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Librería en Al Moez |
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Mercado de Al Moez |
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Venta en Al Moez. |
EL BARRIO ISLÁMICO, AL MOEZ Y KAM-EL
KALILI.
Después de visitar el extraño barrio
copto, Ali nos llevó a conocer la otra parte de El Cairo Islámico, la zona de
la calle Moez y el bazar de Kham Al- Kalili.
Adentrarnos en las inmediaciones de
la calle Al Moez, llamada realmente Al Moez Ledin Alá Fatimi, nombre del cuarto
califa fatimí que gobernó Egipto durante el siglo X, haciendo de El Cairo la
capital de su dominio, fue como desplazarnos en una cápsula del tiempo, hacia
atrás, al menos 50 años con respecto a la vida que teníamos delante de nuestros
ojos.
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Poniendo la librería en Al Moez |
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Cafetería en Al Moez |
Barberías a la vista, mercados en la calle, animales vivos, librerías
para todos los gustos, un cúmulo de gentes variopintas, con diferentes ropajes
y vestimentas; todas dentro del más estricto estilo islámico. Mezquitas, casas,
palacios, rejas de madera, puertas de siglos y chiquillería. Un mercado abierto
por los cuatro puntos cardinales con toda clase de especias, conocidas y desconocidas
que daban a las calles circundantes un olor de cocina casera y tradicional. Todo
un espectáculo, no sólo para la vista, sino para los sentidos.
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Sacos de Especias en Al Moez |
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Mercado de Al Moez |
Comenzamos por ver una librería;
acababa de poner los libros sobre unas mantas y Ali nos dijo que allí se podían
encontrar toda clase de libros antiguos sobre el Corán y autores árabes. Una pena
no saber árabe para poder haber leído o comprado alguno. Andando pudimos ver
como se afeitaba un hombre, en una barbería árabe, con el clásico “pirulí” de
colores en la puerta o como una mujer compraba carne de camello en una
carnicería.
Las verduras iguales a las
españolas, algo más grandes o más pequeñas y sacos perfectamente colocados con
las especias y su colorido. Nos llamó la atención, especialmente un gallo, vivo,
colocado encima de unas cajas con gallinas, vivas. Hacía años que no lo veía y
me recordó a mis años de niño en el mercado de Jaén. Se colocaba el gallo
encima para que las gallinas no alborotaran.
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Carnicería en al Moez |
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Comprando crne |
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El gallo domina el gallinero. Al Moez |
Lo dicho, me retrotraje más de 50
años en el tiempo, a mi lejana infancia. Y me vinieron a la mente los recuerdos
de mi madre, cuando me llevaba al mercado para que le llevara los cestos más
pesados y a mí me gustaba perderme entre los puestos de carne, pescado,
verduras y oír los gritos de los vendedores. La calle Al Moez era volver a mis
recuerdos de niño.
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Palacio Al- Baquq |
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Entrada a Al-Baquq |
Limpia, era totalmente diferente a
lo que habíamos dejado atrás de la Ciudad de los Muertos o del barrio copto,
con la basura en las puertas de sus casas y calles. Pudimos admirar el Palacio Barquq. Un poco de
historia para conocerlo: En el siglo XIV, el sultán Barquq decidió construir un
complejo, en los alrededores de los monumentos de periodo de Qala’un, en esta
famosa calle. Barquq era de origen circasiano y fue esclavizado por los mamelucos
turcos de Bahri. Consiguió su libertad en 1363, se apoderó de Egipto
aprovechando la debilidad de los de
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Fachada palacio en Al Moez |
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Al- Baquq |
scendientes del sultán Al Muhamad Nassir.
Cuando vea el monumento preste atención a la inscripción de inauguración de la
fachada del edificio: está escrito el nombre de Jarkas El Kalili, fundador del bazar Al- Kalili; fue
el maestro de equitación de Barquq.
Al ingresar en el patio, en el
centro encontrará una estructura abovedada que sirve para las abluciones, con
su fuente. El patio está rodeado por cuatro “jwans” (espacios que rodean el patio).
Aquí cabían 125 estudiantes, incluyendo los cuartos para los docentes y los
establos para los caballos. Como todavía se usa como oración para los
musulmanes, evite entrar en la hora de las oraciones. Deje los zapatos y póngase
un velo para la cabeza las mujeres. Nosotros, los occidentales, cumplimos con
sus costumbres; al contrario que ellos, que no lo hacen.
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complejo de Al-Hakim |
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Delante del complejo de Al- Hakim |
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Fachada palacio en Al Moez |
Seguimos calle arriba y nos
encontramos con monumentos no visitables como la Mausoleo de Qalaum y la Sabil
Kuttah de Keshro Basha. A la entrada se ve el letrero de Madrassa, pero no se
puede entrar, viéndose a la gente en su interior. La mezquita de Qalaum.
Comprende un complejo de mezquita, escuela y hospital. Muestra la arquitectura
típica mameluca. Las ventanas evocan a las ventanas de las iglesias de Los Cruzados. La entrada es de
albañilería entrelazada polícroma o ablaq (alternancia de piedras rojas y
blancas o negras y blancas, propias de los árabes).
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mezquita mameluca de al Moez |
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Entrada mezquita en Al Moez |
Una de las tres mezquitas en la Ciudadela de El
Cairo, la mezquita de Al Nasir Mohammed, puede parecer minúscula al lado de la
mezquita de Mohammed Ali, pero sin embargo, constituye el único vestigio del
período mameluco en la Ciudadela.
Su edificación se remonta al año 1318 d.C. Tiene dos minaretes, que
difieren en forma y altura. Su techo de madera está tallado y se conserva
bastante bien. Los azulejos de vidrio azul y verde que adornan los minaretes
son poco comunes para las mezquitas de Egipto, y forman un conjunto hermoso.
Mientras se camina a lo largo de esta magnífica y antigua mezquita, es difícil
creer que alguna vez fue usada como establo.
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Entrada mezquita |
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Mezquita vidir Ali Shah |
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Madrassa de Al Nasir |
La mezquita está formada por un bloque
rectangular independiente y austero como exterior, tal vez debido a la
naturaleza militar de su posición. Continúa con un esquema hipóstilo con un
diseño estándar de un patio rectangular, con un santuario en el lado de la
qibla (punto que marca la dirección a La Meca) y arcadas rodeando sus otros
tres lados. Estas arcadas del santuario y el patio están formadas por columnas
de mármol con capiteles pre-islámicos y arcos ojivales ablaq (decoración que
alterna un color claro y otro más oscuro). Sobre cada arco hay un par de
ventanas de forma ojival. Estas ventanas constituyen la parte más baja de la
muralla almenada que probablemente fue añadida sobre las arcadas en 1335 d.C.
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Minarete mezquita |
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Minarete mezquita en Al Moez |
Los
dos minaretes exhiben características únicas, diferentes de otros minaretes de
Egipto. Son los únicos cuyas bases están construidas debajo del nivel del techo
de la mezquita. Una explicación posible es que estas bases son anteriores al
techado de la mezquita en 1335. De acuerdo con Maqrizi, Amir Qawsun contrató al
arquitecto Tabrizi para que construyera su mezquita (1329-30), la cual tenía
dos minaretes modelados según los de la mezquita del Visir Ali Shah Ghilani en
Tabriz (ninguno de ellos existe actualmente). También estaba de moda en el
khanate persa, mosaicos de loza, que en la parte exterior de la mezquita, eran
de color verde, blanco y azul, como aquellos del “sabil” (bebedero), y añadidos
por Al Nasir Mohammed a la “madrasa” (escuela) de su padre Qala’un (sabil 1326,
mosaicos probablemente después 1348), con una banda con inscripciones en
mosaico blanco.
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Calle de Al Moez, con casa Al Suhaimi |
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casa palacio enAl Moez |
La
altura de la mezquita fue incrementada, el techo fue reconstruido y un domo de
azulejos verdes fue añadido sobre la maqsura (pequeño santuario) en 1335.
Fue la mezquita real de los sultanes mamelucos,
donde realizaban sus oraciones cada viernes. Fue una de las más espectaculares
mezquitas de la ciudad hasta que el domo original de madera, sobre las nueve
ventanas en saliente del templo en frente del mihrab colapsara en el siglo XVI
d.C., y que el mármol fuera llevado por el Sultan Selim a Estambul.
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Entrada mezquita de Al- Hakim |
Seguimos andando y vimos la fachada de una
espléndida casa, la de Beit El Suhaimi; un magnífico ejemplo de las casas
cairotas de los mamelucos de El Cairo islámico Una fachada plana e incluso fea
en el exterior, pero, bella en su interior. No pudimos verla. Para otra vez
será.
Más arriba encontramos la Mezquita de Al- Hakim,
una de las más antiguas de la ciudad. Sexto califa fatimí, y 16º imám ismaelí,
el controvertido Al Hakim bi Amr Al- Lah, que gobernó entre 996 y 1021 d. C.
Fue el primer califa fatimí nacido y criado en El Cairo, la capital del imperio
fatimí. Al Hakim es una figura central en las sectas ismaelí y drusa. La
mezquita está en uso para los egipcios y así lo pudimos comprobar viendo entrar
a la gente en ella a la oración, es lugar de peregrinación y la sede de la
Congregación Ismaelí Bohra, en El Cairo.
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Puerta de Bab el Futub |
No me voy a entretener en su descripción, pues
está de sobra en internet, en multitud de páginas. Si indicar que sus minaretes son los más antiguos de El
Cairo y su espectacular entrada, parecida a un pilono del antiguo Egipto.
Saliendo por la puerta de Bab el Futub nos
encontramos con el duelo protagonizado por las mujeres del difunto que estaba
siendo llorado en la mezquita citada. Sus lloros y sus lamentos se oían en todo
el exterior de la calle como un lamento profundo y doloroso. La muerte es igual
en todos sitios.
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interior taxi cairota. 3 LE para tres |
Cogimos un taxi individual. Cuando digo
individual no me refiero a los taxis oficiales, con su bandera de bajada o su
precio regateado entre el taxista y los ocupantes. No. Ali cogió un coche que
no era un taxi, pero que él sabía que era un taxi. Nos costó tres libras el
trasladarnos hasta el la otra puerta de entrada
la calle Moez, la puerta de Bab el-Nasr. Como su comportamiento y
rapidez fue buena Ali le dejó otras tres libras de propina. Tan contento que se
puso el “taxista”. De la otra manera nos hubiera costado más de 20 libras
egipcias y eso después de saber regatear al taxista oficial.
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El tráfico en El Cairo |
Nos dejó muy cerca de Kam el –Kalili. Andando un
poco nos adentramos en el bazar. Ruido, vociferío, gente comprando y vendiendo,
el “hola, María” “hola, pesi”, “barato”, frases y palabras que los vendedores
cairotas han aprendido muy fácilmente. Pasamos lo más rápidamente que nos fue
posible, pues los vendedores se nos abalanzaban encima nuestra, con camisetas,
toda clase de objetos, mantelerías, cachimbas, todo lo que se puede comprar o
vender; eso sí, regateando, “l noble arte” que has de aprender o te timarán en
todos los sitios. Volveré a indicar aquí, para gente que no lo conozca, como se
hace el noble arte del regateo. Te ofrecerán una cosa a un precio desorbitado;
todos estos objetos, sea el que sea, al valor de cuatro veces lo que cueste.
Baja tu oferta “al suelo”, o sea, ofrece menos de la mitad de la mitad. Y a
partir de ahí es cuestión de saber hacerlo. Ejemplo: una chilaba de algodón
blanco, que yo compré, te la ofrecen a 380 libras egipcias. Rápida y
mentalmente partí esta cantidad en cuatro partes, 90 libras. Le ofrecí, de
entrada, 40 libras egipcias y se echó las manos a la cabeza.
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Con la chilaba comprada |
Le di otra
cantidad, 75 libras egipcias y le dije que me iba. Me bajó el precio casi a la mitad, 200 LE. Me di media vuelta y sin
decir nada, me iba con mi mujer y Ali. Salió disparado hacia mí, ofreciéndome
la chilaba por 140 LE y, a medida que me iba alejando iba bajando el precio de
la misma, con ella en la mano, diciendo “algodón puro”. Como no le hacía caso,
me lanzó su “última oferta”: 100 libras. Me volví, me lo quedé mirando y le
dije: 95 LE y cuando me estaba dando la vuelta, me gritó: vale, pero no gano
nada. Le había regalado 15 LE. La prenda valía 80, pero tampoco era cuestión de
dejar al vendedor sin ganancia alguna. Es un ejemplo.
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Interior de Jordi en Kam al- Kalili |
Como no tenía ganas de seguir con los regateos
nos dirigimos a Jordi, un cairota que había vivido en Barcelona varios años,
casado con una española y vuelto a El Cairo, donde regenta un lugar en Bazar de
al-Kalili. No hay regateo, son precios fijos. Allí compramos todas las cosas o
regalos que llevábamos a los familiares y amigos como recuerdo de nuestra
estancia en Egipto.
De allí nos fuimos a comer. Ali nos llevó a un
barco en el río Nilo. Por un precio de 5 euros cada uno, comimos todo aquello que
nos ofrecieron de comida. Croquetas de carne de camello, carne enrollada en
algas, pan cairota caliente, un alioli de especias, realmente magnífico. Para
beber, como no había cerveza con alcohol, cosa difícil de conseguir en El
Cairo, aunque no así en el crucero, me bebí una Mirinda, bebida de naranja que
hacía años no bebía.
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Gizeh iluminada |
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Historia de Egipto |
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Las pirámides y Gizeh, de noche |
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Esperando el inicio de luz y color |
De allí nos
fuimos para el hotel, cansados y dispuestos a echarnos una magnífica siesta,
con baño en la piscina incluida, pues a la noche nos esperaba un magnífico
espectáculo de luz y sonido en las pirámides. Nos despedimos de Ali; le dimos
las gracias por su atención y su buen hacer como guía y como persona. He dejado
en este blog su dirección, teléfono y e-mail por si alguien lo necesita en su
visita El Cairo. Con toda seguridad tendrá un guía entregado y eficaz, que le
enseñará aquello que quiera ver.
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Las pirámides de noche |
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Una vista de las pirámides, dioferente |
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De rojo. |
La siesta, un baño en la piscina y a esperar que
llegara Mena, el otro guía, el oficial; junto a Rafael y Lita, una pareja
malagueña, estuvimos disfrutando de un espectáculo de luz y sonido en las
pirámides, realmente maravilloso. La música y la luz está hecha por españoles.
A través de imágenes proyectadas en la esfinge de Gizeh, se nos va mostrando la
historia de Egipto y de sus faraones más representativos.
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Como faraones, nos despedimos de Egipto. |
Ramsés II, Amenhotep,
Tutmosis, Hatsepsuth (la reina), la ganadería, la vida, el trabajo, toda la
vida de Egipto pasó ante nuestros ojos, en un tiempo maravilloso. La vida me ha
regalado este tiempo al lado de la mujer de mi vida, Paqui. Un lugar que
siempre quise conocer. Egipto. Eterno. Majestuoso.
Cándido T. Lorite
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