miércoles, 21 de agosto de 2013

HUESCA

El símbolo de Huesca. Las pajaritas.
Salimos de Zaragoza hacia Huesca después de desayunar, a una hora prudente pues está cerca y no era cuestión de madrugar demasiado, después de todo el día en Zaragoza andando de aquí para allá.
                        Dejamos el coche en el aparcamiento de la Plaza San Antonio, recién inaugurado, lo que nos vino muy bien, pues no nos costó dinero alguno, al ser gratis dos días. De aquí hasta la Plaza de Luis López Allué, un pequeño paseo. Aquí está situada la Oficina de Información y Turismo. Sacamos billetes para una visita guiada a Huesca: Claustros e Iglesia de San Pedro El Viejo; Catedral; Ayuntamiento y Museo Provincial.
           
S. Pedro el Viejo. Huesca

Crismón de S. Pedro el Viejo. Huesca

Claustro de S. Pedro el Viejo. Huesca

S. Pedro el Viejo. Huesca
Mientras llegaba el turno desayunamos en la Plaza S Pedro el Viejo. Tranquilos, sin prisas, la mañana era apacible. A las 10’30 en punto arrancamos la visita. Primera parada: San Pedro El Viejo. Sus claustros fueron construidos en el siglo XII, constituyen uno de los conjuntos más importantes del románico aragonés. La portada está decorada con un hermoso crismón, símbolo trinitario característico de este estilo arquitectónico. En uno de los flancos del edificio se alza una imponente torre hexagonal. De este antiguo monasterio se conserva el claustro románico que a su vez alberga el panteón de los Reyes Alfonso I, el Batallador, y Ramiro II, el Monje. Las columnas del claustro evocan un poco a las del Monasterio de Silos, aunque es menor su importancia.
           
Catedral de Huesca
Por la Plaza Fueros de Aragón y calle de Las Cortes llegamos hasta la Catedral de Huesca. Es de estilo gótico, realizada entre los siglos XII al XVI. Destaca su enorme portada con una serie de figuras, a destacar la de los doce apóstoles y las de San Andrés y San Lorenzo, patrones de la ciudad.
Fachada Catedral de Huesca.
En su interior destaca el altar mayor, con un imponente retablo, en alabastro, obra de Damián Forment, realizado entre 1520 y 1533 que representa todos los pormenores de la Pasión y Vida de Jesús. La característica principal de este retablo no me fue aclarada por la guía. ¿Por qué la figura de la Cruz no está representada en lo más alto del retablo, como es norma común en todos los retablos?
Retablo catedral de Huesca
Un encogimiento de hombros fue la respuesta que hallé. La foto que dejo así lo indica. El resto de las capillas tiene su importancia pero no tanto como los claustros visigótico y prerrománico que pude ver: la guía tampoco puso mucho interés en enseñarlo y tuve que dejar momentáneamente el grupo para verlo y
Claustro de la catedral de Huesca

Claustro de la catedral de Huesca.
hacerle unas fotos.
            Pasamos a continuación a visitar el ayuntamiento de la ciudad. Cerrado para el público pero no a la visita guiada, a pesar de ser festivo para el trabajo (sábado). En él pudimos admirar el Salón del Justicia, llamado así el Defensor del Pueblo en Aragón. Aquí pudimos ver los Gigantes y Cabezudos que salen en las fiestas.
Cuadro de La Campana de Huesca

Sala de La Campana
Hay uno de Labordeta que llamó nuestra atención. En el Salón nos explicaron la historia o leyenda de la Campana de Huesca. No nos dejaron hacer ni una sola foto. El cuadro de la Campana de Huesca pertenece al ayuntamiento y fue pintado por Casado del Alisal, el mismo que hizo la Rendición de Bailén. Un cuadro oscuro que representa lo sucedido a la muerte de Alfonso I El Batallador. La historia de la misma la pueden encontrar fácilmente en internet. La sala donde se hizo este macabro desenlace se encuentra en el Museo Provincial en el Salón del Trono del Palacio de los Reyes de Aragón. Dejo foto de la misma.
           
Patio del Museo Provincial. Huesca
Andando por la calle Quinto Sertorio llegamos al Museo Provincial. Se encuentra en lo que fue sede de la Universidad Sertoriana, fundada por Pedro IV en 1354, fue residencia de los Reyes de Aragón. Actualmente acoge la historia de Huesca en sus yacimientos arqueológicos. Hay una mención especial a Goya. Del antiguo Palacio Real se conserva El Salón del Trono, la Sala de Doña Petronila y la Sala de La Campana.
San Miguel. Huesca

Torreón. Huesca

            Al lado y en la misma plaza se encuentra el Torreón- Muralla que queda en pié y al lado la iglesia o convento de San Miguel. Conocido como Las Miguelas” data de 1110 y destaca su esbelta torre románica y el ábside gótico. Dada la hora fue imposible su visita interior.
            El torreón- muralla, es lo que queda de las casi 100 torres que tenía la defensa de la ciudad, hecha por los musulmanes. El recinto tenía nueve puertas, actualmente sólo está en pie la de Montearagón, conocida como “La Portera”.
Bóveda del Rosario. Sto. Domingo.Huesca
            En el Parque Miguel Servet se encuentra el símbolo de la ciudad de Huesca, las Pajaritas. Como buen papirofléxico dejo una foto de las mismas. Me encantan. Hora de comer y de beberse unas cervezas bien fresquitas. Eran las dos de la tarde, casi y estaban muy merecidas. Lo hicimos en un restaurante a medio camino entre Santo Domingo y San Lorenzo, para una vez acabado de comer, hacer unas fotos de las mismas y marchar para Zaragoza. Descansar un rato y salir.
Santo Domingo y san Martín
            Santo Domingo y San Martín es una iglesia de corte barroco que perteneció al antiguo Convento de Santo Domingo. Su exterior es de ladrillo, sobria, en contraste con el interior, decorado y profuso en imaginación Tiene planta de cruz latina, nave única con capillas laterales comunicadas entre sí y una imponente cúpula central. Destaca la capilla de Nuestra Señora del Rosario, en sí misma una iglesia dentro de otra. Bajando por la calle Coso Bajo llegamos a la Plaza de San Lorenzo y a la iglesia del mismo nombre.
S. Lorenzo. Patrón de huesca

Retablo barroco de S. Lorenzo. Huesca
Templo barroco construido entre 1608 y 1703 con el trabajo de jornaleros y ciudadanos que no pidieron nada por ello. El retablo central de Sebastián de Ruesta es una obra maestra del barroco. La obra escultórica más importante es la escultura de San Lorenzo, patrón de la ciudad.
            Desde aquí a la Plaza de San Antonio, un cafelito en el bar refrigerado, porque hay que ver el calor que hacía en Huesca a estas horas de la tarde y de vuelta a Zaragoza. Nos ha encantado la visita. Yo hacía muchos años que no la visitaba, ha cambiado bastante y a mi mujer le ha gustado.  La verdad es que las ciudades españolas son, en su mayoría, bellezas desconocidas. Con el tiempo las redescubres y ves que siempre se te había olvidado algo por ver. En este caso, el parque y sus pajaritas.

            Cándido T. Lorite



            

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