sábado, 17 de mayo de 2014

HUELVA, PALOS DE FRONTERA Y MOGUER

La tarde del día 1 de Marzo y el día 2 los dedicamos a terminar de visitar Huelva y a los sitios colombinos de Palos y Moguer.
Homenaje al Rocío
Comenzamos por visitar el Barrio Obrero por su función inicial y Barrio Reina Vitoria en la actualidad.
Entrada al Barrio Victoria


Casa Barrio Victoria
Grupo de viviendas ubicado en lo alto del Cerro de San Cristóbal y con una gran extensión. Está situado muy cerca de la zona centro y es conjunto ecléctico de etilos. Abunda el victoriano, propio de los ingleses que lo habitaron en su momento, pero también hay neomudéjar y arquitectura andaluza, recordando a construcciones, holandesas y alemanas. Hay que destacar que dentro del conjunto extenso de viviendas, todas son diferentes entre sí. Está considerado Bien de Interés Cultural según BOE de 3 de junio de 1977. Últimamente se ha criticado el estado de abandono del mismo. Dentro de la tradición cultural y religiosa de Huelva destaca por ser el lugar dónde se fundó “La Hermandad de La Victoria”.
Iglesia de la Soledad
Después de esta visita, cansados un poco de la mañana y parte de la tarde dedicada al paseo y a andar, cogimos un taxi que nos dejó, primero en la Plaza de la Capitalidad de Huelva. En ella encontramos la Ermita de La Soledad; es una iglesia barroca de planta rectangular de una sola nave y tres capillas laterales. Se construyó en el siglo XV bajo la advocación de Santiago
La soledad. Huelva
apóstol. El exterior no llama la atención, pero alberga, como dice la historia y su leyenda “mil historias”. Fue el Hospital de las Misericordias y Cátedra de Latinidad y Gramática y primer centro de enseñanza media y superior de Huelva. En 1854, fue hospital de enfermos por una epidemia que asoló Huelva, después fue asilo, academia de ensayos de la banda de música municipal, sede de escuelas católicas y nacionales y abandonada, se rehabilitó en 1990, dándose el actual uso. En esta ermita fue detenido Miguel Hernández en su huida hacia Portugal durante el final de la Guerra Civil. Por algo la llaman la de las “mil historias”.
Iglesia de San Pedro. uelva
Al lado mismo y unidas ambas plazas por una pequeña
Catedral de Huelva

Nave central catedral Huelva

Parte central y lateral. Catedral Huelva
alameda se encuentra San Pedro. Se encuentra asentada sobre una mezquita árabe, al pie del desaparecido Catillo de Huelva y está considerada la iglesia más antigua de Huelva. Lo que primero llama la atención es la torre rosada del campanario. Resistió al terremoto de Lisboa de 1755. Está declarada Bien de Interés Cultural desde marzo de 1999. En su interior alberga una gran cantidad de imágenes que procesionan durante la Semana Santa onubense. Tiene un retablo mayor del siglo XVIII. Un niño Jesús de plomo, conocido como El Porterito, del siglo XVII. Una talla de San Pedro, del siglo XVI. La reja de la capilla de la Inmaculada Concepción del siglo XVIII y tres cajoneras y la sillería del coro, del siglo XVII. En definitiva una colección muy completa para San Pedro, la más antigua. El monumento que se encuentra delante, en la plaza, corresponde a Manuel González García, Arcipreste de Huelva, y obispo de Málaga y Palencia.
Iglesia de la Concepción. Huelva

Terminamos de andar en la plaza de La Merced, donde se encuentra ubicada la Catedral de Huelva. Fue elegida por su fisionomía como tal catedral de entre todas las iglesias de la ciudad. Entronizada como catedral el 15 de marzo de 1954. El primitivo convento de La Merced fue levantado por Alonso Pérez de Guzmán, en 1605. La estructura original apenas dura un siglo, siendo muy dañada por el terremoto de Lisboa de 1755. Las necesarias reformas de la iglesia quedaron atrasadas debido a la invasión napoleónica, la supresión de los señoríos y la desamortización de Mendizábal en 1835, pasando a manos públicas, en este caso a la Diputación que pone manos a la obra de la restauración de la iglesia, quedando el convento en manos militares, siendo después Instituto de Enseñanza Secundaria y Escuela Normal de magisterio. Posteriormente sede de la Diputación  y del Instituto General Técnico. Asimismo ha sido Hospital Provincial. Actualmente es sede de la Universidad de Huelva. Lo que se suele decir un edificio multiusos a lo largo de la historia. Como la iglesia no tenía campanas, en el año 1915 se levantan las dos actuales espadañas de inspiración colonial.
Casa Colón. Huelva

Monumento a Colón. Plaza de Las Monjas. Huelva

En la fachada se encuentra la Virgen de la Merced, en barro cocido, al igual que las restantes esculturas, que hacen relación a San Leandro, San Walabonso, Santa María y el Beato Vicente de San José. Descansamos, que falta nos hacía en la Plaza durante un buen rato. Casi se nos hace de noche. Por la calle Vázquez Limón y Ginés Martín llegamos a la Plaza de la Vera Cruz; de aquí hasta la Plaza de Las Monjas con su estatua de Cristóbal Colón, donde nos hicimos una foto como recuerdo. Seguimos por la Avenida Martín Alonso Pinzón llegando hasta La Mirta, donde cenamos abundante y maravillosamente por un precio bastante asequible. Sobre todo una buena cerveza y un buen descanso que falta nos hacía después de tan largo paseo vespertino.
Monumento a la Fe Descubridora. Huelva

Muelle sobre el Odiel. Huelva

Nos fuimos tranquilamente hacia el hotel y a descansar.
Al día siguiente, último de nuestra estancia en Huelva, desayunamos tranquilamente, levantándonos un poco más tarde y cogimos dirección a Palos de la Frontera. Eso sí, antes hicimos la parada obligatoria en la confluencia de los ríos Tinto y Odiel, en La Punta del Sebo. Allí se encuentra  el Monumento a la Fe Descubridora. La obra es de Gertrude Vanderbilt, discípula de Rodin. Por ésta escultura fue nombrada Hija Adoptiva de Huelva. Se inauguró el 21 de abril de 1929, y entonces era una playa natural.
Monasterio de La Rábida
Capilla lateral.

Nuestra Señora de los Milagros
De aquí pasamos hasta el Monasterio de La Rábida. Hablar de este monasterio es hablar del descubrimiento de América, con todas las connotaciones históricas que esto conlleva. Por esto sólo voy a hablar un poco del Monasterio en sí, de su interior, iglesia y museo. Dejando la historia del descubrimiento para otros sesudos blogs.
Claustro de La Rábida

Belleza en el claustro de La Rábida
El establecimiento de la Orden Franciscana en La Rábida, históricamente, data de principios del s. XV. De 1492 es la Bula de Benedicto XIII, que nos habla ya de la iglesia y convento. Este dato y la arquitectura nos llevan a situar su fundación en torno a esta fecha. Dentro de la historia de la Orden, pertenece a la Reforma y, en ésta, a los llamados eremitorios. Los franciscanos han sido, además de fundadores, únicos habitantes, con el sólo paréntesis, que va desde la Exclaustración a 1920, en que se produce el regreso de una comunidad, ejecutando el Decreto de Devolución a la Orden Franciscana, firmado por la Regente 
Documento Devolución

Documento Devolución
María Cristina, el 12 de octubre de 1892, a propuesta de Cánovas. Como recuerdo del hecho del descubrimiento, en el interior del  convento se guarda la estancia donde se alojó Colón entre 1485 y 1486. Igualmente está el “poema del descubrimiento” un mural albergado en el refectorio, realizado por el artista Daniel Vázquez Díaz ya en el siglo XX; también hay un bello púlpito para la lectura durante la comida de los monjes. La iglesia-santurio es de dimensiones pequeñas y de una sola nave, con artesonado mudéjar que cubre la bóveda primitiva. En las paredes aún se conservan las pinturas de Juan de Dios sobre San Francisco.
Altar mayor.

Claustro superior La Rábida
Vázquez Díaz.

Vázquez Díaz

Vázquez Díaz y mi mujer
Se conservan pinturas algunos murales originales, entre ellos la imagen de Nuestra Señora de los Milagros, patrona de palos y de curvatura gótica Según la leyenda, la escultura fue traída por un marinero de palos y durante la invasión árabe escondida en el fondo de la ría de Huelva. Aunque leyenda, un estudio analizó restos de sal y limo marino en ella tras la restauración. En 1993 en el V Centenario de la Evangelización del continente americano, Juan Pablo II coronó personalmente a la imagen en el monasterio, siendo la primera vez que una imagen era coronada por un Papa en España.
Mapa de Juan de la Cosa.
El claustro es de estilo mudéjar, pequeño. Se amplió en el siglo XVII con un cuerpo superior y se incorporaron almenas. Aún se conservan algunos frescos originales. Estuvo a punto de desaparecer en 1855 por la desamortización de Mendizábal. Es uno de los monumentos más importantes y significativos de la historia de España. Fue declarado Monumento Histórico de los pueblos hispánicos y en 1856 declarado Monumento nacional y Patrimonio de la Humanidad.
Salimos de aquí y nos dirigimos hacia el lugar dónde se encuentran la réplica de las Tres Carabelas: Santa María, la Pinta y la Niña. Una de ellas se encontraba cerrada al público por su estado de deterioro. Una pena. La escenificación de un puerto de aquella época deja mucho que desear, pero menos da una piedra.
"Cristóbal Colón"

Una "Cristóbal Colón"
Nos hicimos las correspondientes fotos, creyéndonos en algún momento que éramos el descubridor del nuevo mundo. Jajajajaja. Fue un rato en el que volvimos a nuestra infancia. Lo pasamos bien y nos divertimos, que es de lo que se trataba. Algunas fotos dejo para el recuerdo.
La nave capitana. Palos

Un puerto de la época

Cogimos rumbo a Moguer. La cuna de Juan Ramón Jiménez. Llegamos a una hora prudencial, las 12 de la mañana  lo que nos permitió visitar, en una visita guiada el Convento o Monasterio de Santa Clara. Indicar que la entrada fue gratuita a esa hora. Ya tuvimos suerte.
Ayuntamiento de Moguer.

Con Juan Ramón Jiménez
Declarado monumento histórico-artístico nacional, es el lugar de dónde parte la historia colombina de la ciudad- su abadesa primera, Inés Henríquez, tía del Rey Fernando el Católico, apoyó el viaje descubridor en la corte. A su vuelta del viaje, Cristóbal colón y el resto de moguereños, pasaron la primera noche en su iglesia cumpliendo el voto realizado en alta mar cuando una tempestad estuvo a punto de hacer zozobrar la Niña.

Recuerdo del voto realizado por Colón.
Fue fundado en 1337, para monjas clarisas, por Alonso Jofre Tenorio, primer señor de Moguer y Almirante Mayor de Castilla.
Durante siglos influyó en la vida social, económica, cultural y religiosa de Moguer y su comarca.
Tumba de los Portocarrero
Sus patronos, los Portocarrero, estuvieron íntimamente ligados a él; de hecho, algunos miembros femeninos de su linaje ingresaron en la comunidad monacal, y la iglesia conventual fue el panteón familiar.
Seis de sus miembros se encuentran enterrados delante del altar mayor, mirando hacia el altar, cosa rara, pues siempre se hace al revés.
Puerta de entrada al coro. Moguer

Puerta de entrada al coro. Moguer
La fama y el prestigio alcanzados por el monasterio lo convirtieron entre los siglos XIV y XVII en un foco de expansión de otros conventos de la misma orden en Andalucía. Del Monasterio de Moguer partió Sor Inés Henríquez con dos religiosas para acompañar a maría Coronel en la fundación del convento en Sevilla en 1374.
Comulgatorio y reja de las monjas. Santa Clara. Moguer
También, propició la reforma del convento de Santa Clara de Córdoba gracias a Sor Catalina de Figueroa, Sor Isabel Pacheco y Sor maría de Toledo, hija de los condes de la Puebla, sucediendo lo mismo al convento de Santa Clara de Jaén. En 1828, Washington Irving dejó un relato maravilloso de este monasterio en sus escritos sobre Andalucía.
Delante de la Virgen del Rocío

Virgen del Rocío. Almonte

Aún visitamos algunas cosas más en Moguer, como El Convento de San Francisco y el ayuntamiento, visible en los billetes de 200 pesetas de la época anterior al euro. Salimos de Moguer con un poco de hambre, así que dirigimos nuestros pasos a El Rocío. Allí comimos, descansamos, nos hicimos unas fotos delante de la Virgen de El Rocío y volvimos a Bailén. A nuestro hogar, dulce hogar.

Cándido T. Lorite

martes, 8 de abril de 2014

HUELVA Y EL ALGARVE PORTUGUÉS (2)

CABO SAN VICENTE, SILVES, LOULÉ y HUELVA
                                   28-02-2014
Sensación de libertad. Cabo de San Vicente
         
Cabo de San Vicente
   Desayunamos en el hotel, temprano, con ganas. Nos dirigimos hacia Cabo de San Vicente, el punto más al oeste de la Península Ibérica y el extremo de Europa. Nos encontramos en la Reserva Natural de la Costa Vicentina. Muy cerca Sagres, la última ciudad, antes del cabo, un lugar donde se respira uno de los aires más puros y agrestes. Un paisaje barrido por el viento y, con un día de sol como el que tuvimos, un lugar visitado por miles de turistas.
En el Cabo de San Vicente
            La sensación de que no hacía aire. Le dije a mi mujer que, cuando lleguemos al cabo de San Vicente sentirás cómo el aire te echa para atrás. Ella me dijo que no hacía aire. Y, efectivamente, corría una ligera brisa; pero a medida que nos acercábamos a esos imponentes acantilados de 50 o más metros de altura, el aire nos echaba hacia atrás. De tal manera que parecía que íbamos a volar, aunque no fuera así.
            La belleza del lugar es magnífica. No hay nada. Sólo soledad, tranquilidad y sonido del mar al romper contra el acantilado, aunque no hubiera oleaje. Era temprano y aún no habían llegado las oleadas de autobuses, repletos de turistas, aunque nosotros íbamos en coche. A la vuelta del cabo, camino de Sagres, la caravana de coches y autobuses ya era patente. Nos habíamos librado de la muchedumbre. Por eso se dice que: “ a quien madruga, Dios le ayuda”.
Catedral de Silves
          
Plano de silves
  Nos desplazamos por la carretera que une el cabo con Sagres, la N-268 y por la M-537 llegamos hasta la A-22, la autopista del sur de Portugal; por ella seguimos hasta el desvío de Silves, la N-124,1. Llegamos a Silves a una hora temprana aún, sobre las 11’30 de la mañana, lo que nos permitió aparcar en un sitio magnífico, al lado de la  Catedral de Silves. Esta catedral está considerada como uno de los templos más notables  de la arquitectura gótica en el Algarve portugués.
Nave central. Silves
Tumba de Juan II
Fue probablemente erigida en el siglo XIII, tras la conquista de la ciudad por D. Palo Peres Correia. Generalmente gótica, aunque reconstruida en numerosas ocasiones, bien por guerras o bien por terremotos, como el de Lisboa, del siglo XIX.
Nave central Catedral de Silves
Está construida en piedra arenisca roja (Gres Silves) con planta de cruz latina con ábside y crucero. La nave central es mál alta que las dos laterales. Es importante el ábside que tiene tres capillas. La entrada se realiza por un porche situado al lado sur. Es de estilo rococó y se conoce como Puerta del Sol. En el interior, el ábside y el crucero son góticos y las naves laterales son barrocas.
Puerta del Sol. Silves
En el centro del altar mayor se encuentra la Tumba de Juan II, enterrado en 1495, aunque cuando se termina el Monasterio de Batalha se llevan sus restos al mismo en el año 1499. La iglesia está dedicada a Nuestra Señora de la Concepción. También se encuentran enterrados Gastào da Ilha y Joâo do Rego, alcaldes de la ciudad en el siglo XV, de gran importancia para la ciudad de Silves.
Tumbas de Gastâo da Ilha y Joâo do Rego. Silves.
          
Castillo de Silves
  Salimos de la Catedral y nos dirigimos hacia el Castillo. Como de costumbre, situado en el punto más alto de la ciudad, dominando toda ella. La entrada es barata, 3’40 el normal y 1’90 el jubilado, como yo. Y además con entrada gratis al Museo de la ciudad, situado cerca del mismo.
          
Torre de entrada castillo de Silves.
  La fortaleza es del siglo X, con diez torres, aunque algunas han sido modificadas. La entrada es a través de un poderoso muro, con doble puerta y una anchura de ocho metros. En su interior se encuentra un gran tanque de agua y silos que servían para los periodos de sitio. En la parte este se encuentra una zona almohade (siglo XIII) y en la oeste se abrió una puerta al exterior llamada “Puerta de Traición a la Patria”.
Castillo de Silves. Doble muro
Sus murallas dan idea de la inmensidad de esta fortaleza o castillo, tomada en el siglo XIII, acabando con los almohades y los reinos de Taifas. El castillo se considera Monumento Nacional de Portugal desde el año 1990.
         
Detalle muralla Castillo de Silves
   A continuación hicimos una visita rápida al Museo Provincial y sin apenas continuación, nos dirigimos a comer.
Aljibe de agua. Silves
Nos recomendaron un buen lugar, el Mesón Rui, con buenos mariscos, y mejor comida portuguesa. Allí nos dirigimos, allí comimos y allí estuvimos descansando un rato. Hasta la hora de dirigirnos hasta Loulé, cercana a Silves. Compramos unos recuerdos, para nosotros y los amigos y cogimos el coche. En Loulé, nos echamos una siestecita en un lugar cercano al castillo. Nos hacía falta descansar, antes de continuar y rendir visita a la ciudad. Tres cuartos de hora, en el coche, tranquilos, sin ruidos y sin gente que molestara, nos sirvieron para comenzar la visita con renovadas piernas.
Loulé. Castillo. Lugar de descanso en coche.
           
Añadir leyenda
La primera vista, ya desde nuestro coche fue el castillo de Loulé. Cuenta con tres torres, con almenas, a la antigua usanza. La vuelta alrededor de ellas da una vista magnífica de la ciudad. Al otro lado del arco que protegía la puerta de entrada se encuentra un gran patio con las dependencias municipales, como la biblioteca y el museo. El castillo se conquista definitivamente en el siglo XIII, con varias murallas, aunque algunas de ellas se encuentran en domicilios particulares.
Iglesia de la Concepción. Loulé


Iglesia de la Concepción. Loulé
           
Castigado por no comer
La Iglesia Matriz de San Clmente está situada frente al jardín de Gruñón, y fue construida en el emplazamiento de una antigua mezquita.
Iglesia de San Clemente
Tiene su origen el elsiglo XIII, gótica,. Sufrió modificaciones posteriores en los siglos XVI XVIII, como consecuencia de los terremotos de 1755, sobre todo. La fachada principal tiene una puerta con arco apuntado y lateralmente una puerta gótica.. el campanario es una adaptación del alminar árabe. El interior tiene tres naves, separadas por arcos apuntados. El altar mayor conserva un retablo tallado, barroco, con imágenes del siglo XVIII. En las capillas laterales destaca la dedicada a Nuestra Señora de la Consolación; pero es especialmente llamativa la dedicada a San Blas, construida en el siglo XVII.
Iglesia de Gracia. Fachada
            Muy cerca se encuentra una iglesia poco visitada. Más que iglesia, Capilla; la de la Virgen de la Concepción. Se le da poca importancia, pues pasa casi desapercibida, tapada la entrada principal por una cortinilla para que nadie pueda fotografiarla, ni aún pagando la entrada, de un 1’5€ para todos. Su  importancia radica en la decoración del interior, a base del clásico azulejo azul portugués, con escenas de la Virgen, y un techo decorado por el pintor Rasquinho Algarve.
           
Mercado Central de Loulé
El mercado Central de Loulé, motivo de atracción turística, se comenzó a edificar sobre finales del siglo XIX. En estilo árabe, con reminiscencias revivalistas. Como la Junta Municipal no tiene mucho dinero, decide a principios del siglo XX, no edificar dos torres que debía estar situadas en la parte sur del mismo. Destaca su entrada. El interior son cuatro naves enormes.
            Al día siguiente comenzaba en la ciudad el carnaval de gran tradición en la zona, y declarado de Interés Regional.
Torre iglesia de Loulé
            Tarde como era nos dirigimos de vuelta a Huelva, al “campamento base”. Una buena ducha, un rato de descanso y a callejear por la ciudad. Paseamos siguiendo la calle Berdigón, que se prolonga con otros nombres hasta la iglesia de la Concepción.
Iglesia de la Concepción. Huelva
La fachada de la misma es de estilo barroco y su interior, gótico predominantemente. Tiene tres naves, la central de bóveda gótica y las laterales más pequeñas. Se unen por alquerías. Es de comienzos del siglo XVI y tiene importantes obras de imaginería religiosa contemporánea. Cruzamos la calle Plus Ultra y llegamos a la casa palacio de Mora Claros.
Casa- Palacio de Mora Claros
De finales del s. XIX es de estilo herreriano. En la actualidad acoge un centro de día para personas mayores.
         
Monumento a Colón. Huelva
   Volvimos por la Plaza de las Monjas donde se encuentra el Monumento a Cristóbal Colón. Esculpido en bronce por Rodríguez Picón, frente al convento de las Madres Agustinas. Señala al Nuevo Mundo.
Algo de cena.
Fue inaugurado el 20 de enero de 2011. Es la razón por la cual no lo conocía de la última vez que estuve por aquí. Siguiendo por la Avenida Martín Alonso Pinzón, nos encontramos con el ayuntamiento de la ciudad. Edificio construido en 1949; sobrio de estilo neoherreriano, con un hermoso patio mudéjar.
            Cuando llegamos a la Cervecería de Bonilla, unas gambas cocidas y otras a la plancha, acompañada de un buen jamón de Jabugo, nos devolvió de nuevo al mundo de los vivos. Había sido un día muy bien aprovechado en todos los sentidos. La vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto habían sido debidamente cumplimentados. Otro día nos esperaba.
            Cándido T. Lorite