Sur de Galicia y Norte de Portugal. II- Orense

 

 

Al natural

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Al natural

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Con luz y flash

Con flash

Con flash

Con flash

Las fotos son del Pórtico del Paraíso, situadas en el interior de la Catedral de Orense.

Salimos de Benavente, camino de Orense; hacía más de 40 años, aproximadamente que no la había visitado. Entonces me pareció, pequeña y coqueta. No sabía lo que me iba a encontrar. Hay autovía, lo que no sucedía entonces; así que cogimos la N-525 y con paso tranquilo, no dirigimos hacia Santa Marta de Tera, Románica Zamorano en la ruta de Santiago por Sanabria. La belleza de la iglesia era la misma, pero el entorno estaba mucho más cuidado y con más servicios. Una vez la vimos, tomamos la carretera y a la altura de Rionegro del Puente, nos incorporamos a la autovía A-52. Habíamos echado bastante tiempo, pero mereció la pena. Y, como no podía ser de otro modo nos alojamos en el Hotel Novo Cándido, céntrico y bien comunicado. Tan céntrico que tuvimos que llegar al hotel escoltados por un coche de la Policía Local, pues toda la zona es peatonal y allí lo llevan a rajatabla. Menos mal que entendieron que íbamos al hotel, a dejar las maletas y, después, al aparcamiento. Para cuando terminamos de hacer todas las parafernalias propias de un hotel, era la hora de comer. Y hacía calor. Así que comimos al lado, en un buen restaurante y, una siestecita para recuperar fuerzas de la mañana ajetreada que habíamos tenido.

Salimos del hotel y bajando la calle giramos a la derecha a la calle hermanos Villar; calle comercial por excelencia y al llegar a la altura de Sta. Eufemia, iglesia, giramos a la izquierda, para llegar a la Catedral de Orense por su parte más cómoda, la fachada norte. De la catedral de Orense encontrarán toda clase de información en multitud de lugares, pero hay que destacar tres cosas; la fachada norte,

Fachada principalSanta Eufemia

Fachada norte

la imponente cúpula y el Pórtico del Paraíso. Algo imponente de ver. Cuando estuvimos estaba casi terminada la restauración, en todo su colorido. Algo realmente difícil de olvidar.

La contemplamos en su interior, con un retablo mayor,

 increíble; salimos por la fachada principal, la que da a la Plaza del Trigo; de aquí a la iglesia de Sta. María La Mayor y a la Plaza Mayor, donde encontramos el ayuntamiento de Orense. Por Rúa Barreira, llegamos a la izquierda a la Calle As Burgas y de ahí al nacimiento de las aguas termales. Nadie nos dijo nada y yo no recordaba que estuviera tan caliente.

El caso es fui a probarla y, por poco si aún me estoy quejando. Salía ardiendo. Lo que la gente hace es coger botellas, dejar que se enfríen y tomárselas, pues dicen que son muy medicinales desde tiempos romanos.

Ya estábamos cansado y dando la vuelta a la manzana llegamos a los jardines o Plaza de Blasco Cesáreo. Estaba el Obispado de Orense y el Liceo Restaurante. Conseguimos una mesa y nos dimos un banquete. Salimos por la izquierda a la Plaza Mayor por la calle Rúa Lamas nos fuimos andando, tranquilamente, hacia el centro moderno de la ciudad. Llegamos al hotel, nos lavamos un poco y nos bajamos al Bar Monterrey, un gastrobar, bastante bueno y, al lado del hotel, imprescindible. Porque estábamos cansados.

Después de la cena y un poco descansados, nos dimos un paseo por los alrededores; toda la zona es peatonal y se podía caminar y ver las cosas con tranquilidad. Es algo que nos agradó mucho de la ciudad.

Sta. Eufemia

Vista del Puente romano

Al día siguiente, después del desayuno nos acercamos a la Iglesia de Santa Eufemia, que nos quedaba por ver, aunque ya habíamos pasado delante tres o cuatro veces. Cogimos el coche y nos acercamos a ver el Puente Romano, lo último que nos quedaba, porque ya nos íbamos camino de Pontevedra. Pero eso es otra entrada.

Cándido Lorite

Orense 5-04-22022