domingo, 22 de marzo de 2015

SEVILLA, medio día (26-02-2015)

Muchas han sido las veces que hemos ido a Sevilla y nunca se me ha ocurrido hacer su parte en mi blog de viajes. Un olvido imperdonable. No voy a colocar aquí todo aquello que se puede visitar en esta ciudad; sería excesivamente largo y prolijo. Voy a hablar de lo que he visto en éste último viaje, realizado durante los días 26, 27 y mañana del 28 de febrero de 2015.

            Salimos de Bailén, sin prisas, tranquilos. El día era magnífico y aunque queríamos llegar a Sevilla, no teníamos prisa por hacerlo. Sabíamos lo que queríamos ver y el tiempo que teníamos para hacerlo. Suficiente. Llegamos al hotel a media mañana, dejamos las maletas y nos dispusimos a andar un poco. Necesitaba comprar las entradas en un centro comercial para la visita  a un Monumento Nacional. Para no tener problemas.
          

San Dimas
  Salimos del hotel y por la calle San Pablo, llegamos a la Plaza de la Magdalena. Nos encontramos abierta la Capilla de Montserrat y nos adentramos en ella. En su interior nos encontramos con una talla del Cristo de la Conversión del Buen Ladrón, del siglo XVII, inicios. Tiene la forma y la expresión de cuando se dirige al Buen Ladrón, San Dimas y le dice: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.
Cristo de la Conversión

El interior es de una sola nave dividida en tres tramos, con coro a los pies y presbiterio. Al exterior presenta una alta fachada de ladrillo avitolado que aparece presidida por una gran portada donde destaca, entre pilastras cajeadas, un moldurón barroco cegado en sus ángulos. A ambos lados de la puerta existen retablos cerámicos que representan a las imágenes titulares de la Hermandad, el Santísimo Cristo de la conversión y Nuestra madre y Señora de Montesrrat.
           
La Magdalena

El Descendimiento
Justo al lado se encuentra La Iglesia de María Magdalena, antigua iglesia de los dominicos, como así figura en el escudo frontal. Es un magnífico ejemplo de la arquitectura barroca sevillana del siglo XVII.
            El templo posee tres puertas, en una de ellas que comunica con el crucero, se encuentra una escultura de Santo Domingo de Guzmán atribuida a Pedro Roldán. La segunda que es la que se utiliza normalmente para acceder a la iglesia, está flanqueada por pilastras sobre las que se levanta un arco de medio punto rematado por esculturas. Es la primitiva puerta mudéjar del templo que fue remodelada en el siglo XVII.
Retablo altar mayor

Lucas Valdés

            Consta de tres naves longitudinales, una transversal, cinco capillas, y el presbiterio En la nave central, destaca la cúpula octogonal. Contiene dos lienzos de Zurbarán, dos de Lucas Valdés, y esculturas, como el Cristo del Calvario, El retablo Central, la Virgen de la Antigua, Virgen del Rosario, un Descendimiento, etc.
Murillo
Una iglesia cargada de historia y pintura. 
            Salimos de la iglesia, en la que estuvimos un buen rato, y nos dirigimos hacia la Plaza del Duque. Compramos las entradas necesarias. Mi mujer se dedicó a mirar y buscar en las múltiples tiendas de zapatos, para los eventos venideros en la casa; y, un poco cansados, buscamos un lugar cercano al hotel, donde comer tranquilamente, antes de descansar tranquilamente. Lo encontramos en La Molona, esquina a Zaragoza. Fuimos bien servidos, comimos abundantemente, barato y de buena calidad. Nos fuimos al hotel a descansar. La tarde iba a ser larga de andar, muy larga. Había que descansar.
            A las 4’30 estábamos de pie, en la puerta del hotel. Cogimos el camino de Triana. Pasamos por el Puente de Isabel II, ese puente que cuando se cruza has entrado en otro mundo, el trianero. Distinto de Sevilla.
Trina. Calle Betis

Al fondo, Triana
Esa parte de la ciudad es muy bonita, pero ¿Triana? Triana es diferente. Solo hay una palabra para definirla: Triana. No podía faltar una foto a la calle Betis. Nos dirigimos a Pureza, a la sede de la Hermandad de la Esperanza de Triana, a la ermita de los Marineros. A la hora de abrirla, a las cinco de la tarde, hora torera, como no puede ser de otra manera en este lugar, se abrió la puerta. La gente estaba esperando para ver las imágenes de la hermandad.
           
Ermita de Los marineros
E
l templo consta de tres naves longitudinales y paralelas, aunque al exterior se hace visible una sola crujía. Sobre el pórtico de la capilla se encuentra la imagen de la Inmaculada Concepción, tallada en barro cocido.
            La nave central coincide en sus medidas con las de la primitiva capilla. Se cubre con un artesonado neomudéjar procedente del Colegio Villasís. El retablo mayor es barroco y procede del Convento de la Merced de Osuna.  En la parte central del retablo se encuentra la venerada imagen de Nuestra Señora de La Esperanza de Triana. 
Esperanza de Trina

Cristo de las Tres Caídas
Al lado del Evangelio se ha habilitado una nave más pequeña acoge la imagen del Santísimo Cristo de las Tres Caídas.  El lado de la epístola se abre otra nave, en cuyo testero se levanta un nuevo retablo neobarroco dedicado a San Juan Evangelista.
           
Ante la Esperanza de Triana
Salimos de la ermita y nos dirigimos hacia el puente y en un bar cercano nos sentamos a tomarnos un café y un dulce, que le apetecía a mi señora. Había que coger energías. Por la calle San Jacinto llegamos hasta el cruce con Pagés del Corro, viendo la entrada de la Capilla de la Estrella, cerrada a estas horas; seguimos y nos dimos de bruces con el ficus enorme del colegio San Basilio, con ese mosaico dedicado a la Virgen del Rocío, maravilloso.
Mosaico de la Virgen del Rocío
Capilla de La Estrella

Ficus de San Jacinto.
Andando, andando, llegamos al final de la calle y doblamos a Ronda de Triana. Giramos hacia la derecha y con tranquilidad, con mucha tranquilidad, llegamos andando hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Salud.
           
Iglesia de La Salud

Conjunto escultórico

"El Cachorro"
En esta ermita se encuentra, quizá, el Cristo más venerado y querido de Sevilla, “El Cachorro”. Siempre ha sido trianero, siendo el origen de la hermandad la unión de dos corporaciones trianeras: la del Santísimo Cristo de la Expiración y la de Nuestra Señora del Patrocinio, con datos de 1589. Se le llama popularmente “el Cachorro”, porque dice la leyenda que el escultor escogió para su imagen la cara de un gitano conocido con ese apodo, y en una reyerta, cuando moría, esculpió su cara de esa forma magistral. Hasta 2005 no permitió la salida de mujeres vestidas de nazarenas. La iglesia tiene el título de Basílica menor otorgado por Benedicto XVI. Sale el viernes santo con uno de los recorridos más largos.
En La Salud
            A la salida. Cogimos un taxi, que nos desplazó hasta la calle Resolana, en busca de la Esperanza Macarena.

La Esperanza Macarena

            Abierta estaba la Basílica de la Esperanza Macarena. Su construcción fue iniciada en 1941, cuando el 13 de abril, Pedro Segura y Sáenz, arzobispo de Sevilla, bendijo los terrenos en los que se edificó y colocó la primera piedra del templo; y finalizada el año 1949, siendo bendecida el 18 de marzo por el mismo arzobispo y actuando como padrinos Queipo de Llano y Serafina Salcedo (ambos están enterrados en una capilla lateral), y consagrada por el cardenal José María Bueno Monreal, arzobispo de la ciudad, el 7 de octubre de 1966.
La obra fue llevada a cabo por el arquitecto sevillano Aurelio Gómez Millán, y se trata de un edificio de una sola nave con capillas laterales. El templo obtuvo la dignidad de Basílica Menor por una bula de 12 de noviembre de 1966 concedida por el papa Pablo VI, siendo de este modo el primer templo sevillano en ostentar esta dignidad. (Wikipedia).
Arco y Basílica de la Macarena
Retablo altar mayor
El retablo, neobarroco, alberga la Esperanza Macarena, anónima del siglo XVII o principios del XVIII. Tiene una altura, el retablo, de unos 12 metros, con dos cuerpos y un ático que alberga alegorías de las tres virtudes teologales.
Enfrente se encuentra el Hospital de las cinco Llagas, convertido en un faraónico Parlamento de Andalucía. Para lo que hacen, podría convertirse en cualquier otra cosa de más utilidad que la que tiene actualmente. Una foto para la posteridad, aunque no soy muy partidario de estas fotos.
Parlamento de andalucía

Cruzamos de nuevo  a la Basílica y nos dirigimos hacia la iglesia de San Gil. Del siglo XIII o casi reconquistada la ciudad por Fernando III el Santo. Tiene restos de una mezquita en la base de la torre y en la capilla del Sagrario. Es de estilo gótico-mudéjar, aunque bastante reformada en siglos posteriores. Su mayor restauración fue después de la guerra civil, pues fue saqueada y quemada. No la puede visitar por dentro, por encontrarse cerrada en la visita. Fue sede de la Macarena hasta mediados de 1949, cuando se hace la Basílica de ésta. Es Bien de Interés cultural y catalogada como Monumento.
Iglesia de Santa marina


El Resucitado de Santa Marina
Seguimos por la calle San Luis y nos encontramos a la altura de calle Macasta con la iglesia de Santa Marina. Una de las más antiguas de la ciudad, data del siglo XIII, en gótico-mudéjar. En su exterior consta de tres portadas: la principal es de piedra y tiene ocho arcos ojivales, con esculturas variadas. La portada del muro del Evangelio es un arco ojival con poca decoración y la de la epístola consta de tres arcos apuntados.
Nave Central
Tiene un ábside ochavado y ventanas ojivales geminadas. La torre es mudéjar de planta cuadrada y construida con ladrillo.
En el interior se observan tres naves. La central es la más amplia tanto en altura como en anchura. Se cubre el centro con alfarje. El Cristo Resucitado procesiona en la Semana Santa sevillana.
Iglesia de San Luis
Seguimos la calle San Luis y llegamos, no podía ser de otra manera a la iglesia de San Luis. Es un ejemplo característico de la arquitectura barroca del siglo XVIII. Tiene una fachada retablo, alternando la piedra y el ladrillo; tiene dos torres octogonales. El segundo cuerpo de la fachada tiene columnas salomónicas y en la parte superior el escudo de España.
Interior de San Luis

Cúpula de San Luis
 El interior es una planta de cruz griega, con una espléndida cúpula; quizá la más espléndida y bonita de toda Sevilla; en las bases de las columnas se encuentran las grandes virtudes, (castidad, obediencia, oración, humildad y pobreza). Lo más importante es el retablo mayor y los retablos de los santos jesuitas de un barroquismo magnífico.
Torre de San Marcos

San Marcos
La tarde se nos estaba echando encima; el cansancio comenzaba a hacer mella en nuestros pies y piernas y estábamos necesitando un descanso para tomar alguna cosa. Decidimos seguir, hasta ver, en la misma calle la iglesia de San Marcos. De estilo gótico-mudéjar; es la menos castigada en el tiempo. De planta rectangular, la nave central es de techo ochavado con bóvedas de ladrillo. Apenas tiene decoración interior, pintada de blanco, destacando un San Marcos obra de uno de los discípulos de Juan de Mesa.
Del exterior destaca su extraordinaria fachada y la torre situada a la derecha. Es de estilo gótico, en piedra y con arquivoltas; es sin duda, una de las portadas más interesantes de Sevilla. La torre tiene ventanas germinadas, parecidas a la de Omnium Sanctorum y a la Giralda, corresponde al alminar de la antigua mezquita que había en su lugar. Es Bien de Interés Cultural y Monumento desde 1931.
San Marcos trasera

Cristo yacente

Por la calle Bustos y después, Tavera, llegamos a Santa Catalina; la noche comenzaba a echarse en las calles y la luz tenue de las luces callejeras daba un aire triste a las calles; apenas había gente por estos lugares. Santa Catalina es Monumento nacional desde 1922 y es, como la mayoría de las iglesias sevillanas antiguas, de estilo gótico-mudéjar, del siglo XIV. Aún conserva parte del mirhab y del alminar. La portada gótica procede la iglesia de Santa Lucía, destruida en el XIV y trasladada aquí, tapando la antigua mudéjar. De esta iglesia sale el Jueves Santo, La Exaltación.
Por calle Gerona llegamos a la puerta del Palacio de las Dueñas, ya cerrado a cal y canto. Mi mujer se hizo una foto por aquello de demostrar el lugar visitado.
Palacio de Las Dueñas
Continuamos hacia el Convento del Espíritu Santo.
Convento del Espíritu Santo
La hora que era, las 8’30 aproximadamente hacía que el templo estuviera cerrado. Una foto nocturna nos queda de nuestra presencia en su lugar.

La Encarnación, nocturna

"Las setas"de la Encarnación
Desde aquí, por calle Regina llegamos a la Plaza de la Encarnación, la de “las setas”. Una cerveza fresquita viendo la animación en el lugar, mientras descansábamos nuestros maltrechos pies. La visitaríamos al día siguiente, despacio, junto a la Iglesia de la Anunciación. Por Vía Larana y Plaza de la Magdalena llegamos al hotel donde nos hospedábamos. Eran las nueve de la noche. Una ducha tranquila, un cambio de ropa y por la calle Zaragoza nos fuimos a cenar a un restaurante, El alabardero. Buena cena y buen precio. De vuelta al hotel, descanso y a dormir. Nuestro primer día, o mejor, tarde, había terminado con nosotros y con nuestros cansados pies. Había merecido la pena.
Cándido T. Lorite

No hay comentarios:

Publicar un comentario