martes, 11 de marzo de 2014

HUELVA Y EL ALGARVE PORTUGUÉS.

                        AROCHE, ARACENA Y SAN MAMÉS
                                   27-02-2014

            Este viaje era para pasar unos días con Blas y Concha, su mujer, y amigos nuestros, por esta zona de España; pero el hombre propone, dios dispone y la naturaleza hace lo que le da la gana. Lo digo porque el nacimiento de un nuevo miembro, un nieto, en la familia de Blas y Concha, dio al traste con el viaje para ellos, aunque no para nosotros. Otra vez será amigos.
           
Aroche

Retablo altar mayor. Aroche
Salimos de Bailén cuando el sol no había salido y era noche. Nos esperaban cuatro horas de viaje hasta llegar a nuestro primer lugar de visita: Aroche, en la sierra del mismo nombre. Paramos a desayunar enfrente de Itálica. Unas buenas tostás de manteca colorá y otra de aceite, nos hizo más llevadero el camino. Llegamos a Aroche hacia las 10’15 horas de la mañana. Había mercadillo, pero lo dejamos de lado. Aparcamos en la calle José Guerra Galán y nos dirigimos hacia el ayuntamiento en la Plaza de la Constitución s/n. Allí nos informaron del horario de la iglesia. Estaba abierta, aunque no así el castillo. Es de origen románico, aunque muy restaurado. No pudimos verlo en su interior, aunque si darle una vuelta completa por las empinadas calles.
Púlpito. Aroche

Nave central. Iglesia. Aroche
En la actualidad, en su interior se encuentra la plaza de toros del pueblo. Bajando por la calle jerez llegamos a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, construida entre los siglos XIV al XVII. La puerta de Las Limosnas es la más antigua, gótica-mudéjar. Después se utiliza el ladrillo, mudéjar y por último, se imita a la catedral de Sevilla por el maestro Riaño, para terminar la iglesia.
Puerta principal. Aroche

Puerta del Sol. Iglesia. Aroche
Hernán Ruiz II, arquitecto renacentista termina de hacer las dos puertas, la del Sol- por su reloj de sol-, situada al norte y la del sur. La Puerta de las Flores, con gárgolas. El interior muestra estos tres estilos arquitectónicos, gótico, mudéjar y renacentista.
          
Autofoto. Aroche. Castillo.
Sierra de Aroche.
Ermita. Aroche

Castillo. Aroche
  Desde aquí nos dirigimos hacia la ermita de San Mamés y los restos de Turóbriga, a los que hay que echarle mucha imaginación. Demasiada cartelería de la Junta de Andalucía, pero poca “chicha”. Se puede hacer una visita virtual y queda mejor. Pero lo que no podíamos perdernos era la ermita de San Mamés, patrón de Aroche. Una maravilla.
Interior de San Mamés. Aroche

San Mamés. Aroche
Ermita de San Mamés.

Esta ermita es una de las denominadas ermitas de Repoblación, construida a finales del siglo XIII y principios del XIV, siendo ampliada y reformada en los siglos XV y XVIII.
         La relación de la Ermita de San Mamés con la ciudad romana de Turobriga, va más allá del simple reaprovechamientote materiales de construcción, como puede observarse en las columnas del ábside, el ara romana usada de soporte del púlpito o los sillares romanos usados para construir los porches exteriores. Además de usar de cantera de materiales el yacimiento, la ermita se asienta sobra la planta de un edificio anterior, la basílica romana de Turobriga, tal y como puede observarse en la parte inferior del muro norte, bajo algunos pilares interiores o en la separación del púlpito y las naves.
Nave central. San mamés. Aroche
Púlpito. San Mamés. Aroche
Desde el púlpito. San mamés. Aroche

Pintura San mamés. Aroche.

         La ermita presenta planta basilical con tres naves separadas por arcos apuntados enmarcados sobre alfiz y presbiterio con bóveda nervada gótica. En el siglo XV se decoró la ermita con unos impresionantes frescos que reproducían escenas religiosas, tales como la Santa Cena o la Anunciación entre otras. Durante el siglo XVII se documentan numerosas epidemias de peste en la villa, lo que obliga a usar la ermita de hospital, encalando todas sus paredes y ocultando durante siglos los frescos de la ermita.  En el siglo XVIII se añadieron los porches exteriores y el campanario.
Es una de las ermitas más importantes de la provincia a nivel artístico.
Aracena. Castillo e iglesia.

Entrada castillo e iglesia. Aracena
Añadir leyendaEl Cabildo. Aracena
La restauración llevada a cabo a dejado a la vista tres escenas en el muro norte, un San Cristóbal con los peregrinos al cinto y el Niño al hombro, una Anunciación y la Santa Cena. Sobre el arco toral se ha documentado otra Anunciación y en el muro sur, la escena encontrada ha supuesto toda una sorpresa, se trata de una escena relativa a la conquista cristina de Aroche, donde aparece en mayor tamaño una imagen de Santiago, a caballo, luchando contra un personaje también a caballo del que apenas quedan restos, y que sería un “moro”, tras el cual aparece una fortaleza árabe formada por un castillo provisto de arcos de herradura, y una línea de murallas sobre la cual aparecen unos personajes, parecen femeninos, llorando y despidiendo a su ejército, que aparece extramuros. Podría tratarse de la primera y única representación pictórica de la reconquista de Aroche, y a pesar de que la escena se encuentra muy fragmentada por las muchas obras que ha tenido la ermita a lo largo de los años, quedan los restos sufrientes como para poder interpretar la escena.
Iglesia. Aracena
Lavadero público. Aracena.
Gruta de las Maravillas. Aracena
Terminada la visita continuamos hacia Aracena. Llegamos y aparcamos el coche en la espalda del lavadero situado en la calle Tenerías. Tuvimos suerte, pues era un lugar espléndido, céntrico y al lado de lo que íbamos a visitar en primer lugar: La Cueva Gruta de las Maravillas. El precio es de 8 € los adultos y 6€ los jubilados. No está nada mal. Pero merece la pena, enseñarle la gruta y que la vea mi mujer, que no la conocía.
Gruta de las Maravillas. Aracena
Como en todos los lugares no está permitido hacer fotos, pero como sólo había una persona vigilando para un total de 45 visitantes en el grupo y debía ir y venir, para enseñar el camino, pudimos y, digo pudimos, porque la mayoría de los visitantes hicieron todas las fotos que quisieron. Eso sí, unas mejores y otras peores. Las que pongo dan una idea de la maravilla de la naturaleza. Por eso a esta gruta se le llama de las Maravillas.
Terminada la visita nos dispusimos a comer en un restaurante de la localidad. Una cerveza fresquita y un plato de jamón de la sierra de Aracena, nos permitió ver el mundo con otro color. Descansamos un poco en el interior del coche y nos desplazamos ahcia las Minas de Rio Tinto. La vista desde el mirador son extraordinarias y se ve perfectamente la corta de la mina al aire libre. Unas fotos para dejar constancia de nuestra estancia en las mismas. Y a seguir viaje hacia Huelva.
Minas de Rio Tinto. Huelva

Minas de Rio Tinto. Huelva

Llegamos a la capital onubense hacia las 6’30 de la tarde, más o menos. Y allí nos hospedamos, pero tuvimos una ¿agradable? Sorpresa. El director del hotel Tartessos nos comunica que quiere quedarse con nuestra habitación, porque tiene a la expedición del Zaragoza Club de futbol, hospedado para el día siguiente y no tiene habitaciones suficientes.
Plaza del Punto. Huelva.
Nos hace una oferta que, a la postre, nos vino de perlas. Nos da el NH Huelva, a quinientos metros, de cuatro estrellas igualmente, a un precio increíble, con aparcamiento incluido: 160 €. Ni que decir tiene que aceptamos su oferta y allí que nos trasladamos. Dejamos las cosas en la habitación y nos dimos nuestro primer paseo por Huelva. No para mi, pero sí para mi mujer. Otra ciudad que conocemos juntos y con otros ojos. A mí hasta me pareció más bonita que la última vez que vine.

            Cándido T. Lorite