Puente de Alcántara |
Puerta Bisagra |
Fachada Catedral |
Como
era mucha gente, Sagrario- una compañera del grupo-, y yo, nos decidimos a
hacer de guías del personal. Pensamos, de mutuo acuerdo, hacer dos rutas: una,
por calles más empinadas; y, otra, la mía, por zonas mas llanas (cosa casi
imposible en Toledo).
Salimos temprano
de Bailén y paramos a desayunar, llegando a Toledo hacia las 9’45 horas. Cada
grupo siguió su itinerario. Voy a empezar escribiendo sobre el mío; y, a
continuación, el de Sagrario.
Grupo de Cándido, compuesto por, aproximadamente, unas 45 personas. Cogimos las escaleras mecánicas en el parque Safont y saliendo a la derecha, por calle Arrabal, nos dirigimos a la Puerta de Alarcones.
Puerta de Alarcones |
Esta puerta era cerrojo y defensa de la ciudad, junto a la del Sol; si alguien pasaba por ésta, tenía que llegar a la otra. Se le llamó Puerta de Herrerías, Moaguía, Arriffa y data, en principio de la época visigoda, terminada con reminiscencias árabes.
Puerta del Sol y la Luna |
A unos 30 metros,
en la misma calle nos encontramos con la Puerta del Sol. Mudéjar del siglo XIV
y era la entrada directa de la medina a la ciudad. Tiene planta rectangular,
terminada en semicírculo con un arco apuntado sobre columnas y puerta de
herradura. Entre ambos espacios aparece, con forma en fondo, y el emblema de la
Catedral, la imposición del manto a S. Ildefonso, bajo el Sol y la Luna. De ahí
su nombre.
Círculo Nigromántico |
Tiene un círculo
nigromántico, para invocar demonios que, utilizarían cuerpos y almas de
difuntos. Fueron prácticas muy de moda en la época. Ésta es una de las puertas
que atravesó Recaredo, rey visigodo, para hacerse católico durante uno de los
muchos concilios que se hicieron en Toledo.
Continuamos unos metros más abajo y subiendo unas escaleras o rampa, más cómodo, entramos por la puerta de Bib al Mardón, considerada la más antigua de Toledo. A su lado, descubierta, a principios del siglo XXI, discurre una auténtica calzada romana, perfectamente conservada.
Puerta del Barmont |
Ermita del Cristo de la Luz |
Por las rendijas de un muro salía una gran luz. El rey hizo tirar el muro y se encontró una cruz, guardada y tapiada por los musulmanes cunado conquistaron esta ciudad. Derribó el muro, apareciendo la primitiva cruz de Santa Leocadia, mártir. Por ese motivo el rey la llamó Ermita del Cristo de la Luz
Subimos por la calle Cristo de la Luz, y Alfileritos hasta la iglesia de San Nicolás. Sólo la vimos por fuera, pues estaba cerrada, esperando a unos novios casaderos, que después vimos. Por Plaza de la Ropería y Cordonerías, llegamos hasta el Bar La Campana Gorda. Hicimos un alto y nos tomamos un par de cervezas. Algunos, los más sedientos, hasta tres. De ahí, directamente a la Plaza de la Catedral.
Fachada Catedral de Toledo |
El grupo se había ido quedando en diversos espacios y lugares, como loterías, helados y cervecerías. Algo lógico y que sabíamos iba a suceder.
Entrada Museo |
Trasparente |
Retablo Capilla Mayor |
Expliqué lo más
detallado posible la fachada principal de la Catedral Primada de España, la de
Toledo. Y, los que quisieron, pues la entrada era pagada y voluntaria, entraron
a la Catedral. Allí se les dio tiempo suficiente para que, con sus guías y
pinganillos escucharán detenidamente todo aquello que les interesara.
Yo les indiqué, antes, la importancia de la Capilla Mayor, Capilla de San Ildefonso, la de los Reyes Nuevos, la Mozárabe y, algunas del muro sur, como la de San Martín, Epifanía, la de Santiago y Santa Leocadia, etc.
Panorámica de la Sala de los Cardenales |
Y, el famoso Transparente. Muchas cosas por oír y ver para el poco tiempo que les quedaba, antes de la comida.
Capilla de los Reyes Nuevos |
Capilla de San Ildefonsso |
Recogía a los que quisieron estar a la salida, en la Puerta del Reloj. Y de allí al Restaurante que se había elegido, Los Arcos.
Yo, siempre, en todos mis viajes, hago referencia del lugar donde he comido o tapeado, para que mis lectores hagan lo que crean conveniente; y los visiten o no. Diré que, bajo ninguna circunstancia deben de ir a semejante restaurante. De tres pisos, sin ascensor, con problemas para subir y bajar. Un montacargas para platos y demás, inservible, con lo que los camareros subían y bajaban las escaleras de modo frenético, sudorosos, sin la vestimenta adecuada. Un desastre. En cuanto a la comida, un primer plato de arroz; eso he escrito, de arroz: Porque lo que suele acompañar no existía, creo que en ningún plato. Algún trozo de piel de pollo con algo de carne, unos mejillones, sin mejillón en su mayoría. Imaginen, es fácil. De segundo, un codillo que por su aspecto prometía; pero cuando le hincamos el tenedor, las púas del mismo no entraban en la carne. Había sido hecho el día anterior y calentado o recalentado. Duro como el pedernal, incomible. El que pudo disfrutar que levante la mano. Y el postre, helado y un dulce, servidos en platos sucios, sin limpiar que, cuando los vimos, nos dejamos ambas cosas. ¿El café? Abajo en la barra, pequeña y totalmente llena, TOTALMENTE LLENA, de vasos, platos, copas, etc, que hacía imposible tomarse algo. Tuvimos que salir a la calle a tomarlo, el que lo tomó. Mi puntuación las páginas correspondientes fue de 0 en todo. Esta referencia al Restaurante Lois Arcos la coloco en negrita para que se vea bien. Jamás había comido tan mal en ningún sitio. Eso sí 20€ por comensal. Y éramos 110 personas.
Iglesia de Santo Tomé |
Nos dirigimos a
continuación, tranquilamente hacia la Iglesia de Santo Tomé. Allí
coincidiríamos los dos grupos. Unos, los que quisieran entrarían a ver El
Entierro del Señor de Orgaz y los demás, calle Santo Tomé abajo, nos tomaríamos
el café no tomado en el Bar Tristana; unos descansarían en el Parque del
Tránsito, otros admirarían las vistas desde el mirador de este parque y, los
restantes, que quisieran, entraríamos en la Sinagoga del Tránsito, gratis los
sábados a esa hora, las 4 de la tarde.
Sinagoga del Tránsito |
Gran Sala de Oraciones |
La sinagoga del Tránsito es un edificio mudéjar de 23 metros de longitud, 9’5 m de ancho y 17 m de altura. En él destaca la Gran Sala de Oración de forma rectangular, cubierta con una techumbre o armadura de par y nudillo y decorada en la parte superior con aquillos que permiten la entrada de la luz exterior y frisos de yeso policromados, con heráldica, y motivos vegetales, geométricos y epigráficos.
Anexo a la Gran
Sala de Oración aparecen las estancias del Museo Sefardí y la Galería de
Mujeres (planta alta) donde éstas últimas asistían a la liturgia. Ya en el
exterior de la sinagoga, aparecen dos patios, el trasero adosado aa la fachada
del edificio y el denominado “Jardín de la Memoria”, adosado a la fachada
norte.
Vestimenta de gala |
Actualmente el edificio es sede del Museo Sefardí, en recuerdo de la comunidad judía que vivió en la península hasta su expulsión por los Reyes Católicos. La sinagoga fue mandada construir por Samuel ha-Leví. Tesorero mayor del rey Pedo I El Cruel.
Nos encontramos, a
continuación, la Sinagoga de Santa María La Blanca. Yo ya la conocía, pero no
me importaba el volver a ver la belleza de sus columnas y cinco naves, de
planta basílica. Pero el precio y el cansancio, supongo que hicieron desistir a
la mayoría del grupo.
Salimos y por la calle Reyes Católicos llegamos a San Juan de los Reyes. Visita obligada de todos aquellos que se acerquen a esta imperial ciudad. Compramos la entrada, bien abajo que está la taquilla y comenzamos la visita. Su construcción fue encargada a Juan Guas en 1476, siendo un ejemplo del gótico hispano-flamenco, isabelino o flamígero.
Boda en San Juan de los Reyes |
Detalle bóveda |
Vista de los claustros |
Otra más |
Entrada claustro e iglesia |
Detalle artesonado superior |
En todo caso, espectacular. Se empezó después de la batalla de Toro y para ser la sepultura de los Reyes Católicos. Se terminó en 1526, ya con Carlos I. Se dice que cuando la reina Isabel vio la iglesia y lo que se había hecho en ella, le dijo al constructor: “Vaya una mierdica que me has hecho”. Fue un de los motivos por los que terminó siendo enterrada en la Catedral de Granada, en su cripta.
Sufrió la Guerra
de la Independencia y la Desamortización de Mendizábal. Se restaura a finales
del siglo XIX. En la fachada oeste encontramos algo que llama la atención:
cadenas, de los esclavos liberados de Málaga y Granada, que fueron colgados por
los mismos esclavos.
Claistro superior, artesonado |
Al entrar,
encontramos un gran claustro, ya casi renacentista. Tiene dos pisos y esde
planta ochavada con 20 ventanales. El claustro superior tiene un artesonado
mudéjar de nudillo, con los escudos, por todos sitios de los Reyes Católicos y
sus posesiones.
La iglesia es de
una sola nave, grandiosa. Se abren capillas en sus muros laterales y rincones
con una gran diversidad decorativa. Un púlpito de estilo mudéjar isabelino y
las columnas reales. San Juan de los Reyes se ubica en el Monte del Alcohol,
lugar de compra y venta de judíos, moros y cristianos, cuando estaban en
armonía, que eran pocas veces.
Cuando salimos de
San Juan de los Reyes, encaminamos nuestros pasos, recogiendo a todos los que
se habían ido quedando atrás, y llegamos hasta las escaleras mecánicas del
Parque Safont. Allí, nos sentamos, y esperamos tranquilamente la llegada del
resto de los componentes de la excursión.
La otra parte del grupo, bajo la supervisión de nuestra compañera, Sagrario Fernández, se dirigió de inmediato hacia el Puente de Alcántara. Éste se levanta donde el río Tajo se estrecha a su paso por la ciudad, en su parte oriental; a los pies del Castillo de San Servando y al lado de la puerta del mismo nombre. Es una construcción romana levantada en el s. III d.C que se convirtió en zona de paso por el que las calzadas romanas cruzaban el rio y se adentraban en la ciudad.
Reconstruido en
muchas ocasiones, una de ellas en el s. X, por Alef, hijo de Mohomat Alameri en
el año 997, según inscripción. Su nombre actual lo toma de esta época, del
árabe “alcántara” que significa Puente. Fue entrada obligada para todo
peregrino, mercancías y portazgo, labor ésta ejercida por el corregidor y
alcalde de la ciudad. Con Alfonso X tuvo graves desperfectos y fue reconstruido
(s. XIII). Se le hizo un torreón occidental, decorado bajo los Reyes Católicos
y con sus armos de decoración. A comienzos del siglo XX perteneció a la Casa de
Alba, pero le fue expropiado y declarado Monumento Nacional en 1921. Como se
suele decir, este puente es todo un “personaje” de la ciudad.
Desde aquí se trasladaron hasta el Museo de la Santa Cruz.
Portada Hospital |
Fundado por el Cardenal Mendoza, el edificio es singular, porque el hospital incorporaba las ideas sobre la importancia de la higiene, la ventilación y la luz del sol. Con características medievales, muestra su paso hacia un plateresco renacentista, realmente magnífico. Desde aquí y girando a la izquierda por calle Santa Fe, legamos al Museo del Ejército.
Vista desde la Biblioteca |
Entrada |
Nuestro fin era subir hasta la cafetería, tomarnos un café y admirar las soberbias vistas de la ciudad.
Bajamos por Horno de los Bizcochos y Magdalena, buscando la llegada a la Catedral. Nos plantamos delante de la misma y su descripción queda sobradamente plasmada en la entrada anterior.
Retablo |
Cuadro de El Greco |
Al terminar nos dirigimos al Restaurante Los Arcos, del que ya he hecho una reseña sobradamente merecida.
Andando, poco a
poco, llegamos a la judería y allí, admiramos el cuadro del Entierro del Señor
de Orgaz, que no Conde. La historia del señor Gonzalo Ruiz de Toledo, es
sobradamente conocida y escrita en todos los lugares, donde la pintura de El
Greco, sobresale. La narración de su vida y muerte, con la aparición de los
santos San Agustín y San Esteban, cogiéndolo entre ambos para ser llevado a su
sepultura, mientras le decían:Entierro del Conde de Orgaz
“Tal galardón
recibe quien a Dios y a sus santos sirve”
dejando unos aromas celestiales a los allí
presentes. Su pintura y el cuadro han sido desmenuzados hasta los más mínimos
detalles, que no son de colocar aquí.
Salimos
de la iglesia de Santo Tomé y por Lacalle del mismo nombre nos dirigimos hacia
la sinagoga del Tránsito, ya explicada y la sinagoga de Santa María la Blanca.
Presenta una estructura
basilical de cinco naves estrechas, orientadas de este a oeste,
siendo la central más alta que el resto, y separadas por arcadas de grandes
arcos de herradura circulares y no apuntados, lo que denota una cierta
influencia cristiana mozárabe.Sta. Mª la Blanca
Las arcadas de grandes arcos apoyan
sobre columnas octogonales de ladrillo con zócalo de azulejos.
Sobre las arcadas corren arquerías ciegas de arcos lobulados con
decoración en yeso de motivos vegetales y lacerías geométricas, de
acento inconfundible almohade, cuyos nudos forman la estrella de David.
Se cubre con
un artesonado clásico mudéjar de alerce. La armadura de
la nave central es de par y nudillo con remates tallados, siendo
manifiestamente un producto del arte local de la carpintería artística
toledana.
En Santa María La Blanca destaca
sobre todo la incomparable belleza de sus treinta y
dos pilastras, por sus capiteles con ornamentación de
tallos de piñas y volutas en composición romboidal, entre los cuales no existe
uno que sea igual al otro.
En la forma ochavada
de los pilares y la disposición en "sebka" o red e rombos de los
capiteles volvemos a encontrar la aportación del arte almohade.
En esta obra se ha querido ver una divergencia entre la estructura de ladrillo
de muros y pilares y la decoración en yeso que la recubre, como si fueran
producto de distintas manos o bien, la última, algo posterior al edificio,
correspondiendo en tal caso a las obras de restauración llevadas a cabo tras el incendio
aludido de 1250. En cualquier de los dos supuestos es claro que
la obra fue ejecutada por canteros y alarifes musulmanes, y no es, por
tanto, una obra de judíos.
Sea como fuere,
parece probable que se construyó para satisfacer las necesidades
del culto de una comunidad floreciente y en constante aumento a
causa de la afluencia a la ciudad de judíos provenientes de Al-Andalus tras la
invasión almohade. (Notas de TCLM).
Como los dos
grupos íbamos ya juntos, sacamos las entradas a San Juan de los Reyes. Indicar
que vimos una boda, cosa realmente rara, con autos antiguos; visitamos la
iglesia, el claustro y el exterior, como ya ha quedado dicho. Fotos son las
quedan constancia de la visita.
Volvimos sobre
nuestros pasos y cogimos el autobús de vuelta a Bailén. Durante el camino,
tuvimos un contratiempo que alteró la tensión de todos los viajeros. Una de las
ruedas del autobús, reventó; y, a la altura de Consolación, en una parada
obligada, cambiaron la rueda y proseguimos nuestro viaje, llegando algo más
tarde de lo programado.
Al final llegamos al hogar, dulce hogar.
Cándido Lorite
30-09-2023