lunes, 29 de septiembre de 2014

VIAJE A EGIPTO. EL CAIRO Y EL RÍO NILO 4º ENTREGA


La reina Hatshetsup

Plano del Templo 

Vista general deltemplo

Con eel Templo detrás.
EL TEMPLO DE LA REINA HATSHEPSUT

            Dejamos atrás las maravillas del Valle de los Reyes. Sus pinturas, únicas. Diferentes según las tumbas. Parecidas, sin embargo. Los ojos siempre juegan malas pasadas y el dicho de “más vale una imagen que mil palabras” a veces no se cumple. En el Valle de los Reyes estos nos dejaron un legado para las generaciones posteriores que hay que cuidar y visitar. Rabeh Hares nos hizo conocer la importancia que tiene este lugar para el pueblo egipcio.
            Cogimos el autobús, abandonamos el lugar y nos dirigimos, sin solución de continuidad y sin apenas tiempo para digerir todo lo que veía nuestro cerebro. Nos condujo el autobús hacia Deir-el Bahari, el Valle de las Reinas. Allí, desde lejos pudimos contemplar la excepcional simetría y belleza de un templo, el de la Reina Hatshepsut. Considerado el más importante del lugar y único en todo Egipto.
Pinturas templo de Hatshepsut

Horus

La reina delante de Horus

                        ¿QUIÉN ERA LA REINA HATSHEPSUT?
Pintura de Hatshepsut

Pintura del templo


            Un poco de historia acerca de esta reina vendría bien para conocer quién era, cómo era y qué hizo. Perteneció a la Dinastía XVIII, desde 1490-1468 a. de C. Una de las mujeres que alcanzaron el poder en el antiguo Egipto y que ascendió como un auténtico “rey”. La muerte, antes de tiempo, de Tutmosis II fue un problema para el mantenimiento de la dinastía Tutmósida, haciendo la crisis más aguda, desde la muerte de Tutmosis I.
Pinturas del templo

Pinturas del Templo.

Pinturas del templo
Por suerte, Tutmosis II tenía un hijo varón con todos los derechos sobre el trono, pues había nacido de Isis, una de las esposas del rey. En el momento de la muerte, el príncipe estaba en el templo de Amón, donde se preparaba para su ascenso a rey. Era demasiado pequeño para rey y para tomar decisiones tan importantes, y sería la esposa del rey fallecido, Tutmosis II quién actuaría a su lado. Durante años Harshepsut tuvo cierta ambigüedad a la hora de presentarse ante su pueblo como corregente. En los primeros años aparece con el título de rey o de reina viuda. Hasta que decidió llamarse definitivamente “rey de Egipto2, tomando la titularidad con el “nombre Horus”, con el nombre en femenino y usando sus años para el cómputo de los años de reinado. De este modo una mujer se convertía en faraón de Egipto.
La herencia de la sangre divina era transmitida por la mujer. La necesidad de mantener la sucesión dio sentido y valor al papel jugado por la mujer en la Dinastía XVIII. La rena quería el trono de Egipto y es lo que hizo, alzarse con él. Las inscripciones la presentan como el único rey autentico y por eso era la única legítima heredera, única descendiente directa del Dios Amón. De esta manera Tutmosis III era considerado un hijo bastardo, fruto de la unión con una mujer secundaria sin posibilidad de acceso al trono. Como el clero de Amón era muy amante de la “buena vida”, la reina aprovechó esta circunstancia. Les dio prebendas y dinero y consiguió que se representara al dios Amón en relieve, con la apariencia de Tutmosis II haciendo el amor con la reina Amosis y, como consecuencia de esa unión, nacería Hatshepsut. 
Imagen con figura de hombre, de Hatshepsut
Pero como lo tradicional en los faraones era un hombre, ella se hizo representar como un hombre, con cuerpo de hombre y barba postiza. Como la mayoría de los faraones tiene su tumba, la KV 20 en el Valle de los Reyes.


CÓMO SE HIZO EL TEMPLO
La obra arquitectónica se debe a Senmut, que consiguió una obra de proporciones perfectas. Se encuentra excavado en la roca, con parte del mismo en el interior de la roca. Se hizo entre los años siete y veintiuno del reinado de Hatshepsut.
            El templo tiene una entrada de de treinta y seis metros de anchura, con esfinges a ambos lados y llegaba hasta el gran patio, con dos terrazas escalonadas, unidas mediante rampas, apoyadas en muros de cargas y separadas por columnatas o pórticos.
Dos plantas del Templo

Vista de las plantas del templo
Tras la entrada, se llega a la primera terraza, con muros largos y bajos, con un doble pórtico de cierre. Se encuentra decorado con pinturas que representan las grandes barcas que cruzaban el Nilo con los obeliscos desde Asuán hasta Karnak y muchas escenas de caza y pesca. Aquí había también dos grandes estanques con forma de T y con plantas ornamentales y en su pórtico dos figuras osiríacas; hoy sólo queda una.
Explanada del templo

            Una rampa ascendente, con el león que protege el nombre de la reina, nos hace llegar a la segunda planta o nivel. Tiene 2 filas con 22 pilares cuadrados, con escenas de nacimiento, educación y coronación de la reina y una excursión o viaje al reino de Punto con viaje de vuelta hasta el templo de Amón. A la derecha hay otro pórtico inacabado con 15 columnas y 4 nichos. Entre ambos, se encuentra la capilla de Anubis, con escenas de Tutmosis I y Hatshetup haciendo ofrendas a Anubis, Amón, Ra, ..
La imagen de Hatshepsut, destruida
            En el extremo izquierdo se encuentra en la roca, la capilla de Hahtor, con dos salas hipóstilas, con ofrendas a los dioses  y decoraciones celestes.
Entrada Sala del Santuario

Sala del Santuario

            La tercera y última planta tenía 22 columnas con pilares osiríacos, que fueron destruidos, totalmente, por Tutmosis III cuando accede al poder. Aquí se encuentra la cámara de la reina y la capilla de Tutmosis I. La última sala, la del templo, la del santuario, se encuentra o tiene tres salas, la primera para colocar la barca sagrada. Hay decoraciones de la reina, de Neferura y de Tutmosis III.
            Abandonamos el templo, cerca del mediodía. El calor empezaba a ser sofocante, sobre todo cuando nos encontramos cerca de la arena. Pero la mañana estaba siendo inolvidable en todos los aspectos.

            Cándido T. Lorite

No hay comentarios:

Publicar un comentario