sábado, 1 de abril de 2017

BRUJAS, BÉLGICA. UN PASEO


            Con Buendía Tours cogimos el autobús en Bruselas situado al lateral de la Catedral de San Miguel y Gúdula. Eran las 8,30 de la mañana. El tráfico a esa hora ya era bastante intenso en Bruselas y tardamos en estar en carretera, como decimos en España.
           
Lago del Amor. 

Minnewater
Llegamos a Brujas sobre las 10 de la mañana. Nos pararon el autobús en el parking al efecto situado al efecto en Bargeplein, un lugar tranquilo. De aquí, cruzamos un puente y llegamos hasta el Lago del Amor o  Minnewater. Aquí se nos explicó un poco la historia de la ciudad de Brujas y el porqué se encuentra prácticamente con los mismos edificios que en el siglo XV o XVI. Debido, sobre todo, a la pérdida de poder económico. Algo que sucede en otros muchos lugares que, por suerte para nosotros, conservan los edificios tal y como eran de esa época. Esta explicación se hizo al lado de una de las puertas de entrada a la ciudad, Poertoren. Desde aquí tuvimos una amplia y magnífica visión de Minnewater.
Puerta de entrada aal Beaterio
Llegamos hasta Begijnhuisje, el Beaterio de Brujas.
            Este Beaterio estaba destinado a las viudas y huérfanas de los cruzados, consagrados a hacer bordados y al cuidado de los enfermos. Abrían sobre las 6 horas de la mañana y cerraban sobre las 18 horas de la tarde. Estaba prohibida la entrada a los hombres,
Patio o jardin del Beaterio

Interior del beaterio. Patio
pero si alguno se quedaba rezando en la capilla, no lo iban a echar, claro y…En la actualidad está habitado por descendientes de aquellas primeras personas, sólo habitada por mujeres y, algunas llevan hábito, pro no son monjas. El lugar es encantador, tranquilo y es paso obligado para entrar o salir de la ciudad.
Salida del Beaterio y entrada a Brujas
La salida del Beaterio tiene una de las mejores fotos que se pueden hacer en Brujas del Lago del Amor.
            Seguimos, doblando a la izquierda hacia Walplein.
Plaza Walplein

Primera fábrica de cerveza de Brujas
En esta plaza se encuentra la fábrica de cerveza más antigua de Brujas. Una plaza tranquila, donde al mediodía saborear una fresca cerveza. No es lugar caro. Al fondo de la plaza se encuentra un callejón pequeño, Stoofstraat. Una calle que, hace siglos se utilizaba como zona de baños de la ciudad. Aún conserva azulejos y algún vestigio de los mismos. En este callejón, más que calle se encuentra una tienda pequeña, pero encantadora, que vende chocolate de fábrica. Barato y a buen precio.
           
Hospital de San Juan. Museo

Museo Menling u Hospital
Salimos a la calle Katelinjstraat, giramos a la izquierda y nos encontramos con el Hospital de San Juan. Hoy en día no se utiliza como tal sino como Museo Groeningen y se pueden ver obras de Hans Menling.
Tríptico.
Aquí encontraréis muchas obras maestras, como el tríptico de San Juan Evangelista y San Juan Bautista, así como el Relicario de Santa Úrsula y una botica antigua, para los que hayáis viajado a Valldemosa, en Mallorca, muy parecida a la que se encuentra en el interior de su convento.
           
Iglesia desacralizada. Sala de exposiciones


En la misma calle y cruzando la calle nos encontramos con la Iglesia de Nuestra Señora de Brujas. Cuando estuvimos estaba en restauración en su interior y no pudimos entrar a visitarla. Así llevan, según la guía Laura Cueto, dos años.
Iglesia de Ntra. Sra. de Brujas

Atribuida a Miguel ángel.
Hicimos las fotos por fuera, todoas las que pudimos, tanto a la ida como a la vuelta, más tranquilamente. Y, andando, llegamos a uno de los lugares más bonitos, simples, tranquilos y fotografiados de Brujas. El Puente de San Bonifacio. A sus espaldas se encuentra el Palacio de los Señores  Gruuthuse. Bonito por fuera pero no lo vimos por dentro. Cerrado.
           
Casa de Brujas. La más antigua

Puente de San Bonifacio

Puente de San bonifacio
En el canal que cruza el puente se encuentra una de las casas, de madera, más antiguas de Brujas. Perfectamente conservada, al menos a simple vista. Todo el mundo se hizo infinidad de fotos en el lugar, porque merece la pena hacérselas. En la plaza de Arentshof, encontramos cuatro columnas con cuatro caballos, uno en cada una; representan los caballos a los Cuatro Jinetes del Apocalipsis. Salimos por una puerta muy coqueta a la calle Dijver, un pequeño paseo con árboles hace más ameno el tránsito por ella; el sol empezaba a calentar bastante. Hacía un día espléndido en Brujas, como no conocían desde hace mucho tiempo por estas fechas.
Iglesia de Ntra. Sra. al fondo, de Dijver
           
Muelle del Rosario

Muelle del Rosario

Muelle del Rosario. Al fondo, Belford
Al final de este paseo o alameda pequeña nos encontramos con un recodo en el canal, mundialmente fotografiado; en él se encuentra el Puente de Nepotemucenus, la Casa de España y el Muelle de Coronas de Rosas. Todas las personas, habidas o por haber se han hecho o se harán fotos sentadas en el muro o apoyadas en él, con el fondo precioso de este canal.
Mercado de pescado

Plaza de Curtidores
Además el día de sol, invitaba a ello. Por un lateral de este lugar pasamos a la Plaza de Curtidores y al mercado de pescado de la ciudad. Entramos en la Plaza Burg a través de la calle Blinde-Ezelstraat.
            Una plaza amplia, rodeada de hermosos edificios; a saber que era una plaza amurallada, donde se desarrollaba la vida civil y religiosa de Brujas, es por eso que aquí se encuentra el Ayuntamiento o Stadhuis,
Ayuntamiento de Brujas
un edificio con una fachada espectacular, construido entre los siglos XIV y XV Y que alberga el Gotische Zaal o salón gótico con bóveda de madera. A su izquierda, conforme se mira, se encuentra el palacio de Justicia, con una fachada que llama
Palacio de Justicia
poderosamente la atención, por su cantidad de estatuillas doradas; en su interior tiene una chimenea de alabastro, ordenada hacer por Carlos I. A la derecha, en una esquina y no por eso menos importante se encuentra la Heilig-Bloedbasiliek o Basílica de la Santa Sangre; son en realidad dos iglesias,
Basílica de la Santa Sangre
una en cada planta y donde se guarda una ampolla que, según cuentan, contiene unas gotas de la sangre de Jesús, que se exhibe todos los días a las 14 horas.
            Por la calle Breidelstraat llegamos a la otra plaza importante de Brujas, la plaza Markt.
Plaza Grote Mark y estatua a los héroes
Conocida como Grote Markt, plaza del mercado. Está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es una plaza encantadora. Al norte se encuentran las antiguas casas gremiales, con sus fachadas de colores y tejados a dos aguas, con cafeterías siempre llenas de turistas
Casas gremiales de Grote Mark
. Al lado derecho se encuentra el Palacio de la Provincia o Landhuis,
Palacio de la Provincia
edificio del siglo XIX, neogótico, antiguamente dedicado al comercio de paños. El centro de la Plaza lo ocupa una estatua dedicada a los héroes Jan Breydel y Pieter de Koynick que lucharon contra los franceses en el siglo XIV.
Héroes Jan Breydel y Pieter de Koynick
Y, enfrente de las casas gremiales, al sur se encuentra se encuentra Hallen, con la torre Belfort o campanario de Brujas, con 83 metros de altura y visible desde cualquier lugar de la ciudad.
            Parece que aquí iba a terminar la visita a Brujas; pero no. Lo más importante a esa hora del día, la de la cerveza, teníamos que visitar, sí o sí, el museo de la cerveza, situado en la calle que habíamos utilizado para entrar. Así que, ni cortos ni perezosos, nos fuimos sedientos en busca de cerveza de Brujas o cerveza belga. Da igual.
Entrada al Museo de la Cervezade Brujas

Una pequeña cerveza
Una botella enorme nos estaba esperando, aparte de las degustaciones, a precios asequibles, de distintas marcas de cerveza. Con dos y unos aperitivos tuvimos de sobra para saborear la exquisita cerveza belga, de unas graduaciones que van de 0,5 grados, sin alcohol hasta los 16 grados para los más atrevidos. Un par de ellas, aparte de una grande, muy grande, de graduación “correcta” (12 grados) me metí entre pecho y espalda. Fresquita y buena. Sin prisas, pero sin pausa.
            A la vuelta para el autobús,
Chocolate artesano
paramos en una fábrica de chocolate artesano, con un precio realmente asequible, no el de las tiendas de Bruselas de Godiva y compañía, de 39 euros el hilo y no los 125 euros de Godiva y más.
            La visita a Brujas había terminado. Una ciudad encantadora, anclada en el tiempo, pero al mismo tiempo animada, laboriosa, tranquila. Una ciudad para vivir, si uno fuera belga. Pero soy español y, encima andaluz de Jaén. Ahí es nada.

Cándido T. Lorite


30-03-2017

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