sábado, 14 de diciembre de 2013

FLORENCIA. 4º DÍA. MÉDICIS. PALACIO VECCHIO. PALACIO PITTI

Para terminar con nuestras visitas a Florencia, que no con nuestra estancia, nos dispusimos el último día de visita para ver lo arriba en el título indicado. Casi nada lo que nos quedaba todavía por admirar. Las cosas tan increíbles que nos quedaban por ver aún. Desayunamos temprano y lo hicimos bien, muy bien. Nos iba a hacer mucha falta.
           
Plano
Dirigimos nuestros pasos por Via Fossi y via dei Giglio hacia
Entrada a las Capillas Medicis
el Palacio de los Médicis. Entramos recién abierto el museo del palacio, sin gente aún y nos encontramos con lo de siempre. NO FOTOS, NO VIDEO, NO, NO, NO, NO, A TODO LO QUE USTEDES SE PUEDAN IMAGINAR. Pero como siempre que me prohíben algo, yo hago lo contrario y saco todas las fotos que puedo de lo prohibido. Contra el vicio de prohibir, la virtud de desobedecer. La entrada cuesta 6€ las personas normales y los jubilados gratuita (3€ me costó la gratuidad). Las pagué, la mía refunfuñando por la “gratuidad” y nos dispusimos a ver el museo. Ni un plano, ni una información, nada. Menos mal que íbamos pertrechados de nuestra propia información. Si no nos comemos un jano como una mano. Deplorable.
Tumba de Giuliano

Tumba de Lorenzo

            Explicaré un poco la visita. Es el mausoleo o tumba de los miembros más jóvenes de la familia Médicis, al igual que los más viejos de la familia se encuentran enterrados en la iglesia de San Lorenzo. Tiene tres recintos: La Capilla de los Príncipes, la del Tesoro y la Sacristía Nueva. La Capilla de los Prícipes fue construida en 1604 por Giovanni de Medici, hijo natural de Cosme I. tiene planta octogonal, con cúpula, según el estilo neoclásico. Las paredes tienen mármoles incrustados y la cúpula tiene frescos de Benyenuti, de 1828. Aquí están enterrados los grandes duques de Toscana, en granito egipcio, jaspe verde de Córcega y granito oriental. Los de Fernando I y Cosme II tienen estatuas de bronce dorado. Tienen un altar de piedra dura. Detrás del altar se sitúa la Capilla del Tesoro, con algunos vasos de cristal de roca. El espacio más interesante es la Sacristía Nueva.


           
Tumba de Cosme I, en jaspe verde

tumba de Fernando

Sala principal, sacristía nueva
El promotor de esta sacristía serán el cardenal Giulio de Médicis, futuro Papa Clemente VII y León X. En 1520 encargan a Miguel ángel la realización de los diseños. Los problemas políticos retrasaron las obras y el proyecto con el escultor y Vasari que terminó el mismo, en 1546.. No tiene la severidad geométrica de la Sacristía Vieja de Brunelleschi. Miguel Ángel busca el tratamiento a la muerte como un asunto teatral, creando una obra de grandiosa belleza. El proyecto original tenía cuatro tumbas majestuosas dedicadas  a Lorenzo el Magnífico, su hermano Guiliano de Médicis; Lorenzo, el duque de Urbino; y Giuliano, el duque de Nemours: los dos “Magnific” y los dos “Capitani”. Pero sólo se hicieron dos tumbas las dedicadas a los dos Capitanes. A la izquierda del altar se encuentra  el Sepulcro de Lorenzo, el duque de Urbino, definido por Vasari como “El Pensieroso”, por su actitud pensativa. Le acompañan el Crepúsculo y la Aurora.
           
La Aurora

El Atardecer
Enfrente la tumba de de Giuliano, el triunfo de la vida, representado por su coraza y su bastón de mando; a sus pies, las alegorías del Día y la Noche.
El Día

La Noche
Tonay interpreta el espacio como la subdivisión en tres esferas: la de Hades, la terrenal y la celestial, culminada con la cúpula que se inspira en el Panteón de Roma. La única decoración que hay es la de La Virgen con el Niño, realizado por Miguel Ángel, ocupando el espacio que tendría la tumba de “Los Magnifici”, con los patrones de la familia; San Cosme, a la derecha y San Damián, a la izquierda. Durante unas obras en el año 1975 se descubrió una galería, debajo de la Sacristía, con una curiosa decoración de dibujos en muros y techo.
            Salimos satisfechos por lo visto, pero yo, enfadado por lo dicho más arriba, al inicio. Dejo fotos, para constancia de que han sido “robadas”, pese a quien le pese.
            Salimos y nos dirigimos por el mercadillo que había en la Plaza San Lorenzo hacia el Palacio Medici Ricardi.
Palacio Médici Ricardi
En su interior destacan, en el primer piso, los imponentes frescos de la Cabalgata de los Reyes Magos, hechos a tres niveles y donde aparecen representados Lorenzo el Magnífico y Giuliano.
Cabalgata de los Reyes Magos


El Rey Baltasar.
Fueron hechos por Benozzo Bozzoni. La galería es uno de los pocos ejemplos del barroco florentino, con una bóveda decorada por Luca Giordano que pintó la apoteosis de la familia Médicis. El exterior es un imponente edificio de forma cúbica, con piedras en forma de almohadilla de tamaño ascendente, lo que le da aún mayor grandiosidad, cuando se mira de abajo arriba.
          
Galería de Lucca Ghiordano
 
Estatua de San Lorenzo, en su plaza
En la Plaza San Lorenzo la animación era ya bastante grande y nos dispusimos a entrar en la Basílica de San Lorenzo. Abierta al público en determinados momentos; sólo y exclusivamente cuando no hay misa y, éstas, se suceden de forma normal cada hora, aproximadamente. Sobre todo en días festivos. Así que el tiempo que se tiene es poco y hay que aprovecharlo si se quiere ver y fotografiar la gran cantidad de obras de arte que atesora. Fue construida por Bruneleschi entre 142 y 1438, de estilo renacentista. Es una iglesia con forma de cruz latina agrandada, con tres naves y con capillas laterales.
Nave central de San Lorenzo
La nave central tiene mayor altura que las laterales y presenta un arco de medio punto sostenido por columnas corintias. A mayor altura aparece un muro perforado que permite la entrada de luz. La cubierta interior es plana, con casetones decorados y fondo blanco. Sobre las capillas laterales hay óculos de iluminación.
Crucifijo de madera





El transepto presenta en su frente cinco capillas, con testero plano. La basílica también posee algunas maravillosas piezas de arte dignas de admirar: dos púlpitos hechos por Donatello; un tabernáculo de mármol hecho por Desiderio da Settignano (año 1460); La Anunciación, de Fra Filippo Lippi (1440); El Martirio de San Lorenzo, de Agnolo Bronzino (1539); El Matrimonio de la Virgen, de Rosso Fiorentino (1529);
Púlpito de Donatello

Cúpula altar mayor

un crucifijo de madera, de Antonio del Pollaiuolo (1460-1470) en la capilla del transepto sur; y Giuseppe e Gesù, de Pietro Annigoni (1910-1988).  El púlpito de Donatello, su tumba, así como la de otros personajes se encuentran en el interior, en la zona del transepto.
Salimos de la Basílica y nos dirigimos hacia el claustro y la Librería Laurentiana. La Librería estaba cerrada y no pudimos visitarla; se podía ver el exterior de la misma desde el claustro de San Lorenzo.
Claustro de San Lorenzo


Claustro de San Lorenzo
Nos hicimos unas fotos en este claustro, magnífico y que parece despierta poco interés; sin embargo es bastante bonito, de doble piso y con arcadas de columnas finas. Se utilizó, en su momento, de lugar funerario. Poco cuidado por los visitantes y poco vigilado, da lugar a que esté un poco estropeado. Parece que lo que no cuesta dinero entrar en Florencia, no merece la pena cuidarlo y mantenerlo. Pero es un claustro bastante interesante de ver y disfrutar.
La hora de comer., en Florencia
Llegó la hora de la comida. Había que reponer fuerzas y así lo hicimos. Buscamos un sitio donde reparar las fuerzas y descansar hasta nuestra visita a las 15 horas del Palacio-Museo Vecchio. Lo hicimos en un bar cerca de la Plaza de la Trinidad, en la Via delle Terme, adonde habíamos llegado buscando que estuviera abierta la iglesia de SaintMichelle. Nuestro gozo en un pozo. Comimos una buena ración de pollo asado, no todo iba a ser pizza y panini y cosas de pasta. Una o dos cervezas, un descanso y a la visita programada para las 15 horas.

Cándido T. Lorite

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