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El Pensador, Rodin |
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Academía de Atenas, Rafael |
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La Creación |
Después de la extraordinaria visita de la
mañana, al Vaticano, Basílica y Necrópolis, nos dirigimos al jote; comimos y
nos echamos una pequeña siesta; muy reparadora para lo que se nos avecinaba..
Hacia las 17’30 horas cogimos el metro y nos bajamos en Ottaviano San Pedro y por la Via
Ottaviano y andando a través de las murallas del Vaticano, llegamos a la
entrada de los Museos Vaticanos, en Viale Vaticano. Entramos, a las 19 horas en
punto después de nuestra merienda en su interior; comenzamos una aventura que
duró más de 2’30 horas.
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Con la cúpula de S. Pedro |
Nada más entrar nos hicimos una foto con
los jardines del Vaticano detrás de nosotros y entramos rápidamente al museo,
con ganas de ver las cosas más interesantes de los museos vaticanos.
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Momia |
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Ex votos egipcios |
Subimos
las escaleras para comenzar a visitar el Museo Gregoriano egipcio y el Museo
Gregoriano etrusco. Amplias salas donde poder ver momias, manuscritos,
utensilios y demás de las épocas tratadas; es de destacar un sarcófago etrusco,
de color marrón, en madera de ébano, realmente magnífico.
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Intentando emular al pensador |
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Sala de los jarrones |
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Sala de los jarrones |
Continuamos la visita
por el museo Pío- Clementino y Chiaramonti. Las esculturas,
Sala de los Jarrones, etc son obras
maravillosas, que miramos con más tranquilidad que la primera vez, hace ocho años.
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Sala de los tapices. |
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Sala de los tapices |
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Sala de los tapices |
La Pinacoteca y la sala de los tapices puso punto final a los museos vaticanos.
Entramos a continuación en los Palacios Pontificios y nos encontramos con
multitud de salas, como la de los mapas, candelabros, de la Biga, etc. que nos
dieron la sensación de estar en otros mundos y en otros lugares.
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Sala de los mapas |
Las
descripciones en los mapas de Italia eran perfectas, región por región.
Entramos, siempre buscando el final, la Capilla Sixtina, en la Estancia de
Rafael.
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Estancia de Rafael |
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Academía de Atenas, Platón y Aristóteles |
Aquí, los frescos de Rafael nos trasladaron al mundo de su época,
maravillosa, pensando cómo era posible esa maravillosa pintura en las paredes.
Nos llamó, poderosamente la atención el famoso cuadro de La Academia de Atenas,
con su no menos famosa inscripción: ”Nadie entre aquí que no sepa Geometría”,
indicativa de la importancia que Platón y Aristóteles en ella pintadas le daban
al álgebra y la geometría. Se explicaba perfectamente cómo se hicieron, y nos
deleitamos con su belleza.
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Sala de los Borgia |
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Sala de los Borgia |
A continuación entramos en las salas de los Borgia.
Parecía que nos hubiéramos trasladado en el tiempo a esa época de disturbios,
intrigas, asesinatos. La presencia de la familia Borgia estaba en cada lugar de
esas salas.
Llegamos al momento cumbre de la visita;
la que habíamos estado esperando durante las dos horas y media que llevábamos
andando, viendo pinturas, esculturas, sarcófagos, etc. incluido la maravillosa
escultura de El Laoconte y sus hijos.
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El Laoconte y sus hijos |
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Laoconte y sus hijos |
La entrada a la Capilla Sixtina fue para
nosotros como otro aldabonazo en el tiempo. A pesar de la cantidad de gente que
allí había parecía que éramos nosotros solos los que allí estábamos.
Parecía que sólo lo veíamos nosotros. Nos sentamos primero a un lado y luego al
otro, admirando la perfección de las pinturas. El orden de las mismas
explicando desde el inicio. Desde La Creación, hasta el final,
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La creación |
La gloria de
Dios, todo el esplendor de la pintura de Perugino, Boticelli, Girlhandaiao y
Roselli. No voy a hacer aquí una descripción pormenorizada de la misma porque
la hay en todos los sitios, en cualquier lugar y en cualquier libro; y todos
ellos tienen más autoridad que yo para hacerla.
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Capilla Sixtina |
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Capilla Sixtina |
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Capilla Sixtina |
Si decir la enorme impresión
que nos quedó a Paqui, mi mujer, y a mí. Estuvimos largo tiempo viendo las
pinturas, los papas, la creación, la advocación a la Virgen, el escudo del
papa Sixto IV, impulsor de la misma, la habitación y la estufa donde se quema
la paja húmeda o seca que indicará el color de la fumata para indicar si hay o
no nuevo Papa para la cristiandad. En definitiva, la visita que más esperábamos
fue realmente la que no nos defraudó en absoluto; es más nos volvió a agradar
más de lo esperado.
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Plaza de S. Pedro |
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Plaza de S. Pedro |
Salimos de la Capilla Sixtina, llenos de
arte, admirados por tanta belleza en tan pequeño espacio material. Continuamos
nuestra visita y acabamos en calle hacia las 21’45h. Anduvimos hacia la Plaza
de San Pedro para admirar la Basílica iluminada y hacernos unas fotos. Estaba
tranquila, con poca gente. Nos despedimos de la plaza sabiendo que, quizá, no
volvamos a verla. Cogimos el metro en Ottaviano y llegamos al hotel, cansados,
pero contentos. Ducha, cena y cama. El día había sido muy largo, con muchas
emociones y más de 16 km en nuestros pies.
Al día siguiente nos esperaba Pompeya.
Cándido Lorite
18-10-2019
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