|
Salida del tren.
|
Nos levantamos
temprano en el hotel para desayunar, pues el tren, aunque lo teníamos debajo
mismo, en la estación de Chamartín, salía bien temprano, a las 8 de la mañana.
Llegamos con la hora justa, pues no aparecía puesto en los paneles y no
sabíamos exactamente dónde estaría. Al final, y con el tren prácticamente en
marcha, nos montamos en él. Parecía que íbamos a tener problemas. Y los
tuvimos. Al llegar a Segovia, primera parada, el tren hizo ¡plaf! Se quedó sin
energía. Todo el sistema eléctrico se fue a pique, Al tren se le había
“pinchado” una rueda. Tardaron más de una hora en arreglar el desperfecto, que
consistía en que la parte que iba a Bilbao tenía problemas con la energía que
transmitía a todos los demás. Desgajaron ambas partes y con la de San
Sebastián, llegamos a la capital donostiarra con media hora de retraso. Según
los tramos puestos por Adif, nos correspondía el 25 del precio del billete. Un
total de 22 euros, para los dos billetes. Poco para el mal rato que nos hicieron
pasar. Hacía más de 30 años que no viajaba en tren y creo que voy a tardar
otros tanto.
|
Puente sobre el Urumea. San Sebastián. |
Llegamos a San Sebastián y otro
problema. Aparte de que hacía un frio del carajo, en la estación no había ni un
taxi y tuvimos que desplazarnos hasta el hotel, unos 2 km andando,
aproximadamente. Cuando llegamos iba cabreado, enfadado, mi mujer con frio, con
sed, hambre. En definitiva, todo un poema. Malamente empezaba mi vista a San
Sebastián, después de más de 20 años de la última vez.
|
La Catedral de San Sebastián,al fondo. |
Dejamos las maletas en el hotel, un
Silken bastante bueno, comimos cerca del mismo y llamé a mi primo hermano José
Manuel.
|
Con mi primo José Manuel |
No lo veía desde la última vez mencionada. Quedamos en la puerta de la
Catedral a las cinco de la tarde, hora de apertura.
|
Catedral del Buen Pastor |
Fuimos andando
tranquilamente, por la ribera del Urumea o calle Árbol de Guernica, aunque ya
íbamos abrigados y preparados para todo. La comida nos había elevado el
espíritu y quitado todas las penas. Al llegar a la altura de la calle
Larramendi, cruzamos y nos encontramos con la catedral. Inspirada en la
catedral de Colonia, tiene planta de cruz latina, con tres naves, de 25 metros
y la central de 64 metros de longitud. No tiene girola
|
Nave central de la Catedral de San Sebastián |
Las naves se segmentan en cinco
tramos cubiertas con bóvedas barlongas. Los dos brazos del transepto son
iguales. El crucero tiene terceletes entre los nervios principales.
|
El Buen pastor. San Sebastián |
La Capilla
mayor tiene una imagen del Buen pastor que cuelga del ochavo central. Es obra
de Llimona, catalán, que hizo también las tallas de los cuatro evangelistas.
Existe una talla sedente de la Virgen del Rosario, que tuvo capilla propia. El
órgano actual se puso en el año 1954. La catedral está dedicada al Buen Pastor.
|
Bóvedas Barlonags. El Buen pastor. |
|
Con lacatedral, al fondo. |
Saliendo
de aquí, nos fuimos andando con mi primo por la calle Loyola, peatonal, hasta
el Boulevar.
|
El Paseo de La Concha |
Aquí giramos hacia el Ayuntamiento. Vimos el puerto y el acuario,
cerrado debido a las últimas lluvias que anegaron y destruyeron parcialmente el
mismo.
|
Ayuntamiento de San Sebastián |
Nos dirigimos por calle Mayor hacia la Basílica de Santa María.
|
Con Igueldo, al fondo |
Según mi
primo y así constato, es la más bonita de la ciudad. Es de estilo barroco, construida a partir de
la segunda mitad del siglo XVIII. Aquí se han encontrado restos de otras tres
iglesias. La 1ª, de estilo románico, a mediados del siglo XII. La 2ª. De estilo
gótico ¿vasco?, de mediados del siglo
XVI. La destrucción de estas dos se debe a los continuos incendios que se
originaban alrededor de la iglesia, así como a los conflictos con los militares
de la ciudad. Se encuentra en las faldas del monte Urgull, apetecido por todos
aquellos que deseaban dominar la ciudad. En el año 1940 se coronó a la Virgen
del Coro como patrona de la ciudad. El año 1973 el Papa Pablo Vi le concedió la
dignidad de Basílica de Santa María de la Asunción.
|
Basílica de Santa María |
Destacamos
en esta basílica, que tiene 55 metros de largo por 32 de ancho, con una portada
de estilo rococó. Y en su interior: El altar mayor, obra de Diego de
Villanueva. Cuatro columnas dan espacio al camarín de la patrona.
|
Vista desde el coro de la Basílica. |
A su lado y
mirando de izquierda a derecha están Santa maría Magdalena, Santa ürsula, Santa
Dorotea y Santa maría. El martirio de San Sebastián, en la parte superior es
obra de Luis Boccia, de 1889.
|
Coro de la Basílica de Santa María |
En un
lateral del altar mayor encontramos la capilla-Camarín del Cristo de Paz y
paciencia, que estaba en un nicho de Puerta Tierra desde el siglo XVI. Al fondo
de la iglesia se encuentra el baptisterio con una escultura en alabastro, de
Eduardo Chillida y el paso del Descendimiento, obra de Alonso Villabrille, del
siglo XVII.
|
Cristo de Paz y Paciencia. |
En el coro se encuentra el extraordinario órgano del que Marcel Dupré dijera en 1982 que contiene
registros tan sublimes que no había encontrado dos iguales en toda su vida.
Están
también las capillas con altares a Pio V, el de San Pedro, el de la Soledad y
el de Santa Catalina; frente a la entrada principal hay dos obras de Juan de
Mena, San Ignacio y San Francisco Javier; el altar de Santa Bárbara, el de San
Antonio y el del Sagrado Corazón.
|
Nave central. Basilica de Santa María |
La visita tiene un precio, según mi primo era
la primera vez que tenía que pagar de
dos euros. Pero mereció la pena.
Desde
aquí nos dirigimos por la calle 31 de agosto hacia la iglesia de San Vicente.
Esta es la iglesia más vieja de San Sebastián;
|
Iglesia de San Vicente. San Sebastián. |
se construyó en estilo gótico
hacia la primera mitad del siglo XVI. La tosquedad del exterior contrasta con
la elegancia del interior. Se le han agregado el pórtico barroco en 1619, la
sacristía en 1666 y la escalera del coro en 1784. En 1892 se añadió en la
fachada oriental un baptisterio semioctogonal y se cerró el atrio y la puerta meridional.
|
En San Vicente, con mi primo. San Sebastián |
En 1923 se abrieron cuatro rosetones en las fachadas. Como se ve un parche tras
otro, aunque su antigüedad sea del siglo XVI. El interior tiene tres naves,
siendo la central la más alta; un crucero alineado con las naves laterales, un
ábside ochavado y bóvedas de crucería con poderosos contrafuertes y arbotantes.
|
Retablo de San Vicente. San Sebastián |
Alberga un retablo barroco de Alberto Bengoechea y Juan de Uriarte, relata la
historia de la pasión de Cristo. Está abierta de 9 a 13 y de 17 a 20 horas
durante la semana.
|
Cristo Yacente. San Vicente. San Sebastián |
Nos
agradó su vista. A espaldas de ésta y muy cerca quedó el Museo de San Telmo,
que veríamos el domingo, día 4, por la mañana.
Andando
por la calle Narrica llegamos hasta el Boulevard y allí, a indicación de mi
primo cogimos un autobús que nos desplazó hasta el final de la Playa de la
Concha.
|
Palacio Miramar. San Sebastián |
Allí, a la altura de la calle Matia, nos bajamos y andando nos
dirigimos hacia el Palacio de Miramar, lugar de veraneo del rey Juan Carlos
cuando era un crio. El lugar es precioso y tiene unas vistas sobre la bahía
maravillosas.
|
En Miramar. San Sebastián. igueldo y Santa Clara. |
Un paseo por sus jardines, unas fotos y de nuevo con José nos
dirigimos ahora, a su coche. Lo tenía aparcado cerca. Nos montamos en él y nos
subió hasta el Monte Igueldo. Yo quise haber subido en el funicular pero él se
empeñó en hacerlo en coche. Llegamos a lo alto. Las vistas de la ciudad desde
este lugar son increíbles. Nos dimos una vuelta por el monte, con sus
atracciones para mayores y niños, antiguas, tanto que yo me acordaba de ellas
tal y como las había visto hacía más de 20 años, que la visité con mi madre de
viajera.
|
Gruta artificial en el Palacio de Ayete. |
|
Jardines de Ayete. San Sebastián. |
El
día que hacía era realmente típico del norte, aire, fresco y lluvia. Comenzó a
lloviznar, sin importancia, pero lo hacía. El llamado sirimiri o “calabobos”.
Bajamos de allí y en coche, nos dirigimos hacia el Palacio de Ayete. Lugar de
veraneo de Franco, cuando iba a San Sebastián. Desde luego, el dictador se lo
montaba realmente bien.
|
El Paseo de La Concha desde Igueldo. Precioso. |
El lugar es muy bonito. Con unos jardines cuidados, con
unas vistas increíbles y poco visitado. Parece ser que, al estar un poco
alejado del centro los turistas no vienen a verlo. O bien pueden ser las
connotaciones políticas del palacio y su habitante. Desde allí al Peine de los Vientos. La zona
más en el extremo del Paseo de la Concha. Se nos estaba echando la noche
encima, aunque más que noche era el tiempo totalmente nublado que había.
|
El Peine de los Vientos. 1-05-2014 |
Estando en el lugar nos sorprendió una lluvia pertinaz. Nos hicimos unas fotos,
como pudimos y nos fuimos. Aún volveríamos el domingo, con más tranquilidad.
Nos tomamos unas cervezas con unas raciones de calamares y boquerones
anchoados, muy buenos, en el Bar Wimbledon. Un club de tenis, cercano al lugar.
Había hambre y sed y nos comimos y bebimos todo con ganas. No dejamos ni las
raspas. Jajajajaja. Se nos había echado la noche encima. Jugaba el Sevilla
contra el Valencia, la semifinal de no se qué. Lo terminamos de ver en el local
y nos fuimos al hotel. Había sido una tarde-noche muy provechosa. El día
siguiente lo iba aser aún más, con sorpresa incluida.
Cándido
T. Lorite
No hay comentarios:
Publicar un comentario