martes, 19 de marzo de 2019

VIAJE A TURQUÍA



           
            UN VIAJE INOLVIDABLE Y MARAVILLOSO
Iniciábamos el jueves día 22 viaje a Torremolinos, Málaga, para reunirnos con nuestros amigos Blas y Concha e iniciar, al día siguiente el Viaje a Turquía; largamente deseado y muy bien documentado por Ángel, una persona que no conocía, pero que con el tiempo me resultaba familiar. El problema que tenía con el Tendón de Aquiles y su rotura parcial, se me había agudizado después del viaje en coche de Bailén a Torremolinos; de tal manera, que cuando llegamos al aeropuerto de Málaga, al lugar dónde habíamos quedado con el grupo de viaje, apenas me podía sostener en pie, apoyado en mi bastón. Debía haberme llevado las muletas, un fallo que después tu ver que subsanar.
Después de las debidas presentaciones nos dirigimos hacia la ventanilla de embarque, a facturar las maletas. Pasamos el control de seguridad y atravesamos todo el aeropuerto de Málaga, de punta a punta, con las maletas de mano y mi tobillo, que me dolía a reventar. La verdad es que pensaba que me iba a tener que quedar en los hoteles por donde pasáramos, si seguía en este plan.
Embarcamos con media hora de retraso, debido a problemas en la facturación de maletas. La red se les había “caído” y no podían hacer nada. A las 14 horas el avión de Turkye Airlines levantaba el vuelo. Durante el mismo, nos dieron de comer, abundantemente, café, té o cualquier otra bebida. Todo incluido. Quedamos gratamente impresionados sobre este hecho y lo comentamos después. Llegamos al aeropuerto Attürk de Estambul, sobre las 18’30 horas: Cuatro horas, aumentadas en dos horas por la diferencia horaria.
Y comenzó un nuevo suplicio para mi tendón de Aquiles. El control de pasaportes estaba en la otra punta del aeropuerto. Pasamos el control y nos dirigimos hacia la salida del vuelo hacia Kaiseri. Al ser un vuelo nacional, la terminal se encontraba en el lado totalmente contrario al que estábamos; vuelta a sufrir. Pasado el control de seguridad, nos encontramos con nuestro guía, Erdem Erdinç; para nuestro asombro, hablaba un castellano más perfecto que muchos españoles. Tuvo la deferencia de venir a nuestro encuentro para que al llegar a Kaiseri no tuviéramos problema alguno. Llegamos al Hotel Perussia hacia las 12 horas turcas, aproximadamente. Una cena fría, una ducha rápida y a descansar. Mi pie estaba muy dolorido, inflamado y veía las cosas realmente mal.
Al día siguiente, Ángel me dijo que pidiera unas muletas en recepción, por si acaso. Así lo hice y me dejaron unas, “antidiluvianas”; de aquellas que había que apoyar en las axilas, en vez de en el codo. No obstante, gracias a ellas, pude empezar a pensar, que con unas nuevas, me iría de “puta madre” en el viaje; como así fue.
Antes de continuar con el viaje detallado día a día, diré como es mi costumbre, aquellas cosas que son necesarias para un viaje a Turquía, de 11 días como íbamos a hacer nosotros. A saber:
DOCUMENTOS:
-          Pasaporte, visado, DNI. El pasaporte con una vigencia al día del vuelo de, al menos, seis meses. El DNI no caducado y el visado, que cuesta a día de 4 de febrero de 2019, cuando yo saqué el mío, aproximadamente 20 euros (algo menos). Se saca en la página www.evisa.gov.tr (El trámite es muy sencillo).
-          Se recomienda no beber agua del grifo o de cualquier fuente. (ya sabéis, vómitos, diarreas, etc, que echan el viaje a perder).
-          La ropa que utilice cada persona, según sus necesidades. En invierno hace frío y en verano, calor. Se recomienda calzado muy cómodo y que no escurra en suelos húmedos.
-          Dinero, el que cada uno considere necesario. Si es conveniente tener unas liras turcas a mano. En el interior de Turquía hay muchos sitios que no admiten euros. No así en Estambul. El cambio a día 1 de marzo, era de 1 €= 6’01 liras turcas, aunque fluctuaba, hacia arriba o abajo, 3 ó 4, décimas de lira.
-          Si vais al Gran Bazar, se recomienda, y mucho, el saber regatear. Los precios de las cosas los inflan en exceso. Ejemplo: Un ojo, azul, típico de Turquía, cuesta 10 liras turcas; se pueden sacar, regateando por la mitad y aún, quedáis con la sensación de haber sido engañados. Pero es parte de la tradición. Más barato, aún, si el pedido es de 3 en adelante.
-          Baterías de cámara y vídeo; cargadores de móvil y según que sitios u hoteles, una planilla de extensión, con 5ó 6 enchufes.
-          Medicinas, que no contengan líquido. Dejan pasar cualesquiera, siempre que se pueda demostrar, si así te lo piden, para qué las utilizas.
-          Puedes utilizar bastón o muletas, pero han de pasar por el escáner. Eso sí, te dan todas las facilidades si te ven con ellas.
-          Como veis, no he puesto dirección alguna, ni de policía, ni de Embajada; más que nada porque al tener guía propio, no lo necesitamos. Es turco y sabe perfectamente dónde están, en caso de que los necesitemos. No obstante, cada uno puede buscarlo en internet y allí parecerán los teléfonos y direcciones correspondientes. Si es conveniente que entréis en el Ministerio de Asuntos Exteriores de España y os apuntéis a la página de españoles en tránsito por Turquía y los sitios que vais a visitar. Es conveniente.
Creo que no se me olvida nada. Así que, el que decida ir a Turquía, que la disfrute y entre en mi blog, para que vea muchas cosas que quizá, no ha visto. Un abrazo y BUEN VIAJE, VIAJERO.
Nota. Indicar, en un aparte o nota, lo que fue una muy agradable sorpresa para nosotros, los de Bailén. Fue el grupo que nos encontramos en el aeropuerto. Dispar, pero homogéneo. Alegre, dicharachero, de todas las edades. Nos acogieron como si fuéramos del grupo, de toda la vida y nos hicieron el viaje muy ameno, agradable y fácil de hacer. Un camino que nos llevó, como detallaré más adelante, por sitios maravillosos y lugares increíbles. Siempre les estaré agradecido y, si podemos, iremos con ellos en alguna otra ocasión. Desde aquí, un abrazo muy grande para todos y, uno muy especial, para la benjamina del grupo, Marina; mi “ayudante” durante todo el camino con las muletas. Un primor de moza. Ya sabes, “qué malito estoy y que poco me quejo”.

Cándido T. Lorite
19-03-2019



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