dirigimos hacia Mabillon. Teníamos hambre, buscamos un sitio para comer que no fuera excesivamente caro y encontramos uno en la rue Guissarde, 12, llamado La Boussole (La Brújula ), donde comimos magníficamente por 40 €, los dos. Tranquilos, con vistas a la calle y muy bien tratados. Lo recomiendo para el que vaya por esa zona buscando un buen sitio. Salimos a la rue Bonaparte y de ahí a Saint Germain des Prèss Por cierto, esquina Bonaparte con la Plaza se encuentra un pequeño dibujo de Picasso hecho en honor de su amigo poeta Guillaume Apollinaire.
Saint-Germain-des-Près es la más antigua de París, acabada en 558. Aquí se encuentran los restos del rey merovingio Childebert I. Fue quemada por los vikingos en els. IX y edificada de nuevo en el año mil. La Revolución Francesa la transformó en prisión, con más de doscientos muertos y luego fue sitio para munición y polvo. Este error hizo que una enorme explosión destruyera casi toda la abadía y, sobre todo, su excelente biblioteca teológica. Fue restaurada en els. XIX a su estado actual, quedando los restos de la misma en la actual plaza situada enfrente de ella. Allí se encuentra uno de los cafés más queridos y admirados de París, Les Deux Magots. Antes fue tienda de ultramarinos yen 1885 se transformó en el café actual. Su nombre lo debe a las dos figuras chinas que tiene en el interior del mismo. En sus mesas, en tertulia, se sentaron y se sientan grandes maestros, no sólo franceses, sino españoles. Allí han estado Verlaine, Mallarme, Picasso, Sartre, André Gide, Andrè Breton, Ernesto Sábato, etc Y yo, tal y como aparezco en la foto. La tarde que estuvimos sentados mi mujer y yo la gente no paraba de hacer fotos a los actores, actrices y presentadores que se encontraban sentados a nuestro alrededor.
Terminada la visita nos dirigimos al metro. En Saint Germaine des Près lo cogimos y por la línea 4 llegamos hasta el hotel. Cogimos la maleta, nos montamos en el autobús para desplazarnos al aeropuerto, donde embarcamos con más de 1’30 de retraso. Al llegar a Madrid Barajas, nos bajamos del avión y si no nos damos prisa nos quedamos sin maleta. Me explico: la cinta trasportadora empezó a trabajar antes de que todos los viajeros nos bajáramos del avión y los últimos en hacerlo, nosotros y algunos más, cuando llegamos no había nadie en la cinta y las maletas dando vueltas. Menos mal que la gente es honrada, pues nos podíamos haber quedado sin ellas.
Cogimos el autobús hasta el estacionamiento de Barajas y en coche, despacio, pues venía muy cansado, llegamos a Bailén sobre las 5’30 de la madrugada. Estábamos, como suelo decir, en nuestro hogar, dulce hogar.

Cándido T. Lorite
















































































































miércoles, 29 de diciembre de 2010

ISLA DE LA CITÈ


La Ile de la Cité es la cuna de París; el origen de la ciudad. En ella se establecieron, allá por el año 200 a.C. los parisii, una tribu celta, que fundó Lutecia. Durante el reinado de Clové se hizo capital del reino y, fortificada hasta extremos insospechados, luchó contra los terribles normandos. Poco a poco la ciudad se fue ampliando a ambas orillas del Sena, siendo siempre el centro de la ciudad. Se hicieron los tres grandes monumentos: El Palacio Real- luego la Conciergerie-, dentro del palacio la Santa Capilla y enfrente la Catedral de Notre Dame.
Antes de la revolución tenía veinte iglesias, el palacio del arzobispo de París, cuatro plazas públicas, dos hospitales y una biblioteca. Hoy en día, después de muchas obras en los asiglos anteriores, la Isla de la Cite tiene unos 6000 habitantes y trece calles, además de la Prefectura de Policía y el palacio de justicia. Está unida a las orillas de Paris mediante ocho puentes, siendo el más importante de todos el Puente Neuf o Puente Nuevo, aunque en realidad es el más antiguo de París sobre el Sena. El Punete de San Luis une la Cite con la isla de San Luis, urbanizada en el siglo XVII. Es lugar de residencias muy caras, tranquilas que permiten sustraerse un poco del bullicio de la Cite.
He hablado más arriba de los tres grandes de la Ile de la Cite: Notre Dame , La Sainte Chapelle y la Conciergerie. Describamos un poco cada uno de ellos, para que los lectores sepan que pueden ver. Por cierto, si van en metro deben bajarse en la estación Cite de la línea 4.
Notre Dame es una catedral de estilo gótico, edificada a partir del año 1163 por orden de Maurice de Sully que es quien ordena edificarla, sobre una iglesia románica y ésta sobre una iglesia cristiana bajo la advocación de Saint Etienne. Es uno de los monumentos más importantes de París y emblema de la misma hasta la construcción de la Torre Eiffel. Su fachada mira al oeste y da sobre la misma plaza de Notre Dame. Tiene 130 metros de largo por 48 de ancho y 69 metros de alto.
La parte inferior de la fachada tiene tres grandes portales: El Juicio Final, la Virgen María y Santa Ana. El juicio Final muestra la resurrección de los muertos y un ángel pesando las virtudes y los pecados, mientras el demonio espera para llevarse las almas pecadoras. Encima de los portales y a 28 metros se encuentra una galería con las estatuas de los 28 reyes de Judea; de éstas sólo quedan fragmentos pues fueron destruidas durante la revolución, pensando que eran reyes franceses. La ignorancia siempre ha sido enemiga del arte. Sobre esta galería se encuentra el gran rosetón de 10 metros de diámetro; sobre esta se encuentra una galería de columnas ricamente adornadas y las dos torres con campanario a ambos lados. Subir a las galerías cuesta 8 € y puedes hacerte una s fotos con las gárgolas que se hicieron famosas a raíz de la obra de Víctor Hugo, Quasimodo.
La Sainte Chapelle o Santa Capilla, que se puede visitar junto a la Conciergerie por un precio de 6€, conjuntamente, se encuentra situada al lado de la Prefectura de Policía; mejor dicho, está dentro de la Prefectura. Los controles para entrar son exhaustivos pero es la seguridad la que manda. La Santa Capilla se considera una verdadera joya del arte gótico, edificada durante el siglo XIII, por orden de San Luis de Francia para guardar en ella las reliquias de La Pasión de Cristo. Luis X había comprado a l emperador de Constantinopla la corona de espinas y, por otra considerable suma de dinero, una parte importante de la Cruz de Cristo; para estos dos tesoros mana construir la capilla.
Tiene dos pisos o dos capillas, la inferior para la gente del palacio y la superior, para la familia real. Ambas se encuentran superpuestas: La capilla inferior se dedica a la Virgen María y es relativamente baja, 6’5 metros y fuertes pilares para resistir el resto. El cielo raso se adorna con colores azul y oro. A través de una escalera de caracol se sube a la superior, concebida para ser el relicario de las cosas compradas. Tiene unas enormes vidrieras, 670 metros cuadrados, con la vida de Jesús y el Antiguo Testamento, completo. Hechas en los colores rojo y azul, los restos comprados al emperador de Constantinopla se encuentran en un relicario de plata y cobre.
La Capilla tuvo dos incendios, una inundación del Sena en 1690, el expolio durante la Revolución de sus reliquias y la destrucción de esculturas; el relicario fue a la fundición y se consiguió salvar la corona de espinas que fue enviada a Notre Dame. Al final la Santa Capilla se ha dedicado a archivo. A tener en cuenta que las vitrinas se consideran las más importantes del gótico del siglo XIII, aunque algunas de ellas fueron restauradas.
La Conciergerie es el edificio más grande de la Ile de la Cite. Ocupa toda la parte occidental y es lo que queda del Palacio Real de inicios de la isla. Se convirtió en una prisión en el siglo XV, aunque fue residencia real durante la época de los Capetos.
Durante la época de Felipe el Hermoso el edificio alcanza su máximo esplendor; poco a poco los reyes fueron dejando este palacio para trasladarse a Vicennes y al Louvre y dejando al Concierge la guardia del edificio; más tarde, como queda dicho se convirtió en prisión. A finales del siglo XVIII fue el principal sitio donde fueron llevados todos los prisioneros de la justicia revolucionaria. Difícilmente se salía de ella en libertad. La Revolución Francesa dejó un saldo de 2700 muertos en 179 días de ejercicio, entre ellos María Antonieta, Robespierre, Danton y todos los diputados girondinos, aparte de otros muchos personajes destacados de la época. Se restaura, aunque sigue siendo lugar de sentencias y ejecuciones. Las salas reconstruidas dan vida la época de María Antonieta y otros “huéspedes” ilustres. La monumental Salle de Gens d’Armes da idea de cómo era el lugar: 64 metros de largo, 27’7 metros de ancho y 8’5 de alto fueron testigos de los miles de presos que estuvieron en ella durante la Revolución.
Tiene cuatro grandes torres: La Tour de l’Horloge, la Tour Bombec, la Tour d’Argent y la Tour de César. La primera nombrada fue edificada por Juan II y allí se puso el primer reloj de París. El que hay actualmente se puso en 1585.

Cándido T. Lorite

martes, 28 de diciembre de 2010

TROCADERO, TORRE EIFFEL E INVÁLIDOS



Trocadero toma su nombre en honor a la Batalla de Trocadero, isla del golfo de Cádiz, dónde se libró la última batalla de los Cien mil hijos de San Luis contra el ejército de Riego, el 31 de agosto de 1823. Fue el fin del Trienio Liberal y el comienzo de la Monarquía absoluta de Fernando VII. La Plaza del Trocadero es conocida por la famosa fuente de Varsovia, de forma rectangular, formada por estanques en cascada y cañones de agua en los laterales que le dan una visión magnífica. Al inicio de la Plaza existen dos motivos escultóricos: El hombre de Traverse y La mujer de Bacqué.
Desde lo alto de la plaza y justo al dar la vuelta a la salida del metro en Trocadero se divisa una de las mejores vistas de la Torre Eiffel, ya que no hay ninguna cosa que impida la visión de la misma. En esta parte superior, conocida como colina de Chaillot, Catalina de Médicis hizo edificar un palacio, el de Chaillot, en el siglo XVI. Convertido en convento, Napoleón lo destruyó para convertirlo en un palacio para su hijo, entonces rey de Roma. Después se construyó el que he comentado más arriba con motivo de la victoria de Trocadero. Aún, este palacio fue retocado para la Exposición Universal de 1937, con grandes controversias.
El palacio tiene dos alas curvas de casi 200 metros que se unen en una explanada central, con una gran plaza, con dos estatuas a ambos lados y jardines de gran belleza que bordean la fuente principal. Es la sede del Teatro Nacional de Chaillot y alberga asimismo dos museos, situados en los dos lados del mismo. Uno, el Museo del Hombre, de 1938, donde se aborda el arte, la cultura y lasa técnicas de los diferentes continentes del mundo. Existe una colección de más de 400 instrumentos de música de las diferentes culturas del mundo. Dos, la Ciudad de la Arquitectura y el Patrimonio, donde se encuentran pinturas murales y maquetas de grandes edificios. Las hay hasta principios del siglo XIX.
Los jardines del Trocadero están formados por una variedad de tilos, castaños, hayas y otros, delimitados en forma de “jardín inglés”, a la sombra de los cuales es casi obligado el descansar para continuar la visita de la Torre Eiffel que se divisa a escasos 500 metros.
La Torre Eiffel es, sin duda, el símbolo de la ciudad de París. Fue construida para la Exposición Internacional de 1898, para conmemorar el centenario de la Revolución Francesa. No es este el lugar para hablar de las características técnicas de la obra, del hierro que hizo falta, los obreros, etc. Si indicar como anécdota, que muchos artistas, daban la orden a sus cocheros de no pasar por delante de la torre porque no la consideraban idónea para el romanticismo de la ciudad y no querían ni verla.
Tiene tres niveles. Los dos primeros se pueden subir andando o en ascensor. Si se es capaz de subir andando hay que hacerlo a través de 1665 escalones. Mejor bajarlos que subirlos. Nosotros subimos en ascensor, por el pilar este después de esperar durante 45 minutos para poder subir. No fue mucho tiempo, pues era temprano cuando llegamos. Las colas después fueron enormes. Anécdota: Por la tarde la Torre tuvo que ser cerrada porque una multitud de 3000 seguidores del Borussia Dortmunt invadieron la base la torre y se hizo para evitar males mayores. Según dicen hacía años que no pasaba algo así. Nosotros cogimos el ascensor en compañía de unos argentinos que conocimos en la cola y con los que estuvimos toda la estancia en la torre. Desde el segundo piso las vistas son magníficas. No subimos hasta lo más alto por el ascensor y el tiempo, nublado. El segundo piso se encuentra a 115 metros de altura y las fotos de los jardines del Trocadero, los Inválidos y Sagrado Corazón son magníficas.
Cuando terminas esta visita, puedes hacer dos cosas; una, ir andando hasta Los Inválidos; dos, coger el metro. Si vas andando debes hacerlo a través de 2’5 km, más o menos, desde los Campos de Marte hasta la entrada de Los Inválidos. Si no estás muy cansado puedes hacerlo, despacio y relajándote; pero, si estás cansado, como nosotros, lo mejor es coger el metro en Bir-Hakeim, de la línea 6 hasta La Motte, hacer cambio a la línea 8 y bajar en La Tour Mabourg, prácticamente a 100 metros de Los Inválidos. Si lo haces en metro, al lado, hay unos pequeños restaurantes donde no se come mal, aunque un “pelín” caros.
El Hotel de Los Inválidos fue mandado construir por el Rey Luis XIV en el año 1670. El motivo fue dar asilo y asistencia a los soldados heridos o mutilados en las guerras de Francia contra otras naciones. En tres años estuvo terminada, admitiendo a los primeros soldados. Fue construido por Libèral Bruant. Haica finales del siglo XVII los más de 4000 soldados se dedicaban a la confección de trajes, tapices y calzados, para ocupar el tiempo libre. En la parte sur se construyeron dos grandes iglesias, la del Domo y la Catedral de San Luis de los Inválidos. La primera debe su nombre a su cúpula dorada, visible desde todos los lugares altos de París. Con Napoleón I la iglesia se dedica a panteón de glorias militares, entre ellas, el autor de la Marsellesa- Rouget de Lisle- y Turenne y Vauban. Está recubierta de oro que le da el color característico.
La iglesia de San Luis de los Inválidos se llama también de los Soldados. En ella se encuentran muchos trofeos de las guerras francesas; igualmente tiene la tumba de los gobernadores del Hotel, mariscales, generales, etc.
En 1840 los restos de Napoleón fueron traidos de Santa Elena, el Domo se transformó con unas obras en una tumba para albergar el mausoleo donde descansan las cenizas del Emperador. Está hecho de piedra roja de Moscú, rodeado de una galería circular con bajorrelieves que recuerdan los hechos de su reinado y una imagen suya con los adornos imperiales. Se encuentran asimismo, las tumbas de sus dos hermanos y de su hijo.
Actualmente en el Hotel de Los Inválidos funcionan varios museos: el de La Armada, uno de los más importantes del mundo; el de Planos en relieve, el de Artillería, el de la Liberación y el Historia Contemporánea. Su visita es obligada pues se paga con la entrada de 12€. Merece la pena.

Cándido T. Lorite