SAN JUAN DE LETRÁN. ROMA, DE NUEVO.DÍA 1

San JUan de Letráan

            Salimos de Madrid temprano. Con huelga de metro el día 17 de octubre, centenario del mismo. Una bonita forma de dar por culo a los usuarios. Encima estaba lloviendo. Cogimos un taxi, y por la M-30 nos dirigimos a la Terminal 4 del Aeropuerto de Madrid Barajas, Adolfo Suárez. Eran las 8 de la mañana y el avión salía a las 10’55 h. Tiempo suficiente, pensamos nosotros.

Ilusos; pensamiento erróneo. La M-30 estaba a reventar; no andábamos ni 100 metros por cada 15 minutos. Un desastre. Parecía que todo el mundo se había metido en esta carretera. A las 10’20 le dije a la taxista que se saliera de la misma, cogiera la carretera de Valencia y después hiciera el enlace para el aeropuerto. Pensé, en un momento determinado que me volvía para Bailén. Que no embarcábamos para Italia. Llegamos con 10 minutos para que se cerrara el embarque y lo hicimos en el lado de Business; gracias a los de Iberia por permitírmelo.

Nave central

Las cabezas de San Pedro y San Pablo

Detalle

Detalle altar mayor

Pensábamos que ya habíamos pasado el problema; pero no. Al llegar a Fiumicino, debía recogernos una empresa de HOTELBEDS, en la salida; teníamos que presentarnos en el mostrador de Flobet Cavia y ellos nos llevarían al hotel. Nos dijeron que en 15 minutos; pasaron 30 minutos, me acerqué de nuevo al mostrador y me dicen que, en 45 minutos, más o menos y debido al tráfico de Roma, nos recogerían. Protesté, pues el tiempo máximo era de una hora y según ellos mismos, estaríamos en el aeropuerto de Roma más de 75 minutos. Decidimos coger el tren hasta Termini y a la vuelta del viaje, hacer la correspondiente reclamación. Como así he hecho. Desde aquí, un llamamiento: Si tienen reservas con HOTELBEDS para cualquier cosa, anúnenla y vayan con otro proveedor.

Llegamos a Termini. Allí estaba esperando nuestro amigo romano, Fabio; nos acompañó y quedamos con él para próximos días en Roma. Llegamos al Hotel en el que nos hospedamos, dejamos las maletas y nos decidimos ir a comer y ver lo más cercano a nosotros, San Juan de Letrán y el Coliseo, de noche.

La Archibasílica de San Juan de Letrán, Catedral de Roma y la más importante de todas las iglesias de la Ciudad Eterna, nos esperaba, al igual que hace 8 años. Aquí, se encuentran enterrados, 22 papas y decenas de hombres ilustres; así como santos y beatos. Está dedicada a Cristo Salvador; sin embargo es más conocida por los nombres de Juan Evangelista y Juan Bautista,

San Juan evangelista

Detalle nave central lateral

los dos santos principales que llevan el nombre. Tiene el título honorífico de “Omnium urbis et orbis e ecclessiarum mater et caput” (madre y cabeza de todas las iglesias y de toda la tierra).. Fue consagrada en 324 por  San Silvestre, en ella enterrado. La actual basílica es barroca, fruto de una total transformación de Borromini; de época anterior son los extraordinarios mosaicos del ábside, el ciborio gótico

Detalle en el suelo

Entrada lateral

y el mosaico cosmatesco. En la nave central se encuentran los doce apóstoles y bajo el altar mayor está enterrado el papa Martín V. Sobre el altar hay un baldquino donde se encuentran y conservan las cabezas de San Pedro y San Pablo. Las fotos correspondientes dan fe de nuestra estancia en tan extraordinario lugar.

Bajamos por Via Merulana, en busca de una farmacia, para un medicamento necesario y de camino, cruzamos al Coliseo y alrededores. Allí nos hicimos unas fotos, preciosas. Cogimos el tranvía 3 y al llegar a plaza San Giovanni, el metro hasta nuestro destino.

Muy cansados, cenamos y nos acostamos. El día había sido muy estresante y complicado. Roma siempre nos ha recibido con problemas, aunque luego disfrutemos de ella.

Cándido Lorite.