domingo, 24 de noviembre de 2024

PARMA

 


 

         Era nuestra última visita a una ciudad de la región. Y, oh sorpresa; al levantarnos no llovía. Desayunamos y nos fuimos a la estación de tren; ahora que le estábamos cogiendo el “tranquillo” era la última vez. Que le íbamos a hacer.

        

Plaza del Dduomo



Llegamos a la ciudad y por Str. G. Garibaldi llegamos enfrente de complejo Pillota; doblamos a la izquierda por Carlo Pisacane, pero nos encontramos que estaba cortada por una carrera urbana; así que dimos una vuelta por Vicolo Vescovado y nos encontramos con la hermosa plaza del Duomo. La primera impresión que nos llevamos fue muy grata a la vista, tal y como queda en la foto que hice. La carrera urbana pasaba por delante de la Catedral y estaba cortado el paso. Estuvimos como 10 minutos a que hubiera un hueco entre los corredores para cruzar a la Catedral. Y entramos por fin en ella.

         Entre las obras maestras medievales más bellas de Italia

Nave lateral izquierda

Nave lateraal derecha

Nave central

En Parma, en la plaza del Duomo, se alza la catedral de Santa María Assunta. Consagrada en 1106, es un ejemplo perfecto de arquitectura románica.

Facada a dos aguas

La fachada a dos aguas está formada por arcos y columnas y tiene tres órdenes de logias, la más alta de las cuales sigue el curso del techo. La catedral tiene tres entradas: la puerta central es la más grande y está coronada por un arco de medio punto, sostenido por dos columnas corintias que descansan sobre dos leones de mármol blanco y rojo, símbolo de la doble naturaleza humana y divina de Cristo.

Frescos de la cúpula lateral

Frescos de la cúpula lateral

cúpula lateral


Si el exterior de la catedral parece más bien sobrio, el interior está lleno de decoración gótica y renacentista.

asunción de la Virgen. Correggio

La cúpula está pintada al fresco por Correggio, con la grandiosa obra en perspectiva de la Asunción de la Virgen.
La Deposición de la cruz

En el crucero derecho se encuentra el bajorrelieve de Benedetto Antelami, la Deposición de la Cruz. La nave central está acompañada por el ciclo de frescos de la vida de Cristo, pintado por Lattanzio Gambara.

Al lado se encuentra el Baptisterio, pero para entrar primero hay que comprar la entrada en el Museo Diocesano, situado enfrente, visitarlo, lógicamente y, eso es lo que hicimos. La entrada es gratuita a discapacitados y acompañante. La visita fue muy interesante.


Mosaico

Tiene un recorrido por la religión en la ciudad, desde época romana a la medieval. Hay un tramo de muralla tardoantigua del s. III d.C. Hay estucos, monedas, estatuas y bajorrelieves, junto a cerámica medieval.

Están las estatuas de los arcángeles Miguel y Gabriel y

Arcáangeles

Rey y Reina

El Rey Salomón y la Reina de Saba. A la entrada un gran Ángel de Oro que antes se encontraba en lo alto de la catedral, habiendo ahora una copia. Es el Arcángel Rafael.

Entrada al Batisterio

Pasamos a la plaza de nuevo y entramos en el Baptisterio. Aquí están representados La Virgen, San Juan Evangelista, San Jorge matando al Dragón, Santa Catalina. Un ciclo de los meses del año; los cuatro elementos naturales: agua, aire, tierra y fuego.
S. Juan

S. Jorge

Panorámica del Batisterio

Panorámica del Batisterio

Cúpula del Batisterio

Está considerada la obra maestra de Antelami y su forma octogonal ya la habíamos visto en Florencia y Pisa. El mármol rosa es de la zona de Verona y le da un matiz realmente precioso.

El conjunto de la Plaza del Duomo nos dejó maravillados. Eso sí habíamos echado casi toda la mañana.  Ya llovía en Parma, como no, y decidimos llegarnos hasta San Juan Evangelista.

S. Juan Evangelista



Cerrada. Mala suerte. Por Borgo Venti Marzo llegamos, girando a la derecha hasta la Plaza Giacomo Garibaldi. Era la hora de comer y buscamos un lugar para hacerlo. Había salido el sol y las terrazas estaban llenas de comensales. En Strada Cavour, vimos un pequeño restaurante, cómo, con una mesa libre en la calle y allí comimos. Una buena cerveza, Ensalada de atún con rúcula y queso y pasta, tipo parmesano. No sé su nombre.

Capilla de Sta. Catalina

Cúpula de la Cámara

Panorámica de la Cámara de Sta. Catalina

De allí nos fuimos a la Cámara de S. Paolo y Capilla de Santa Catalina. Al lado, prácticamente. Las entradas, gratis, por el mismo motivo. Lo que vimos en su interior nos dejó maravillados.

El actual itinerario del museo reconstruye las habitaciones del apartamento privado de la abadesa Giovanna da Piacenza, originalmente compuesto por seis habitaciones, de las que hoy sólo quedan las dos habitaciones decoradas con frescos de los pintores Araldi y Correggio.

Pintores


Corregio

Compleejo Pillota

Aunque se realizaron numerosos cambios arquitectónicos durante la primera mitad del siglo XIX, mediante la creación de una entrada directa a la Camera del Correggio con la construcción de un vestíbulo con columnas frente a la entrada, la abertura se cerró en la década de 1980 para crear la ruta actual del “anillo”.

Tras cruzar el vestíbulo se accede a la sala rectangular donde se expone el gran lienzo con la Última Cena de los Heraldos (1516) y, en las salas siguientes, exposiciones de mayólicas renacentistas de distintos fabricantes italianos.

De ahí, cuando salimos, justo enfrente, teníamos el Complejo Monumental dell Pillota.

La Pilotta, concebido como un edificio para ser usado por los servicios de la corte como integración con el Palacio Ducal, es un vasto complejo de cuerpos en el cual varios arquitectos trabajaron en diferentes periodos.

Los Borbones

Borbones

Dinastía Borbón

Bartolomeo Scadioni

La construcción comenzó muy probablemente antes de 1583 con la construcción del “Corridore”, qué es un brazo que se extiende desde el este al oeste (hoy ocupada por la galería Petitot de la librería Palatina), una pasarela cubierta que conecta la antigua fortaleza Viscontea a un núcleo de casas ocupadas por la familia Farnese después de su llegada a Parma.

Biblioteca

Teatro Farnese

Panorámica Teatro Farnese

 

 Las obras, interrumpidas con la muerte del Duque Octavio (1586), fueron reanudadas en los primeros meses de 1602 bajo Ranuccio I, un amante de las construcciones grandiosas y severas adecuadas para afirmar su poderío, que fueron dejadas en 1611, dejando el sitio en un estado sin terminar, y sin haber construido la imponente fachada hacia la “Ghiaia”.

Pintura italiana s. XVI y XVII

Después de la muerte de Ranuccio I (1622), el cardenal Octavio Farnese llamó a Gerolano Rainaldi desde Roma a asistir al arquitecto Battistelli, pero los trabajos de construcción en el lugar no tuvieron mayores progresos.

En el lado noreste la construcción de los edificios se realizó cerca al monasterio de los Dominicos y a la preexistente iglesia Gótica de San Pedro el Mártir, el cual los Farnese intentaron en vano demoler, y el enorme palacio se cerró alrededor de tres grandes patios conocidos como la Pilotta o San Pedro el Mártir, por Guazzatolo y della Rocchetta. Allí encontramos la obra de Leonardo Da Vinci, "La Scapigliata". De lejos se podía fotografiar; de cerca, sacada de internet. 

La Spicagliata, de intrnet

La Spicagliata, de lejos

La monumental escalera de tijera, cubierta por una cúpula octagonal, la cual conduce al Museo d’Antiquità (Museo de Antigüedades) y el primer piso, donde está la entrada al Teatro Farnese y a la Galería Nacional, así como la Biblioteca Palatina, éste es el primer ejemplo en Italia de una escalera “Imperial”.

Las intervenciones más grandes en cuanto a restauraciones y reestructuraciones del interior del Palazzo Pilotta ocurrieron entre 1822-24 bajo la dirección de Nicola Bettoli, asistido por Paolo Toschi.

Camino de la estación

El día 13 de mayo de 1944 un terrible bombardeo destruyó gran parte de las alas oeste y sur, incluyendo el teatro Farnese, los cuales fueron reconstruidos en los años inmediatamente siguientes al fin de la guerra.

Teatro



Soldado en la plaza Pillota

Acabada la visita nos dirigimos hacia la estación de tren. conseguimos cambiar, en Italo, nuestros billetes para una hora y media antes. Teníamos que hacer las maletas pues al día siguiente salíamos paa Madrid.

Al llegar a Bolonia seguía lloviendo. Hicimos las maletas. Cenamos y nos acostamos.

Al día siguiente, después de desayunarr, llamamos a un taxi, que por 10 euros nos llevó hasta la terminal de Bolonia. Allí nos encontramos con la sorpresa desagradable de que, de nuevo, teníamos que bajar a pie de pista, andando por escaleras con las maletas, lloviendo y mojándonos, como a la ida. 

Llegamos a Madrid y en taxi nos fuimos a comer a la Estación Sur, nos subimos por la tarde en el autobús que nos trajo de vuelta a Bailén, sobre las 11'30h de la noche. Más de 12 horas de viaje.

Pero por fin llegamos a casa. Hogar, dulce hogar.

Cándido Lorite

22/10/2024.

 

 

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