viernes, 18 de enero de 2013

BAEZA . LA CIUDAD DE MIS VERANEOS INFANTILES (y 3)



Entrada a los silos
Torre de los Aliatares
Salimos de la Catedral y nos decidimos a seguir andando por la calle Cabreros y calle Alta para llegar hasta la antigua iglesia de San Juan Bautista, de la que sólo queda el ábside y de la que hemos hablado en este blog sobre Baeza. Volvimos sobre nuestros pasos hasta la Universidad y por la calle Barbacanas llegamos hasta la entrada los antiguos silos de grano de la ciudad, situados a la espalda de los portales de Mercaderes. Aún conservan una magnífica portada; continuamos andando un poco más y salimos justo al lado de la Torre de los Aliatares. Constituye esta torre una de las pocas manifestaciones del recinto amurallado, mandado tirar por Isabel la Católica en 1476. Su nombre va ligado a la familia musulmana que la poseyó hasta la conquista de la ciudad. Tiene una altura de 25 metros y su reloj, del s.XIX, es el más importante de la ciudad. Sus almenas fueron construidas en el siglo XX, a imitación de las de El Arco de Villalar. Esta torre está situada al lado de la calle San Pablo, lugar donde se encuentran ubicados las cosas solariegas y palacios de los nobles. La dejamos a un lado para continuar por la calle San Francisco.
Iglesia de La Encarnación.Antiguo Hospital
Fachada principal de San Francisco

Vista de San Francisco
                        Lo primero que encontramos en esta calle es la iglesia de la Concepción. Es antiguo hospital y tiene una portada de arco de medio punto, flanqueada por dos pilastras y todo dentro de otro arco de medio punto, también con dos pilastras. La iglesia es de una sola nave. Al lado se encuentra el Mercado de San Francisco, mercado de la ciudad, con una portada y entrada magnífica.
                        Subiendo la calle unos 25 metros nos encontramos con la Iglesia de San Francisco. Desacralizada y restaurada. Tuvo que sufrir un terremoto en el siglo XIX, las siguientes inundaciones por graves temporales, la ocupación por los franceses que lo convirtieron en cuadra y el abandono posterior. La restauración llevada a cabo durante los años 70 y 80 ha dado lugar a un bodrio, para mi gusto personal. Yo la conocí de pequeño, en estado ruinoso, llegué a jugar en su interior como todos los niños baezanos; pero la restauración, mediante concurso internacional de ideas, ha dado lugar a un bodrio., vuelvo a repetirlo. Las imágenes hablan por mí.
Lateral de la Capilla mayor de San Francisco

Parte superior, de San Francisco
Reconstrucción de la Capilla mayor de San Francisco
Paramento de la Capilla Mayor
                        La iglesia en sí, está considerada como la obra maestra de Andrés de Vandelvira. Éste volcó todo su ingenio en la cabecera del templo o Capilla Mayor, ya que solo esta parte es obra del autor pues aunque sigue haciéndose, Vandelvira muere y su obra la sigue labrando su sucesor, aunque no tiene el tono de la Capilla Mayor. La fachada principal tiene un gran arco con pilastras y hornacinas entre ellas; en el centro la puerta con un arco de medio punto y columnas dóricas dobles con fuste liso. En la parte alta un friso con un altorrelieve muy bien franqueado. Pero lo que realmente llama la atención, por ser completamente visible desde la calle, es la Capilla mayor. El retablo lateral, de piedra, se halla enmarcado en altísimas columnas corintias y hornacinas. En la parte baja tres nichos entre columnas corintias y sobre los laterales, más bajos, dos magníficos relieves representando la Adoración de los Reyes y la de los Pastores: encima un gran escudo en manto con dos soberbios guerreros romanos por tenantes y más arriba una ventana triple. Del paramento del altar mayor solo queda la parte inferior constituida por tres capillas con bóvedas de casetones. Decorados con cabezas. Sobre estas se encontraba el altar mayor. En definitiva una magnífica obra de Vandelvira, por desgracia destruida por mil avatares, el tiempo, las personas  y los concursos de ideas.
Iglesia de la Encarnación
                        Calle San Francisco arriba, camino de San Andrés, nos encontrábamos casas solariegas, de nobles con sus escudos en el dintel o en los laterales de las casas. En todo lo alto de la calle está la iglesia de la Encarnación, de monjas carmelitas. Aquí descansó San Juan de la Cruz, camino de Úbeda, donde murió al poco de llegar. La portada de acceso tiene un vano de medio punto entre pilastras y un altorrelieve de la Anunciación con tímpano y escudos carmelitanos. Es difícil encontrarla abierta; ha de ser en hora de misa. Justo enfrente se encuentra una fuente de agua, limpia y fresca en la que bebía agua cuando era pequeño y llegábamos hasta aquí jugando o paseando. Tiene más de 300 años. Andando por la calle San Andrés llegamos a la iglesia del mismo nombre. La iglesia parroquial de Nuestra Señora del Alcázar y San Andrés constituye la obra maestra del plateresco en Baeza. Fue Colegiata hasta mediados del siglo XIX.
Portada de San Andrés

San Andrés
Órgano barroco de San Andrés

Escudos de infanzones en San Andrés

La Virgen del Alcázar

Retablo altar mayor de San Andrés
Relieve funerario en San Andrés
                        Destaca la portada sur con el arco de medio punto y su abundante decoración de cuernos de la abundancia, candeleros y grutescos. Encima la imagen del patrono, San Andrés, enmarcada en una hornacina. La torre calada en crestería y con gárgolas. El interior tiene la nave principal con techumbre a dos aguas, de madera. En el lado del evangelio se abre la sacristía y en el lado opuesto las capillas se abren directamente. Destaca el imponente órgano barroco. Igualmente se encuentran en la nave los escudos de los infanzones que llegaron a Baeza después de la Batalla de Las Navas de Tolosa y que se quedaron en la ciudad. Asimismo a la derecha del coro observamos el relieve funerario del obispo Don Rodrigo Fernández de Narváez, nueve tablas góticas e imágenes de la Virgen del Alcázar y San Andrés, patrones de la ciudad. Estos elementos proceden de la Colegiata de Santa maría, mucho más antigua y destruida.
Portada del Salvador

Torre del Salvador
                        Salimos de allí y nos dirigimos por la calle Campanario hacia la iglesia del Salvador. Cerrada a la hora que estuvimos allí sólo pudimos verla por fuera. Volviendo sobre nuestros pasos bajamos hasta lo soportales y subimos por la calle Gaspar Becerra hasta el Ayuntamiento. Aún se encuentra en esta calle la que fuera Droguería y ahora Superlimpieza de Lorite, un primo mío. Pasé a saludarlo y no lo puede hacer por encontrarse fuera de la ciudad. Una pena. Muchas tardes pasé en esa droguería, vendiendo, haciendo y oliendo los perfumes que allí se encontraban y hacían. Los recuerdos infantiles afloraron una vez más a mi mente. Justo enfrente se encuentra el ayuntamiento. Es de estilo plateresco y declarado Monumento Nacional, mezcla el italiano y el español en un todo completo de belleza.
Ayuntamiento de Baeza
Cariátides de la Justicia y la Caridad
                        Consta de dos pisos, separados por una imposta acanalada de hojas de acanto. Se accede al primero por dos puertas separadas por dos ventanas platerescas. La primera puerta es de medio punto y da acceso a la antigua cárcel; tiene una artística dovela central y dos cariátides que representan la Caridad y la Justicia. La puerta de la derecha es la entrada a la Casa de la Justicia; en ella encontramos columnas platerescas exentas. En la parte superior se ven cuatro balcones de estilo italiano (el quinto fue una ampliación y es distinto totalmente). Cada uno tiene un arco y dos huecos adintelados y sobre estos dos óculos que equilibran el balcón. Hay una rica ornamentación plateresca con adornos antropomórficos.
Techo salón de plenos

Escudos en el Salón de Plenos
                        Tres hermosos escudos adornan el exterior: en el centro el de Felipe II, a la derecha el del Corregidor Juan de Borja y a la izquierda el de la ciudad. Todos ellos eran policromados y aún tienen algo de color. El segundo piso queda terminado con una rica decoración, con rosetas diferentes y ménsulas con figuras diferentes, con niños, animales, esfinges, quimeras, leones, etc.
Soportales
                        El interior tiene el salón de sesiones, con un magnífico artesonado, de época renacentista, policromado, de estructura plana y vigas vistas y los escudos de los infanzones en lugares preferentes. El techo fue trasladado desde la iglesia de San Antonio.
                        El paseo había sido magnífico, en compañía de mis amigos, por la ciudad que vio mis correrías y andanzas de niño y menos niño. Las vivencias se acumularon y, aún ahora, escribiendo estas líneas me asaltan recuerdos y ganas de volver cuanto antes a esta maravillosa ciudad. Pasear y disfrutar de esos lugares que nunca se quieren ni se deben olvidar. Aquí quedaron amigos de niñez como Andrés, Mayte, Juan, Antonio, Seve, El gafas (no me acuerdo de su nombre), Lucía, Pepi, y otros tantos que se pierden en la memoria del tiempo. Gracias a ellos y a la ciudad que siempre recordaré con mucho cariño.
                        ¡Ah! Se me olvidaba. Unas cervecitas en los soportales nos vino bien para suavizar el largo recorrido hecho.
            Cándido T. Lorite

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