martes, 22 de mayo de 2018

MÉRIDA, 19-05-2018

Acueducto de los Milagros

Teatro
Templo de Diana




            Iniciamos el viaje a Mérida hacia las 5 de la madrugada, para tener un día lo más completo posible, viendo tan magnífica ciudad. Éramos un grupo de 53 personas y yo era el guía que habían elegido, dentro del grupo, para que les enseñara la ciudad. La mayoría de nosotros pertenecemos al Grupo de Poetas de Bailén. Paramos en Azuaga, con gran descontento entre los viajeros por no tener la cocina abierta y no servir jamón, a la mayoría de los viajeros. Unas tostadas que estaban bien, pero mejor con jamón de Extremadura, de pata negra. Con las ganas nos quedamos.
           
Sarcófago


Sarcófago
Llegamos a Mérida recogimos las entradas, las repartimos entre todos y, tranquilamente, nos dirigimos hacia Los Columbarios y La Casa del Mitreo. Cerrado el acceso a Los Columbarios tuvimos que hacer la visita por dos veces, subida y bajada; algo que no me gustó en absoluto y de la que dejé constancia, tanto oral como escrita, al lunes siguiente.
Tumba Voconios

Tumba Julios
            Los Columbarios son varias edificaciones que albergaban en su interior los restos, incinerados y depositados en urnas, de al menos dos familias romanas de la época; los Voconios y los Julios. Lo sabemos por los nombres de los epígrafes conservados en ambos edificios; ahí aparecen el origen y la condición social. El mausoleo de mayores dimensiones, de planta trapezoidal, pertenece a los Julios y el de menor tamaño a los Voconios, de planta cuadrangular. Fueron construidos hacia el s. I d. de C. Se comenzaron a excavar hacia 1927
           

Explicación mosaico
Mosaico Cosmológico
Explicación mosaico

Vuelta de nuevo hacia abajo por el camino interior que lo una a la Casa del Mitreo, visitamos y vimos la misma. Se conoce con el nombre de La Casa del Mitreo por su proximidad con los restos de un posible templo dedicado a la diosa Mitra, aparecidos en el solar que ocupa la Plaza de Toros. La casa estaba fuera de la ciudad, extramuros y se comenzó a construir hacia el s. I o comienzos de s. II. Algunas de las estructuras de la Casa son posteriores a estas fechas, dadas todas las remodelaciones que se han hecho de la misma a través de varios siglos.
Vista general Casa del Mitreo
Sus dependencias se distribuyen en torno a tres patios que articulan la vida de la casa y le dan luz y ventilación. Está pavimentada con muchos mosaicos, aunque desta uno especialmente, el Mosaico Cosmológico. En él se personifica la concepción del mundo y de las fuerzas que lo gobiernan, incluidas algunas avtividades humanas.
Termas

Habitaciones bajo tierra, sótanos
            La Casa tiene aljibe  y unas termas, exteriores a la misma, que servían como purificación de entrada a la misma. Asimismo había una zona para pintura y otra para vender diferentes artículos. En defiitiva, se ve claramente que era como una especie de templo o un anexo al templo cubierto bajo la plaza de toros.
            Continuamos nuestra visita; cogimos la calle Oviedo y su continuación, calle Graciano para situarnos a las puertas de entrada La Alcazaba y del Puente Romano.
El Puente Romano desde La Alcazaba
          
Muros de La Alcazaba
 
La Alcazaba, según inscripción situada sobre su puerta principal se inauguró en el año 835, o el 212 musulmán, según reza realmente en la inscripción. En principio sirvió para proteger a los gobernantes y súbditos musulmanes de las sublevaciones de la población mozárabe emeritense, además de dominar el paso del puente sobre el río Guadiana.
Aljibe

Añadir leyenda

Bajada al aljibe
El perímetro de casi 550 metros, tiene adosados, a lo largo del paramento y que le sirven de contrafuertes 25 torres de base cuadrangular, algunas de origen cristiano. En su interior se conserva en perfecto estado un aljibe, con dos puertas enfrentadas, de columnas visigodas que da entrada a dos escaleras , una para subir y otra para bajar y llegar a la cisterna. El agua de la misma proviene del río Guadiana.
            También en el interior de La Alcazaba se encuentran numerosos vestigios arqueológicos y arquitectónicos de las diferentes etapas culturales que ha vivido la ciudad: dique de contención del agua del río; base de la puerta del puente, muralla, calles y casas del período romano, pilastas pertencientes a algún otro edifcio visigodo, aljibe época andalusí, una iglesia conventual de Santiago, pórtico neogótico, etc.
Pórtico Santiaguista

Detalle dintel visigodo del aljibe
            En definitiva, un edificio magnifico y digno de visitar or cualquier visitante a la ciudad.
            A los pies de la Loba Capitolina, regalada por la ciudad de Roma en el año 1997, nos hicimos con el Puente Romano detrás una primera fotografía del conjunto de visitantes.
            El Puente Romano. Su construcción está vinculada a la fundación de emerita Augusta y su estado actual es el resultado de dos mil años de historia. Su aspecto originas se encuentra en el inicio y en final del mismo, pues las crecidas del río, los conflictos bélicos de todas las ápocas han hecho que se sucedieran trnasformaciones del mismo, aunque intentando siempre mantener la fidelidad al origen. Mide 792 metros y su estructura es de hormigón con sillares almohadillados. Consta de 60 arcos y aliviaderos entre los mismos. Es peatonal desde 1993.
Puente romano de Mérida
            Continuamos nuestra visita por la calle Puente hacia la Plaza de España. Aquí decidimos tomarnos una cerveza; pero primero explicamos la idiosincrasia de la misma.
            Desde que se declaró como tal plaza enla época de los Reyes Católicos, ha sido lugar de encuentro, mercados y recogida de agua para los vecinos. Ha servido de estrado para políticos, como plaza de toros, ajusticiamientos, mascaradas, juegos de cañas, procesiones, etc. En realidad para toda clase de divertimiento de la población.
Círculo emeritense
            Alrededor de la misma se encuentran edificios emblemáticos de la ciudad, como el Palacio de la China (de Benjamin Gil), el Palacio de los mendoza (hoy Hotel de 5 estrellas), la Casa de los Pacheco,   pudo ver por fuera.
La Casa de la China
El Círculo Emeritense, el Ayuntamiento de la ciudad y la Concatedral de Mérdia. Por cierto, no visitable este día por estar abarrotada de gente y familias de los niños que hacían la 1ª Comunión. Sólo se
           
Concatedral de Mérida
Acabada la visita y explicación de los diferentes edificios, decidimos sentarnos tranquilamente, bajo los toldos de un bar y tomarnos un par de cervezas refrescantes. La boca ya estaba seca y era necesario refrescarla. Nos sentó muy bien y proseguimos nuestro camino.
            Salimos de la Plaza de España por la calle Santa Eulalia y doblamos hacia la calle Alonso Zamora y desde aquí por la calle de la izquierda, Romero Leal, desembocamos delante del Templo de Diana. Su contemplación, como en elemento arquitectónico más de la calle, llamó la atención a muchos de los viajeros del grupo.
Templo de Diana

Templo de Diana

Templo de Diana
            Este templo, en la época romana, destacaba dentro de una gran plaza conocida como Foro de la Cultura. Rodeada de importantes edificios públicos, fue e centro urbanístico y el principal lugar de encuentro de los ciudadanos de Emérita Augusta. Aquí transcurría la vida política, se administraba justicia, se hacían transacciones financieras y mercantiles y se ofrecían sacrificios en honor de los dioses. El templo, flanqueado por dos estanques, casi desaparecidos se ubicaba en la cabecera de la plaza, en un espacio consagrado conocido como Temenos, donde se celebraban actos religiosos al aire libre. Delante del templo existía una tribuna pública, elevada sobre la plaza. Desde ella, las autoridades se dirigían a los ciudadanos.
Pórtico del Foro
            Continuamos hacia arriba y llegamos al Pórtico del Foro. Era como la entrada a la plaza anteriormente citada, erigido hacia mediados del s. I d .C. formando parte de u n todo llamado Foro Municipal de emérita Augusta. Estuvo íntegramente revestido de mármol, con grandes hornacinas en las que iban insertas estatuas de la familia imperial, dioses y mitos ligados a la historia de la ciudad. Al final de la calle nos encontramos con el Decumanus Máximus, cerrado a la hora de llegada. Demasiado pronto, pensamos los visitantes. Igual estaba tomándose una cerveza la persona encargada de la misma. Eran las 13’15 horas y nos llamó la atención.
Imagen exterior de Santa Eulalia
            Cruzamos a la Rambla de Santa Eulalia y de allí hasta la Cripta de la mártir, situada debajo de la Basílica menor de la santa mártir. Tuvimos como 20 minutos para poder verla y contemplar lo halllado después de una remodelación de la iglesia.  Sintetiza en un espacio realmente pequeño la historia de la ciudad, pues se hallan cuatro casas romanas, un mausoleo en memoria de la Mártir, preciosamente pintado y restos visigodos.
Interior Basílica de Santa Eulalia (red)

Cripta de Santa Eulalia. Pinturas
            La iglesia de las Freylas y la basílica tiene una magnífica puerta románica, aunque se ven ella, los restos visigodos, románicos y góticos, de la edificación a través de los siglos y las diversas reedificaciones que se han ehecho en la misma. Delante de la iglesia aparece el Hornito de la mártir, llamado así para conmemorar el horno en que fue asada la niña mártir. Es el hito religioso más importante de la ciudad Es una capilla gótica con una imagen de la santa.   actualidad.
Otra vista general de Santa Eulalia.
En el siglo XVII la capilla se ornamenta con fragmentos aparecidos en la ciudad, correspondiente a los restos de un templo dedicado al dios Marte, adquiriendo la fisonomía barroca de la
Detalle de columna

El Hornito
            Las 2 de la tarde y la hora de la comida y de la cerveza fresquita se hacían de rogar, a gritos. Nos dirigimos hacia el restaurante Castuo y allí comimos y bebimos tranquilamente. Dos horas de realx y tranquilidad que nos dieron fuerzas para embestir lo que íbamos a ver en la tarde. El Teatro, Anfiteatro y Circo romano, junto con el Museo de Arte Romano. Una barbaridad pero había que hacerlo y que verlo.
            Terminada la comida y viendo el tiempo desl que disponíamos comuniqué a los viajeros y visitantes de la ciudad que, aquel que quisiera ver el Circo Romano se dirigiera por el lugar que les indicaría y luego que se incorporaran a los demás que íbamos a ver el Teatro y el anfiteatro. Así lo hicieron algunos, los más ligeros de pies  que se dirigieron sin pérdida de tiempo hacia el circo.
Gradas del Anfiteatro

Gradas del anfiteatro

Enfrente la tribuna de las autoridades
            Los restantes cogimos la calle Cabo Verde y por José R. Mélida fuimos directamente al Anfiteatro. Éste se inauguró en el año 8 a C. Aquí se celebraban juegos gladiatorios y luchas entre animales o entre hombres y animales. El graderío, dividido en tres sectores, ima, media y suma cavea se construyó sobre la misma colina que el teatro. En los extremos del eje menor se construyeron dos tribunas. La del oeste estaba reservada a la autoridad y la del este a la que pagaba el espectáculo.
           
Pisando la arena del anfiteatro


en la arena del anfiteatro
La arena, de forma elíptica, es dónde se desarrollaba el espectáculo. En el centro una gran fosa, seguramente ubierta para guardar las jaulas y el material escénico. La arena para los gladiadores. Las galerías permitían el acceso a las grdas y a la arena. Las habitaciones que se encuentran en los laterales seguramente servirían para el cutl religiosos a Némesis, la diosa protectora de los gladiadores.
            Por unos arcos, se pasaba del anfiteatro al teatro. El Teatro es el emblema de la ciudad de Mérida. Se inauguró entre los años16-15 a C.y fue el cónsul Marco Agripa el promotor de su construcción. Durante muchos siglos estuvo soterrado, siendo visible sólo la parte superior de los grandes bloques conocidos como las Siete Sillas. Tiene una capacidad para 6000 personas y se construyó aprovechando la ladera de la colina de San Albín Tiene tres sectores, ima, media y summa cavea. Cada una servía para un grupo de personas, según su categoría social. La orquesta se situaba en las gradas de honor reservadas a las autoridades.
En el escenario del teatro

En el escenario del teatro de Mérida
Frontal del teatro y escenario

             La parte más espectacular del teatro es el frente escénico, con la diosa Ceres en su centro y dos cuerpos de columnas a los lados con estatuas de Plutón, Proserpina y otras. Pasado este frente, se encuentra una pequeña habitación, dedicada, se supone, al culto imperial de Augusto, cuya cabeza se encuentra en el Museo de Arte Romano.
Gradas del teatro
            Acabada aquí la visita, para todos por igual, hubo quienes, la mayoría, se acercó hasta el Museo de Arte Romano, vierto y gratis los sábados por la tarde y quienes optaron, antes de la visita por un trenecito que recorría la ciudad y que permitía acercarse y ver el Acueducto de lso Milagros. Excesivamente alejado del centro, este acueducto se podía ver de forma individual  en este trenecito, cosa que hicieron la mayoría de los integrantes del grupo. Foros dejamos del mismo.
Inicio del Acueducto de Los Milagros

Acueducto de los Milagros

Acueducto. Otra vista
            Después tranquilamente vistamos, aunque no profusamente, por falta de tiempo y. sobre todo, cansancio, el Museo de Arte Romano.
            El museo ofrece una síntesis de la vida en una de las principales colonias de la Hispania romana, Augusta Emérita, que fue promovida posteriormente a la primacía de la Lusitania y, andando el tiempo, se convertiría en la primera capital efectiva de las Hispanias.
Mosaico de Los Aurigas

Frontal del Museo
Alberga los hallazgos encontrados en el conjunto arqueológico de Mérida, que está declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. El Museo Nacional de Arte Romano se sitúa en un edificio que es referente de la arquitectura contemporánea de museos, obra de Rafael Moneo.Augusta Emerita, fundada por Augusto tras uno de los episodios de las Guerras Cántabras, y que representa uno de los grandes exponentes del proceso de romanización de Hispania.
Frontal del museo

Debajo de la diosa Ceres

Mosaico
Muestra, a través de piezas emblemáticas como mosaicos, esculturas, epígrafes y documentos de la cultura material romana, cada una de las facetas de la vida cotidiana en una colonia, 
Cuando todos estuvimos preparados cogimos el autobús de vuelta a casa, parando a tomar un tentempié en El Cruce, cerca de Espiel. La llegada a Bailén, hacia las 12’05 de la noche dio por terminado el viaje, iniciado a las cinco de la madrugada.  Cansados, con los pies maltrechos y gusto de haber pasado un día magnífico con los amigos y conocidos. Llegamos al hogar, dulce hogar.

Cándido T. Lorite






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