Para terminar
con nuestras visitas a Florencia, que no con nuestra estancia, nos dispusimos
el último día de visita para ver lo arriba en el título indicado. Casi nada lo
que nos quedaba todavía por admirar. Las cosas tan increíbles que nos quedaban
por ver aún. Desayunamos temprano y lo hicimos bien, muy bien. Nos iba a hacer
mucha falta.
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Plano |
Dirigimos nuestros pasos por Via
Fossi y via dei Giglio hacia
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Entrada a las Capillas Medicis |
el Palacio de los Médicis. Entramos recién abierto
el museo del palacio, sin gente aún y nos encontramos con lo de siempre. NO
FOTOS, NO VIDEO, NO, NO, NO, NO, A TODO LO QUE USTEDES SE PUEDAN IMAGINAR. Pero
como siempre que me prohíben algo, yo hago lo contrario y saco todas las fotos
que puedo de lo prohibido. Contra el vicio de prohibir, la virtud de
desobedecer. La entrada cuesta 6€ las personas normales y los jubilados
gratuita (3€ me costó la gratuidad). Las pagué, la mía refunfuñando por la
“gratuidad” y nos dispusimos a ver el museo. Ni un plano, ni una información,
nada. Menos mal que íbamos pertrechados de nuestra propia información. Si no
nos comemos un jano como una mano. Deplorable.
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Tumba de Giuliano |
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Tumba de Lorenzo |
Explicaré un poco la visita. Es el
mausoleo o tumba de los miembros más jóvenes de la familia Médicis, al igual
que los más viejos de la familia se encuentran enterrados en la iglesia de San
Lorenzo. Tiene tres recintos: La Capilla de los Príncipes, la del Tesoro y la
Sacristía Nueva. La Capilla de los Prícipes fue construida en 1604 por Giovanni
de Medici, hijo natural de Cosme I. tiene planta octogonal, con cúpula, según
el estilo neoclásico. Las paredes tienen mármoles incrustados y la cúpula tiene
frescos de Benyenuti, de 1828. Aquí están enterrados los grandes duques de
Toscana, en granito egipcio, jaspe verde de Córcega y granito oriental. Los de
Fernando I y Cosme II tienen estatuas de bronce dorado. Tienen un altar de
piedra dura. Detrás del altar se sitúa la Capilla del Tesoro, con algunos vasos
de cristal de roca. El espacio más interesante es la Sacristía Nueva.
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Tumba de Cosme I, en jaspe verde |
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tumba de Fernando |
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Sala principal, sacristía nueva |
El promotor de esta sacristía serán
el cardenal Giulio de Médicis, futuro Papa Clemente VII y León X. En 1520
encargan a Miguel ángel la realización de los diseños. Los problemas políticos
retrasaron las obras y el proyecto con el escultor y Vasari que terminó el
mismo, en 1546.. No tiene la severidad geométrica de la Sacristía Vieja de
Brunelleschi. Miguel Ángel busca el tratamiento a la muerte como un asunto
teatral, creando una obra de grandiosa belleza. El proyecto original tenía
cuatro tumbas majestuosas dedicadas a
Lorenzo el Magnífico, su hermano Guiliano de Médicis; Lorenzo, el duque de
Urbino; y Giuliano, el duque de Nemours: los dos “Magnific” y los dos
“Capitani”. Pero sólo se hicieron dos tumbas las dedicadas a los dos Capitanes.
A la izquierda del altar se encuentra el
Sepulcro de Lorenzo, el duque de Urbino, definido por Vasari como “El
Pensieroso”, por su actitud pensativa. Le acompañan el Crepúsculo y la Aurora.
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La Aurora |
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El Atardecer |
Enfrente la tumba de de Giuliano, el
triunfo de la vida, representado por su coraza y su bastón de mando; a sus
pies, las alegorías del Día y la Noche.
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El Día |
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La Noche |
Tonay interpreta el espacio como la
subdivisión en tres esferas: la de Hades, la terrenal y la celestial, culminada
con la cúpula que se inspira en el Panteón de Roma. La única decoración que hay
es la de La Virgen con el Niño, realizado por Miguel Ángel, ocupando el espacio
que tendría la tumba de “Los Magnifici”, con los patrones de la familia; San
Cosme, a la derecha y San Damián, a la izquierda. Durante unas obras en el año
1975 se descubrió una galería, debajo de la Sacristía, con una curiosa
decoración de dibujos en muros y techo.
Salimos satisfechos por lo visto,
pero yo, enfadado por lo dicho más arriba, al inicio. Dejo fotos, para
constancia de que han sido “robadas”, pese a quien le pese.
Salimos y nos dirigimos por el
mercadillo que había en la Plaza San Lorenzo hacia el Palacio Medici Ricardi.
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Palacio Médici Ricardi |
En su interior destacan, en el primer piso, los imponentes frescos de la
Cabalgata de los Reyes Magos, hechos a tres niveles y donde aparecen
representados Lorenzo el Magnífico y Giuliano.
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Cabalgata de los Reyes Magos |
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El Rey Baltasar. |
Fueron hechos por Benozzo
Bozzoni. La galería es uno de los pocos ejemplos del barroco florentino, con
una bóveda decorada por Luca Giordano que pintó la apoteosis de la familia Médicis.
El exterior es un imponente edificio de forma cúbica, con piedras en forma de
almohadilla de tamaño ascendente, lo que le da aún mayor grandiosidad, cuando
se mira de abajo arriba.
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Galería de Lucca Ghiordano |
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Estatua de San Lorenzo, en su plaza |
En la Plaza San Lorenzo la animación
era ya bastante grande y nos dispusimos a entrar en la Basílica de San Lorenzo.
Abierta al público en determinados momentos; sólo y exclusivamente cuando no
hay misa y, éstas, se suceden de forma normal cada hora, aproximadamente. Sobre
todo en días festivos. Así que el tiempo que se tiene es poco y hay que
aprovecharlo si se quiere ver y fotografiar la gran cantidad de obras de arte
que atesora. Fue construida por Bruneleschi entre 142 y 1438, de estilo
renacentista. Es una iglesia con forma de cruz latina agrandada, con tres naves
y con capillas laterales.
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Nave central de San Lorenzo |
La
nave central tiene mayor altura que las laterales y presenta un arco de medio
punto sostenido por columnas corintias. A mayor altura aparece un muro
perforado que permite la entrada de luz. La cubierta interior es plana, con
casetones decorados y fondo blanco. Sobre las capillas laterales hay óculos de
iluminación.
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Crucifijo de madera |
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El transepto presenta en su frente cinco capillas, con testero
plano. La basílica también posee
algunas maravillosas piezas de arte dignas de admirar: dos púlpitos hechos por
Donatello; un tabernáculo de mármol hecho por Desiderio da Settignano (año
1460); La Anunciación, de Fra Filippo Lippi (1440); El Martirio de San Lorenzo, de Agnolo
Bronzino (1539); El Matrimonio
de la Virgen, de Rosso Fiorentino (1529);
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Púlpito de Donatello |
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Cúpula altar mayor |
un crucifijo de madera, de
Antonio del Pollaiuolo (1460-1470) en la capilla del transepto sur; y Giuseppe e Gesù, de Pietro Annigoni
(1910-1988). El púlpito de
Donatello, su tumba, así como la de otros personajes se encuentran en el
interior, en la zona del transepto.
Salimos
de la Basílica y nos dirigimos hacia el claustro y la Librería Laurentiana. La
Librería estaba cerrada y no pudimos visitarla; se podía ver el exterior de la
misma desde el claustro de San Lorenzo.
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Claustro de San Lorenzo |
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Claustro de San Lorenzo |
Nos hicimos unas fotos en este
claustro, magnífico y que parece despierta poco interés; sin embargo es
bastante bonito, de doble piso y con arcadas de columnas finas. Se utilizó, en
su momento, de lugar funerario. Poco cuidado por los visitantes y poco
vigilado, da lugar a que esté un poco estropeado. Parece que lo que no cuesta
dinero entrar en Florencia, no merece la pena cuidarlo y mantenerlo. Pero es un
claustro bastante interesante de ver y disfrutar.
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La hora de comer., en Florencia |
Llegó
la hora de la comida. Había que reponer fuerzas y así lo hicimos. Buscamos un
sitio donde reparar las fuerzas y descansar hasta nuestra visita a las 15 horas
del Palacio-Museo Vecchio. Lo hicimos en un bar cerca de la Plaza de la
Trinidad, en la Via delle Terme, adonde habíamos llegado buscando que estuviera
abierta la iglesia de SaintMichelle. Nuestro gozo en un pozo. Comimos una buena
ración de pollo asado, no todo iba a ser pizza y panini y cosas de pasta. Una o
dos cervezas, un descanso y a la visita programada para las 15 horas.
Cándido
T. Lorite
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