Terminamos nuestra visita a las Catacumbas y Via Apia
sobre las 14 horas. Nos fuimos dirección al hotel, comimos en la zona y
descansamos un poco, antes de comenzar la parte dedicada a la tarde. Las plazas
de España, Tritón, Trevi, Panteón y Navona. Unaa ruta realmente preciosa que
nos llevó asimismo a la zona de lugares antiguos, llenos de magia y
maravillosos recuerdos.
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Escalñinata a Trinitá |
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Vistaa de Trinit dei Monti |
Comenzamos en la Plaza de España, sobre las 18 horas. Un
poco de historia contada a la mujer, sobre la importancia de la misma, sacada
de lo que indica internet acerca de ella, junto con alguna anécdota. Saber que
se llama así por el Palacio de España, sede de la Embajada de España ante la
Santa Sede y la Orden de Malta. Tiene la famosa escalinata hasta Trinitá dei
Monte y la Fuente de la Barca. En las escalinatas ya está prohibido sentarse,
bajo multa y los carabinieri no se andan con chiquitas, como tampoco la Policía
Local. Así que no te sientes.
La escalinata tiene 135
peldaños y fue inaugurada por el Papa Benedicto XII, siendo la construcción a
cargo de los Borbones franceses, de 1721 1 1725.
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Fuente de la Barca |
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Fuente de la Barca |
Se hizo para conectar la
embajada de España con la iglesia Trinta dei Monte y su diseño corrió a cargo
de Specchi y De Sanctis; Se eligió la forma de escalinata con terrazas, para
así salvar el desnivel del lado del Pincio. Se restauró en 1995.
La escultura de la Fuente de la Barca, situada al pie de
la escalinata es de Bernini, inspirada en la leyenda de la leyenda de un barco
hasta la misma plaza debido a la subida del Río Tiber en 1598.
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La belleza de ambas. |
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La Virgen de la Inmcaludada |
La terminó con la ayuda de su hijo Lorenzo
Bernini. Superaron las dificultades técnicas producidas por la falta de presión
del agua procedente del acueducto de la Vergine, situado muy cerca. Se
construyó un barco más bajo que el nivel del
suelo de la calle, rodeando el barco, de cuya proa y popa emergen fuentes
de agua, realmente fresca y potable. Así que no comprar agua. Rellenar el
botellín en ellas. Os ahorraréis, al menos, 1 euro. Completan la decoración,
soles y abejas, símbolos de la familia Barberini.
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Ante la Embajada |
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La Embajada de España ante la Santa Sede |
Siempre tiene gente sentada a
su alrededor.
En un lateral se
encuentra un pequeño monolito con la Inmaculada en su parte superior. Los bomberos
le colocan una corona el día 8 de diciembre y el Papa de turno, visita la plaza
en honora la festividad. Un honor para los españoles.
Dirigimos nuestros pasos hacia la Plaza con la Fuente del
Tritón. Cogimos por vía De la Propaganda, buscando el acueducto de la Virgene;
o los restos que quedan de él, situados dentro de una casa particular. Subimos
hacia la plaza Tiitón.
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Fuente del Tritón en Barberini |
Situada la fuente del mismo en la Plaza Barberini, fue
esculpida por Lorenzo Bernini. En ella, aparece el Tritón lanzando un chorro de
agua a través de una caracola, sentado en una concha sostenida por cuatro
delfines. Una escultura hecha por Lorenzo Bernini. Bajamos por Via del Tritón
hasta la Via de la Panetteria; al final giramos a la derecha a Via Arcione y
llegamos a la Fontana de Trevi. Como de costumbre, “hasta los ojos” de gente.
Casi imposible, no sólo el acercarse a la fuente sino el hacerse una foto
medianamente buena y admirar la belleza de la fuente.
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Detrás la Fontana de Trevi |
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Fontana de Trevi |
Todo lo que se diga acerca de esta fuente ya está
escrito; en internet, en Google o en cualquier lugar si pones Fontana de Trevi,
saldrán miles de enlaces en los que explican su construcción, barroca, su época
y el arquitecto que la diseñó e hizo. En consecuencia, yo no voy a poner nada
aquí. Salvo el hecho de la tradición. No sé si será cierta o no, pero las dos
veces anteriores que echamos una moneda a la fuente, volvimos a la misma por
tercera vez;
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Esta vez no hubo monedas lanzadas. |
así que decidimos no echar moneda, por si acaso. Estuvimos un
rato, rellenamos la botella con el agua de la fuente del acqua virgene,
fresquita, nos hicimos las fotos de rigor, admiramos su belleza y la
restauración realizada y nos dirigimos hacia el Panteón.
Por Via della Murate, llegamos a la Plaza de Piedra y ahí
nos encontramos con el Templo de Adriano.
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Templo de Adriano y sus columnas |
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Templo de Adriano y el suelo original |
Actualmente solo se conservan once
columnas corintias de quince metros cada una sobre un podio de cuatro metros.
Tiene un foso para que se vea como estaba en la antigüedad y cómo ha subido el
subsuelo de Roma. Los restos están incorporados a un edificio del s. XVII
diseñado por Carlo Fontana, que funcionó como la Bolsa de Roma. Originalmente
estaba decorado con relieves que representaban las provincias del Imperio
Romano; ahora se encuentran en los Museos Capitolinos, en Plaza del
Campidoglio.
Continuamos
por la misma calle hasta llegar a la Plaza de la Rotonda,
El Panteón es uno de los
monumentos mejor conservados de la Antigua Roma. Contemplar sus severas formas
clásicas conviviendo con normalidad con edificios de la ciudad moderna produce
una extraña sensación de anacronismo.
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Plaza de la Rotonda |
Y no sin emoción se atraviesan sus
enormes batientes de bronce para entrar bajo la cúpula levantada hace 1900 años
por el emperador Adriano.
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El Panteón, anocheciendo |
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Vista del Panteón por Via Murate. |
donde se encuentra
ubicado el Panteón.
Este milagro ha sido posible gracias a que el Panteón fue el primer
edificio clásico transformado en iglesia. En el año 608 el emperador
bizantino Focas (dueño de Roma en aquel momento) se lo ofreció al Papa
Bonifacio IV. De este modo, el antiguo templo dedicado “a todos los dioses de
Roma” se convirtió en la iglesia de Santa Maria ad martyres, dedicada a los
mártires de las persecuciones. Gran cantidad de huesos procedentes de todas las
Catacumbas de Roma fueron trasladados a la nueva iglesia.
Aunque el Panteón
conserva en su frontispicio el nombre de Agripa (que levantó el primer Panteón en
el siglo I), el edificio que hoy contemplamos fue construido por el
emperador Adriano en el siglo II. La forma esférica de su interior (la cúpula es una
media esfera perfecta) debía reflejar la perfección del Imperio Romano,
destinado a durar eternamente.
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Frontal del Panteón de Agripa |
El Panteón constituye una de las cumbres de la arquitectura
romana, perfecto en el equilibrio y armonía de sus formas y en su impecable
construcción.
Hoy, además de seguir siendo una iglesia con culto, el monumento cumple la
función de panteón real. Contiene las tumbas de los dos primeros reyes de la Italia unificada, y
también la tumba del gran pintor renacentista Rafael.
La visita al Panteón es obligada en cualquier visita que se haga a Roma.
Está muy céntrico y se puede dedicar desde cinco minutos hasta el tiempo que
cada uno quiera. Puedes sentarte fuera, en la escalera de la cruz situada en el
centro de la plaza o en cualquier café. Si así lo haces, el café lo puedes
pedir a la derecha del Panteón, en un bar, ponen un capuchino por 1’5 euros,
realmente exquisito.
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Detalle Fuente de los Ríos |
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Otro detalle |
Dejamos la Plaza de la Rotonda y nos dirigimos hacia el fina lde nuestro
trayecto, la Plaza Navona. Camino de la misma visitamos la iglesia de San Luis
de los Franceses. Aquí se encuentran tres de las obras maestras de Caravaggio,
situadas en la capilla Contarelli. En otro momento hablaré de esta famosa
iglesia de Roma, imprescindible su visita para los amantes del arte barroco. Y
llegamos a la plaza Navona, una de las famosas y conocidas de Roma.
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Forma alargada |
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Restos del estadio de Domiciano |
La característica forma alargada de
Piazza Navona se debe al estadio de Domiciano (de finales del
siglo I), sobre cuyas ruinas se levantaron en la Edad Media casas y palacios.
Pero su gran transformación se acometió en época barroca, por voluntad del
papa Inocencio X Pamphili (+1655), que tenía en esta plaza el palacio
familiar (actual embajada de Brasil) y quiso convertirla en la plaza más
espectacular de la ciudad. Hoy es la plaza barroca de Roma por excelencia.
La principal atracción de la Piazza
Navona es, sin duda, la Fuente de los Ríos, encargada por
Inocencio X a Bernini. La fuente contiene cuatro figuras monumentales, que representan los
principales ríos de los cuatro continentes entonces conocidos. Sobre ella, en
el centro de la plaza, se levanta un obelisco egipcio, como antiguamente se
hacía en los circos romanos (alusión a las ruinas del estadio que dan forma a
la plaza).
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Detalle Fuente de los Ríos |
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Majestuosa |
Junto a la iglesia se encuentra el otro
monumento de gran interés: la iglesia de Santa Agnese in Agone, diseñada por
Borromini.
En los extremos de la plaza se disponen
simétricamente dos fuentes menores, con esculturas realizadas en el siglo XIX, excepto
la figura del moro, en el extremo más alejado del río, realizada por un
discípulo de Bernini en el XVII.
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La fuente, vista general |
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La fuente y mi mujer |
La Plaza, llena de animación por el
trasiego de turistas y por los artistas callejeros que suelen
instalarse en ella, se encuentra en el corazón de la Roma medieval. Perderse por las
estrechas callejuelas que la rodean es un auténtico placer,
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El Pasquinmo, junto a la Plaza |
y es un buen lugar
para cenar en un restaurante de alguno de sus recónditos y pintorescos
rincones.
En los días de Navidad la plaza adquiere
nuevo colorido gracias a los puestecillos ambulantes del Mercado de la Befana.
Después de las correspo
ndientes fotos
nos dirigimos por Corso di Rinascemiento hasta Corso Vittorio Enmanuelle II y a
la altura de la Plaza del mismo nombre, cogimos el autobús 40, que nos dejó en
Termini y de allí al metro y al hotel.Otro día de larga caminata, pero
necesaria para poder ver 5 de las plazas más famosas de Roma.
Ducha, cena y cama reparadora.
Cándido Lorite
20-10-2019