miércoles, 29 de diciembre de 2010

ISLA DE LA CITÈ


La Ile de la Cité es la cuna de París; el origen de la ciudad. En ella se establecieron, allá por el año 200 a.C. los parisii, una tribu celta, que fundó Lutecia. Durante el reinado de Clové se hizo capital del reino y, fortificada hasta extremos insospechados, luchó contra los terribles normandos. Poco a poco la ciudad se fue ampliando a ambas orillas del Sena, siendo siempre el centro de la ciudad. Se hicieron los tres grandes monumentos: El Palacio Real- luego la Conciergerie-, dentro del palacio la Santa Capilla y enfrente la Catedral de Notre Dame.
Antes de la revolución tenía veinte iglesias, el palacio del arzobispo de París, cuatro plazas públicas, dos hospitales y una biblioteca. Hoy en día, después de muchas obras en los asiglos anteriores, la Isla de la Cite tiene unos 6000 habitantes y trece calles, además de la Prefectura de Policía y el palacio de justicia. Está unida a las orillas de Paris mediante ocho puentes, siendo el más importante de todos el Puente Neuf o Puente Nuevo, aunque en realidad es el más antiguo de París sobre el Sena. El Punete de San Luis une la Cite con la isla de San Luis, urbanizada en el siglo XVII. Es lugar de residencias muy caras, tranquilas que permiten sustraerse un poco del bullicio de la Cite.
He hablado más arriba de los tres grandes de la Ile de la Cite: Notre Dame , La Sainte Chapelle y la Conciergerie. Describamos un poco cada uno de ellos, para que los lectores sepan que pueden ver. Por cierto, si van en metro deben bajarse en la estación Cite de la línea 4.
Notre Dame es una catedral de estilo gótico, edificada a partir del año 1163 por orden de Maurice de Sully que es quien ordena edificarla, sobre una iglesia románica y ésta sobre una iglesia cristiana bajo la advocación de Saint Etienne. Es uno de los monumentos más importantes de París y emblema de la misma hasta la construcción de la Torre Eiffel. Su fachada mira al oeste y da sobre la misma plaza de Notre Dame. Tiene 130 metros de largo por 48 de ancho y 69 metros de alto.
La parte inferior de la fachada tiene tres grandes portales: El Juicio Final, la Virgen María y Santa Ana. El juicio Final muestra la resurrección de los muertos y un ángel pesando las virtudes y los pecados, mientras el demonio espera para llevarse las almas pecadoras. Encima de los portales y a 28 metros se encuentra una galería con las estatuas de los 28 reyes de Judea; de éstas sólo quedan fragmentos pues fueron destruidas durante la revolución, pensando que eran reyes franceses. La ignorancia siempre ha sido enemiga del arte. Sobre esta galería se encuentra el gran rosetón de 10 metros de diámetro; sobre esta se encuentra una galería de columnas ricamente adornadas y las dos torres con campanario a ambos lados. Subir a las galerías cuesta 8 € y puedes hacerte una s fotos con las gárgolas que se hicieron famosas a raíz de la obra de Víctor Hugo, Quasimodo.
La Sainte Chapelle o Santa Capilla, que se puede visitar junto a la Conciergerie por un precio de 6€, conjuntamente, se encuentra situada al lado de la Prefectura de Policía; mejor dicho, está dentro de la Prefectura. Los controles para entrar son exhaustivos pero es la seguridad la que manda. La Santa Capilla se considera una verdadera joya del arte gótico, edificada durante el siglo XIII, por orden de San Luis de Francia para guardar en ella las reliquias de La Pasión de Cristo. Luis X había comprado a l emperador de Constantinopla la corona de espinas y, por otra considerable suma de dinero, una parte importante de la Cruz de Cristo; para estos dos tesoros mana construir la capilla.
Tiene dos pisos o dos capillas, la inferior para la gente del palacio y la superior, para la familia real. Ambas se encuentran superpuestas: La capilla inferior se dedica a la Virgen María y es relativamente baja, 6’5 metros y fuertes pilares para resistir el resto. El cielo raso se adorna con colores azul y oro. A través de una escalera de caracol se sube a la superior, concebida para ser el relicario de las cosas compradas. Tiene unas enormes vidrieras, 670 metros cuadrados, con la vida de Jesús y el Antiguo Testamento, completo. Hechas en los colores rojo y azul, los restos comprados al emperador de Constantinopla se encuentran en un relicario de plata y cobre.
La Capilla tuvo dos incendios, una inundación del Sena en 1690, el expolio durante la Revolución de sus reliquias y la destrucción de esculturas; el relicario fue a la fundición y se consiguió salvar la corona de espinas que fue enviada a Notre Dame. Al final la Santa Capilla se ha dedicado a archivo. A tener en cuenta que las vitrinas se consideran las más importantes del gótico del siglo XIII, aunque algunas de ellas fueron restauradas.
La Conciergerie es el edificio más grande de la Ile de la Cite. Ocupa toda la parte occidental y es lo que queda del Palacio Real de inicios de la isla. Se convirtió en una prisión en el siglo XV, aunque fue residencia real durante la época de los Capetos.
Durante la época de Felipe el Hermoso el edificio alcanza su máximo esplendor; poco a poco los reyes fueron dejando este palacio para trasladarse a Vicennes y al Louvre y dejando al Concierge la guardia del edificio; más tarde, como queda dicho se convirtió en prisión. A finales del siglo XVIII fue el principal sitio donde fueron llevados todos los prisioneros de la justicia revolucionaria. Difícilmente se salía de ella en libertad. La Revolución Francesa dejó un saldo de 2700 muertos en 179 días de ejercicio, entre ellos María Antonieta, Robespierre, Danton y todos los diputados girondinos, aparte de otros muchos personajes destacados de la época. Se restaura, aunque sigue siendo lugar de sentencias y ejecuciones. Las salas reconstruidas dan vida la época de María Antonieta y otros “huéspedes” ilustres. La monumental Salle de Gens d’Armes da idea de cómo era el lugar: 64 metros de largo, 27’7 metros de ancho y 8’5 de alto fueron testigos de los miles de presos que estuvieron en ella durante la Revolución.
Tiene cuatro grandes torres: La Tour de l’Horloge, la Tour Bombec, la Tour d’Argent y la Tour de César. La primera nombrada fue edificada por Juan II y allí se puso el primer reloj de París. El que hay actualmente se puso en 1585.

Cándido T. Lorite

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