domingo, 12 de octubre de 2014

EL TEMPLO DE KOM-OMBO. 2º día

Plano del Templo de Kom-Ombo

Templo de Kom-Ombo

Templo de Kom-Ombo






Como digo en mi anterior entrega del Templo de Edfu o Templo de Horus, al acabar la visita, volvimos al barco, el News Dolfins, de los mejores barcos que navegan en cruceros por el río Nilo. Sólo tengo una pega en contra de este barco: en la recepción del barco no hay nadie que hable español, con lo cual todas nuestras dudas teníamos que esperar a tener  nuestro guía Rabeh Hares delante para indicarle aquello que no estaba bien. Y había una cosa que no funciona bajo ninguna circunstancia en este barco: internet. Por la razón que sea la red wi-fi no va y eso que es excesivamente cara: 300 libras egipcias por 3 días o 175 por un día. En paquetes únicos. A mí me devolvieron gracias a la intermediación de Rabeh el dinero de un día, porque en 24 horas me puede conectar durante 10 minutos solamente. Un desastre.
         
Ofrendas en Kom-Ombo

Escenas de Kom-Ombo

El dios Sobek
   A la tarde, temprano, con la “fresquita” de las 4 de la tarde, nos desplazamos, andando, hacia el Templo de Kom-Ombo.
            Es un templo de una característica especial: es doble. Sirve o se  hizo para dos dioses. Es inusual en Egipto. Se construyó durante la dinastía Ptolemaica en la ciudad de Kom-Ombo. Durante el periodo de dominación romana se hicieron diversas ampliaciones. Todo es doble: accesos, patios, salas, capillas, santuarios, duplicados para dos dioses: Sobek y Haroeris (Horus el Viejo).
         
Vista de la salida

Vista del santuario

detalle columna
   La mitad sur estaba destinada al dios Sobek, dios de la fertilidad y creador del mundo, que aparece junto a Hathor y Jhonsu. El templo es simétrico en todos sus estamentos. La parte del norte está dedicada a Haroeris (Horus el Viejo). El templo en si resulta imponente por su cercanía al Nilo. Está muy deteriorado por esta cercanía. Lo comenzó a construir Ptolomeo VI en el siglo II a. de C. Y lo acabó Ptolomeo XII en el siglo I a. de C. El emperador Augusto le añadió el pilono hacia el año 30 a. de C.
Haroeris

Ara de Sobek

Añadir leyenda

Añadir leyenda

            En la fachada se disponen dos entradas, a cada una de ellas corresponde un templo y son paralelos entre sí. A pesar de esta bipartición todo está en conexión y se tributaban honores a las dos divinidades. El patio está destruido. En las puertas hay inscripciones y relieves con el nombre de Tiberio. Desde esta entrada dos puertas llevan a la primera sala hipóstila, con escenas de Haroeris en la izquierda y Sobek en la derecha. Las columnas están talladas en los capiteles con lotos y papiros.
            En la segunda sala hipóstila hay escenas de ofrendas con el nombre de PtolomeoVI Filometor y Ptolomeo VIII Everxetes II. A continuación tres vestíbulos.
           
Simetría del templo

Detalle del templo

El Mammisi, muy deteriorado
En los santuarios se ven decoraciones iguales a las de la fachada. En la izquierda se ven las divinidades del Nilo. En la parte norte hay cartuchos de Nerón y Vespasiano. Se ven todas las fases de la construcción del templo, situadas en el suelo. Lo que realmente llama la atención es la colección de instrumentos quirúrgicos, que demuestran la maestría de los egipcios en este arte.
            En el exterior se ven dos nilómetros, una especie de cisterna grande, en conexión con el río Nilo. Cuando éste subía de nivel, quedaba marcada en el interior de esta cisterna. Una forma curiosa de saber cuando llegaban las crecidas del Nilo. Uno, muy parecido, aunque más pequeño se encuentra en el templo de Edfu.
          
Detalle sala hipóstila

Haroeris(Horus el viejo)

Detalle instrumentos quirúrgicos
  Delante del templo se encuentra el Mammisi, o templo del nacimiento de Horus, muy deteriorado por la humedad del Nilo. La capilla de Hathor se encuentra al sur del templo, con varios cocodrilos momificados. Acerca de este templo de Sobek, dios de los cocodrilos, indicar que según Rabeh Hares, nuestro guía, la gente del Nilo le dedicó este templo al cocodrilo para que no se comiera a los habitantes de las riberas. Es como decir:”dios cocodrilo, yo te hago este templo y tú no te comes a mis hijos”. Es la forma de entender la vida por parte del pueblo egipcio. Cómo aquello de “vive y deja vivir” pero en plan cocodrilo.
          
Salida del templo
  Salimos del templo y nos encaminamos, tranquilamente, hacia el Museo del Cocodrilo. En su interior se encuentran momias de cocodrilos y proceso de momificación de este animal del Antiguo Egipto, encontradas en diversas tumbas. Se inauguró en enero de 2012.
Escena del museo del cocodrilo

Escena del museo del cocodrilo

Altar para un cocodrilo

Cocodrilos momificados

            Salimos del museo y, ¡viva!, sin necesidad de regatear encontramos un puesto de agua. La vendía a su precio, 3 libras egipcias. Mi mujer, para no variar, se entretuvo en un puesto de zapatos, en este caso sandalias egipcias y ahí, sin más remedio, tuve que regatear. Rabeh Hares, el guía quedó impresionado de cómo lo hacía. Me dijo que era un verdadero experto en hacerlo y que le había sacado al vendedor el precio justo por las zapatillas que compró Paqui.
            Directos al barco. Una vuelta por la piscina, un baño muy agradable, con vistas al Nilo y a sus orillas. El barco poco a poco se aproximaba a Asuam. Al día siguiente nos esperaba Abu Simbel y un viaje en autobús de 3 horas, largas, en autobús, por el desierto. Nos acostamos pronto.

            Cándido T. Lorite

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