miércoles, 1 de enero de 2020

PLAZAS DE ROMA.3º DÍA. 2ª PARTE. ROMA DE NUEVO




            Terminamos nuestra visita a las Catacumbas y Via Apia sobre las 14 horas. Nos fuimos dirección al hotel, comimos en la zona y descansamos un poco, antes de comenzar la parte dedicada a la tarde. Las plazas de España, Tritón, Trevi, Panteón y Navona. Unaa ruta realmente preciosa que nos llevó asimismo a la zona de lugares antiguos, llenos de magia y maravillosos recuerdos.
           
Escalñinata a Trinitá

Vistaa de Trinit dei Monti
Comenzamos en la Plaza de España, sobre las 18 horas. Un poco de historia contada a la mujer, sobre la importancia de la misma, sacada de lo que indica internet acerca de ella, junto con alguna anécdota. Saber que se llama así por el Palacio de España, sede de la Embajada de España ante la Santa Sede y la Orden de Malta. Tiene la famosa escalinata hasta Trinitá dei Monte y la Fuente de la Barca. En las escalinatas ya está prohibido sentarse, bajo multa y los carabinieri no se andan con chiquitas, como tampoco la Policía Local. Así que no te sientes.
La escalinata tiene 135 peldaños y fue inaugurada por el Papa Benedicto XII, siendo la construcción a cargo de los Borbones franceses, de 1721 1 1725.
Fuente de la Barca

Fuente de la Barca
Se hizo para conectar la embajada de España con la iglesia Trinta dei Monte y su diseño corrió a cargo de Specchi y De Sanctis; Se eligió la forma de escalinata con terrazas, para así salvar el desnivel del lado del Pincio. Se restauró en 1995.
            La escultura de la Fuente de la Barca, situada al pie de la escalinata es de Bernini, inspirada en la leyenda de la leyenda de un barco hasta la misma plaza debido a la subida del Río Tiber en 1598. 
La belleza de ambas.

La Virgen de la Inmcaludada
La terminó con la ayuda de su hijo Lorenzo Bernini. Superaron las dificultades técnicas producidas por la falta de presión del agua procedente del acueducto de la Vergine, situado muy cerca. Se construyó un barco más bajo que el nivel del  suelo de la calle, rodeando el barco, de cuya proa y popa emergen fuentes de agua, realmente fresca y potable. Así que no comprar agua. Rellenar el botellín en ellas. Os ahorraréis, al menos, 1 euro. Completan la decoración, soles y abejas, símbolos de la familia Barberini.
Ante la Embajada

La Embajada de España ante la Santa Sede
Siempre tiene gente sentada a su alrededor.
En un lateral se encuentra un pequeño monolito con la Inmaculada en su parte superior. Los bomberos le colocan una corona el día 8 de diciembre y el Papa de turno, visita la plaza en honora la festividad. Un honor para los españoles.
            Dirigimos nuestros pasos hacia la Plaza con la Fuente del Tritón. Cogimos por vía De la Propaganda, buscando el acueducto de la Virgene; o los restos que quedan de él, situados dentro de una casa particular. Subimos hacia la plaza Tiitón.
Fuente del Tritón en Barberini
Situada la fuente del mismo en la Plaza Barberini, fue esculpida por Lorenzo Bernini. En ella, aparece el Tritón lanzando un chorro de agua a través de una caracola, sentado en una concha sostenida por cuatro delfines. Una escultura hecha por Lorenzo Bernini. Bajamos por Via del Tritón hasta la Via de la Panetteria; al final giramos a la derecha a Via Arcione y llegamos a la Fontana de Trevi. Como de costumbre, “hasta los ojos” de gente. Casi imposible, no sólo el acercarse a la fuente sino el hacerse una foto medianamente buena y admirar la belleza de la fuente.
Detrás la Fontana de Trevi

Fontana de Trevi

            Todo lo que se diga acerca de esta fuente ya está escrito; en internet, en Google o en cualquier lugar si pones Fontana de Trevi, saldrán miles de enlaces en los que explican su construcción, barroca, su época y el arquitecto que la diseñó e hizo. En consecuencia, yo no voy a poner nada aquí. Salvo el hecho de la tradición. No sé si será cierta o no, pero las dos veces anteriores que echamos una moneda a la fuente, volvimos a la misma por tercera vez;
Esta vez no hubo monedas lanzadas.
así que decidimos no echar moneda, por si acaso. Estuvimos un rato, rellenamos la botella con el agua de la fuente del acqua virgene, fresquita, nos hicimos las fotos de rigor, admiramos su belleza y la restauración realizada y nos dirigimos hacia el Panteón.
            Por Via della Murate, llegamos a la Plaza de Piedra y ahí nos encontramos con el Templo de Adriano.
Templo de Adriano y sus columnas

Templo de Adriano y el suelo original
Actualmente solo se conservan once columnas corintias de quince metros cada una sobre un podio de cuatro metros. Tiene un foso para que se vea como estaba en la antigüedad y cómo ha subido el subsuelo de Roma. Los restos están incorporados a un edificio del s. XVII diseñado por Carlo Fontana, que funcionó como la Bolsa de Roma. Originalmente estaba decorado con relieves que representaban las provincias del Imperio Romano; ahora se encuentran en los Museos Capitolinos, en Plaza del Campidoglio.
Continuamos por la misma calle hasta llegar a la Plaza de la Rotonda, El Panteón es uno de los monumentos mejor conservados de la Antigua Roma. Contemplar sus severas formas clásicas conviviendo con normalidad con edificios de la ciudad moderna produce una extraña sensación de anacronismo.
Plaza de la Rotonda
Y no sin emoción se atraviesan sus enormes batientes de bronce para entrar bajo la cúpula levantada hace 1900 años por el emperador 
Adriano.
El Panteón, anocheciendo

Vista del Panteón por Via Murate.
donde se encuentra ubicado el Panteón.
Este milagro ha sido posible gracias a que el Panteón fue el primer edificio clásico transformado en iglesia. En el año 608 el emperador bizantino Focas (dueño de Roma en aquel momento) se lo ofreció al Papa Bonifacio IV. De este modo, el antiguo templo dedicado “a todos los dioses de Roma” se convirtió en la iglesia de Santa Maria ad martyres, dedicada a los mártires de las persecuciones. Gran cantidad de huesos procedentes de todas las Catacumbas de Roma fueron trasladados a la nueva iglesia.
Aunque el Panteón conserva en su frontispicio el nombre de Agripa (que levantó el primer Panteón en el siglo I), el edificio que hoy contemplamos fue construido por el emperador Adriano en el siglo II. La forma esférica de su interior (la cúpula es una media esfera perfecta) debía reflejar la perfección del Imperio Romano, destinado a durar eternamente.
Frontal del Panteón de Agripa
El Panteón constituye una de las cumbres de la arquitectura romana, perfecto en el equilibrio y armonía de sus formas y en su impecable construcción.
Hoy, además de seguir siendo una iglesia con culto, el monumento cumple la función de panteón real. Contiene las tumbas de los dos primeros reyes de la Italia unificada, y también la tumba del gran pintor renacentista Rafael.
La visita al Panteón es obligada en cualquier visita que se haga a Roma. Está muy céntrico y se puede dedicar desde cinco minutos hasta el tiempo que cada uno quiera. Puedes sentarte fuera, en la escalera de la cruz situada en el centro de la plaza o en cualquier café. Si así lo haces, el café lo puedes pedir a la derecha del Panteón, en un bar, ponen un capuchino por 1’5 euros, realmente exquisito.
Detalle Fuente de los Ríos

Otro detalle

Dejamos la Plaza de la Rotonda y nos dirigimos hacia el fina lde nuestro trayecto, la Plaza Navona. Camino de la misma visitamos la iglesia de San Luis de los Franceses. Aquí se encuentran tres de las obras maestras de Caravaggio, situadas en la capilla Contarelli. En otro momento hablaré de esta famosa iglesia de Roma, imprescindible su visita para los amantes del arte barroco. Y llegamos a la plaza Navona, una de las famosas y conocidas de Roma.
Forma alargada

Restos del estadio de Domiciano
La característica forma alargada de Piazza Navona se debe al estadio de Domiciano (de finales del siglo I), sobre cuyas ruinas se levantaron en la Edad Media casas y palacios. Pero su gran transformación se acometió en época barroca, por voluntad del papa Inocencio X Pamphili (+1655), que tenía en esta plaza el palacio familiar (actual embajada de Brasil) y quiso convertirla en la plaza más espectacular de la ciudad. Hoy es la plaza barroca de Roma por excelencia.
La principal atracción de la Piazza Navona es, sin duda, la Fuente de los Ríos, encargada por Inocencio X a Bernini. La fuente contiene cuatro figuras monumentales, que representan los principales ríos de los cuatro continentes entonces conocidos. Sobre ella, en el centro de la plaza, se levanta un obelisco egipcio, como antiguamente se hacía en los circos romanos (alusión a las ruinas del estadio que dan forma a la plaza).
Detalle Fuente de los Ríos

Majestuosa

Junto a la iglesia se encuentra el otro monumento de gran interés: la iglesia de Santa Agnese in Agone, diseñada por Borromini.
En los extremos de la plaza se disponen simétricamente dos fuentes menores, con esculturas realizadas en el siglo XIX, excepto la figura del moro, en el extremo más alejado del río, realizada por un discípulo de Bernini en el XVII.
La fuente, vista general

La fuente y mi mujer

La Plaza, llena de animación por el trasiego de turistas y por los artistas callejeros que suelen instalarse en ella, se encuentra en el corazón de la Roma medieval. Perderse por las estrechas callejuelas que la rodean es un auténtico placer,
El Pasquinmo, junto a la Plaza
y es un buen lugar para cenar en un restaurante de alguno de sus recónditos y pintorescos rincones.
En los días de Navidad la plaza adquiere nuevo colorido gracias a los puestecillos ambulantes del Mercado de la Befana.
Después de las correspo
ndientes fotos nos dirigimos por Corso di Rinascemiento hasta Corso Vittorio Enmanuelle II y a la altura de la Plaza del mismo nombre, cogimos el autobús 40, que nos dejó en Termini y de allí al metro y al hotel.Otro día de larga caminata, pero necesaria para poder ver 5 de las plazas más famosas de Roma.
Ducha, cena y cama reparadora.
Cándido Lorite
20-10-2019

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