martes, 7 de septiembre de 2010
EN BUSCA DEL DONCEL
Cuando salimos de Alcalá de Henares con la sensación de haber vivido en otra época, nos trasladamos hacia Sigüenza, la ciudad del Doncel. Una ciudad anclada en el tiempo, con sus calles y casas, así como sus palacios e iglesias perfectamente conservados; además, cuando llegamos por la mañana temprano, el pueblo aún dormitaba de las fiestas medievales que se habían celebrado y tanto casas, como calles y plazas se encontraban engalanadas con escudos medievales, dando a la ciudad un carácter marcadamente antiguo. Una sensación magnífica. Íbamos de paso hacia Soria, pero dedicamos a la ciudad todo el tiempo que pudimos, que fue escaso pero bien aprovechado. Además como era temprano el calor no apretaba aún y las caminatas fueron tranquilas.
Desayunamos en un bar de la Plaza Mayor, unos churros calentitos con café y zumos- Había que tomar fuerzas para recorrer la ciudad. La Plaza Mayor de Sigüenza se levantaba ante nosotros con sus setecientos años de antigüedad a las espaldas; estaba enmarcada por la Catedral, casas señoriales, palacios y el ayuntamiento. Una plaza realmente bonita en su austeridad. Subiendo por la calle Mayor, en dirección al castillo de Sigüenza nos encontramos con una iglesia románica del s. XI, la de Santiago, parcialmente derruida, pero con una portada magnífica. La llegada al castillo nos permitió unas vistas maravillosas. Continuamos nuestra visita, guiando nuestros pasos hasta la casa natal del Doncel, en la calle de los Herreros. Al lado de la casa se encuentra la iglesia, asimismo románica de S. Vicente, también del s. XII. La imagen que muestro de ella da idea de la grandeza del románico castellano. Continuando por esta calle llegamos hasta el arco del Portal Mayor, con una imagen de la Virgen del Camino, en hornacina abierta bajo una espadaña, sin campana ahora, pero sí antiguamente, que avisaba de los problemas de esa zona del pueblo en la época medieval baja.
La salida al “arrabal” por la Puerta de Hierro nos condujo hacia los monasterios y conventos que había en las afueras de Sigüenza en las épocas antiguas. La mayoría de ellos a lo largo de las calles Valencia y Villaviciosa, en dónde s encuentran también el Museo Diocesano y la Iglesia de S. Vicente Mártir. Dejamos para el final la visita a la Catedral de Sigüenza, pues abría sus puertas hacia las once de la mañana y como llevábamos andando dos horas por la ciudad, decidimos hacer un alto en el camino, justo enfrente de la Catedral. Un zumo nos devolvió algo de las fuerzas gastadas en la visita y nos adentramos en la Catedral, en busca del Doncel.
Tiene su origen en 1124, en los tiempos de Doña Urraca, siendo obispo de la localidad Bernardo de Agén. Su estilo es románico en su mayoría y gótico en la parte final de su construcción. El románico es transición al cisterciense y es una catedral amplia, con transepto y capilla mayor con girola. En el transepto derecho se encuentra la capilla de S. Juan y Sta. Catalina, conocida como la del doncel; allí se encuentra enterrado Martín Vázquez de Arce, Doncel de Sigüenza, con representación de una estatua en alabastro, en posición semiyacente, leyendo. La tranquilidad de la imagen ha hecho famosa esta estatua, tanto como su composición.
La visita terminó bien entrada la mañana y nos dirigimos hacia Soria.
Cándido T. Lorite García
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