viernes, 8 de mayo de 2015

CÓRDOBA. PATRIMONIO DE LA HUMANIDInAD (1)

Por la mañana temprano nos levantamos y por la calle Diario de Córdoba nos desplazamos hasta un bar cercano, que ya habíamos visto el día anterior, con chocolate y churros. Nos tomamos una buenos “jeringos” como dicen en Córdoba.
Plano de Medina Azahara

Vista general
Cogimos el coche y nos fuimos hasta Medina Zahara. Dejamos el coche en el aparcamiento y nos dispusimos a ver el documental dónde explican detenidamente, como era la vida en la ciudad a visitar. Mucha imaginación hay que echarle al asunto, pues está muy deteriorada. Durante años, la ciudad de Medina ha sufrido el expolio de sus piedras para la construcción de las casas y cortijos que la circundan.
Salón de Abderramán

Salón de Abderramán, en restauración.
Hoy en día se encuentra en restauración una de los edificios más emblemáticos, el Salón donde recibía el califa a los embajadores de los países que visitaban la ciudad de Córdoba. Muchos de ellos, cristianos.
            El autobús que hace de lanzadera nos dejó a las puertas del complejo. La entrada para los habitantes de la UE es gratis, así como el autobús. Una forma de evitar el que los coches suban hasta la misma entrada, pues hay poco espacio.
           
Tres partes o terrazas

Salón alto
Entrada al recinto
Explanada de entrada al recinto.

Salón alto.
Medina Azahara, la fastuosa y misteriosa ciudad que Abd-al Rahman III mandó construir a los pies de Sierra Morena, a ocho kilómetros de Córdoba capital, encierra, incluso en su nombre, historias legendarias. La tradición popular afirma que, autoproclamado Abd al-Rahman III califa en el 929 d.C., y tras ocho años de reinado, decidió edificar una ciudad palatina en honor a su favorita, Azahara.
Salón rico

            Se dispone la ciudad en tres terrazas rodeadas por una muralla, situado el Alcázar real en la más superior y la intermedia. La zona más baja se reservó para viviendas y la mezquita, edificada extramuros. Las fuentes históricas apuntan a la participación de unas diez mil personas que trabajaban diariamente en su construcción.
Detalle de entrada

Arco principal de entrada

            Parte del alcázar tenía carácter público y era donde se sucedían las visitas oficiales. En la parte más alta se sitúa el Salón Alto, dispuesto en cinco naves con arcadas. Más abajo se encuentra el Salón Rico. La estancia se divide en tres naves con arcos de mármol rojo y azulado, siendo las laterales ciegas y, abierta la central. La decoración de ataurique (motivos vegetales labrados) y la riqueza e los materiales han configurado el nombre del engalanado recinto, completado con baños y abierto al Jardín Alto, de gran hermosura. Se desarrolla este jardín en
Mezquita, en las afueras
cuatro zonas, quedando el punto de intersección ocupado por un pabellón y cuatro albercas.
Salones del palacio

Viviendas de los criados
Una de éstas, la enfrentada al Salón Rico ha pasado a la leyenda por cobijar en su interior mercurio y bañar el grandioso recinto con destellos de mil colores. Un complejo de calles en rampa empinada nos conducen al gran pórtico oriental, por donde accedían las grandes embajadas que recibía el califa. Delante del mismo se abría una gran plaza en la que se concentraban las tropas y el personal de las ceremonias protocolarias. A extramuros de la medina se emplazó la mezquita, levantada en poco más de un mes. 
Salón principal

Horno para elpan.

Este solemne recinto sufrió grandes destrozos a través de las sucesivas guerras que asolaron al-Andalus a principios del siglo XI, transformando en ruinas Madinat al-Zahra. El esfuerzo por crear una ciudad ideal tan sólo duró setenta años, efímera vida para la que fuera "favorita" del primer califa. (de la página de Turismo Córdoba).

            Salimos de la ciudad sobre las 1 de la tarde. Cogimos el coche y nos fuimos hacia el hotel. Comimos cerca .
Subida al Cristo de los Faroles

Calle Bailio.
A las 4’45, más o menos, estábamos andando, dispuestos a hacernos la ruta de las iglesias cofradieras de la parte alta de la ciudad, camino del Cristo de los Faroles. Por Alfaros y Bailio llegamos hasta las escaleras que dan acceso a la plaza. El Cristo de los Faroles se encuentra en restauración, cosa que no sabíamos. Así que visitamos la capilla de Sta. Catalina. Bajamos hacia Santa Marina y allí nos encontramos con la iglesia del mismo nombre. Su descripción es:
Se iniciaron las obras hacia finales del siglo XIII y es, junto a Santa maría magdalena una de las iglesias más antiguas de Córdoba, de las denominadas fernandinas.
Torre de la muralla
Tiene elementos protogóticos, mudéjares y tardorrománicos.
Santa Marina desde Manolete

Fachada principal de Sta. Marina
Su conservación actual hace que estos elementos sean visibles. Su fachada principal, de aspecto sólido, está caracterizada por cuatro potentes y asimétricos contrafuertes, rematados en pináculos, que marcan la separación de las naves. La torre campanario se adosa en el siglo XVI, a la derecha de la misma iglesia, por Hernán Ruiz el Joven.
Delante de la iglesia se encuentra una escultura realizada en honor al diestro local, Manolete. De gran realce y extraordinarios trazos.
Llamando al Palacio de Viana. Cerrado.
Seguimos andando por Santa Isabel hasta la Plaza de Don Gome. Esta si que es una situación que no esperaba encontrar en Córdoba. El Día de Andalucía y el Palacio de Viana estaba cerrado al público por la tarde. ¿Es que los turistas no pueden visitarlo en una tarde apacible cordobesa, siendo además el día que era? Intentamos consultar lo horarios y vimos que el domingo por la tarde solo se abre hasta las 3 de la tarde. Y dice: Consultar festivos. Pero no se pone nadie al teléfono. Una pena. Lo veremos seguramente para las fiestas de Los patios, en el mes de Mayo.
San Agustín. Córdoba

Detalle entrada San Agustín.
Continuando por Baja de Don Gome llegamos a la Plaza de las Beatillas. Allí nos encontramos la iglesia de San Agustín, en la plaza de su nombre. Se comienza a construir allá por 1328, estando terminada su capilla mayor en 1335. Se terminó hacia el siglo XVII.
Interior de San Agustín

Interior de San Agustín
La fachada tiene un cuerpo de dos torres, con campanarios. Durante la ocupación francesa sufrió graves deterioros y saqueos. Actualmente se encuentra en restauración con todo su patrimonio repartido en otras iglesias.
Agua fresquita

San Rafael.
Por calle Pozanco y Custodio llegamos a San Rafael, con una plaza muy coqueta. ¡Ah! Una fuente de agua fresca, adosada a una casa particular tiene un agua fresquita, fresquita. Con la tarde de calor que hacía vino muy bien para saciar la sed y el calor que llevábamos. La iglesia tiene una fachada neoclásica, la última que se hace en Córdoba;
Cristo en San Rafael
tiene en su interior la imagen del arcángel de 1735 y lienzos de Acisclo Palomino del siglo XVIII. En el altar mayor un baldaquino tiene la imagen del titular de la iglesia, San Rafael.
San Lorenzo.
Seguimos por Roales hasta San Lorenzo, una iglesia construida sobre una  mezquita y una iglesia visigoda. Se construye durante el siglo XIII y es la última de las llamadas iglesias fernandinas. Tiene un porche con tres vanos con arcos apuntados y un rosetón, de los más importantes de la época, gótico-mudéjar.
Interior de San Lorenzo

Interior de San Lorenzo.
El retablo del altar mayor tiene episodios de la vida del santo titular. El artesonado es de lacería mudéjar. Es BIC desde el año 1985. Y seguimos nuestro camino.
Cautivo de San Andrés

San Andrés

Lateral de San Andrés

Andando, andando por Santa María de Gracia, llegamos hasta San Andrés. Iglesia fernandina fundada entre los siglos XIII y XV. Lo más destacado es la portada lateral del siglo XV, la torre renacentista y el altar mayor. BIC desde 1985, alberga en su interior las imágenes de “Los Gitanos” y el Buen Suceso. Por calle Villalones llegamos al Palacio Orive.
Casa de los "Villalones" u Orive
Llamado también “Casa de los Villalones”, es un singular edificio renacentista, ubicado en el centro histórico de Córdoba, obra del arquitecto Hernán Ruiz II, en 1560. Alberga en su interior, para disfrute público hoy en día, de un magnífico jardín.
Entrada a Pl. Corredera
Se atraviesa para llegar, dando la vuelta, a la Plaza de la Corredera, por su entrada de la capilla del Rosario.
En el jardín de los Orive

Seguimos por calle Tomillo y Armas y llegamos a una plaza emblemática en Córdoba, la Plaza del Potro. Aparece citada por Miguel de Cervantes, del que se dice que llegó hasta aquí  y en la hospedería se alojó.
Plaza del Potro
Llamada así por la fuente situada en el centro de la misma con un potro situado en la parte superior; aunque realmente su nombre se cree que se debe a la feria de ganado caballar que se celebraba en la Edad media en ese lugar cordobés y de ahí su nombre. Tiene un hospital antiguo y el museo de pintura de Julio romero de Torres, gran pintor cordobés. Dejó su casa para que fuera utilizada como museo.
Córdoba de noche
Desde aquí y siguiendo la ribera, cruzamos de nuevo el Puente Romano para dirigirnos hacia un lugar, donde nos esperaba una guía que nos enseñaría Córdoba de noche y algunos de sus rincones nocturnos. Un poco cara para lo que vimos. Lo podríamos haber hecho sin necesidad de guía, pues pensábamos en otra cosa realmente diferente a lo que nos enseñó. Eso sí, con mucho mimo y dedicación, todo hay que decirlo. Fue mejor la compañía de la guía que la misma exposición. Además coincidió, casi exactamente con el recorrido que habíamos hecho durante toda la tarde. Vimos de nuevo, casi todo lo visto, aunque ahora de noche y andando de nuevo. Un cansancio terrible. Más 6 horas andando por Córdoba.
Una pequeña plaza nocturna

Calle y la Mezquita Catedral al fondo

Nos llevó al otro lado del río, al lado del arcángel San Rafael; luego vimos una mezquita nocturna, parte del barrio judío, la plaza del Potro, de nuevo. Callejeando por los mismos lugares que habíamos visto, llegamos de nuevo a La plaza de la Corredera y de aquí a la Plaza de Las Tendillas. Lo dicho, un viaje de ida y vuelta. Eso sí, acompañados por una pareja, en la que al terminar la ruta, no conocimos el timbre de voz del muchacho. Tímido que era. Natural de Melilla.
Una fuente escondida.

Un palacio escondido. Iglesia
Menos mal que no todos los melillenses no son iguales, sino la ciudad sería un tormento.
Plaza del Potro, nocturna
Y no, no tenía ningún problema en la voz, pues al final se lo pregunté y me respondió la pareja, él no; que no hablaba mucho, que no era muy hablador. Jajajajajjaja. Vamos que nos quedamos con las ganas de oír su voz.
Como se verá, cenamos rápido y a la cama. Los pies ni los sentía. Joder que día de andar. Al día siguiente nos levantamos tarde, como no podía ser de otra manera y nos volvimos para Bailén. Hogar, dulce hogar.

Cándido T. Lorite

lunes, 4 de mayo de 2015

CÓRDOBA. PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

Puente de Andalucía. Un 28 de febrero y nos plantamos en Córdoba procedentes de Sevilla. Una mañana espléndida nos recibió, como se suele decir a los sones del Himno de Andalucía. Pronto llegamos al hotel, cercano a la Plaza de la Corredera.
Restos romanos en el hotel.
Como se portaron muy bien con nosotros, diré el nombre del mismo, Patios de Córdoba.
Restos romanos en el hotel.
Nos llevamos una sorpresa muy agradable, aunque ya lo había visto a través de internet, en la página del hotel. Las vistas en el mismo hotel de los pocos restos romanos que existen en la ciudad. Bastantes de ellos se encuentran en el suelo del hotel y se pueden admirar tranquilamente, pues el hotel ha sabido conservar, perfectamente, lo antiguo y mezclarlo, con la comodidad de lo nuevo.
            Dejamos el coche y nos dispusimos a visitar el Alcázar de los Reyes Católicos.
Vista lateral del Alcázar Cordobés
Como era el Día de Andalucía,
Gruta

Restos romanos en el Alcázar cordobés
la entrada al mismo era gratuita. Había mucha gente, pero se pudo visitar con bastante tranquilidad. Todos los espacios estaban abiertos y a disposición del público.
       Los jardines del Alcázar lindan con las Caballerizas Reales, fundadas por orden de Felipe II en 1570. Ocupan una gran extensión de 55.000 m2 al sur del Alcázar donde anteriormente se encontraba la huerta real, y son de nuevo trazado, pues se remodelaron en el siglo XX. En el trazado destaca un eje longitudinal creado por albercas rectangulares, utilizadas antiguamente para regar las huertas, a cuyos lados hay alineaciones de naranjos y parterres de flor. Había rosales y pensamientos o violas tricolor.
Cipreses perfectamente alineados
Hay un contraste perfecto entre lo ordenado de las formas geométricas con las masas arbustivas de flores de aspecto más informal y silvestre.
Jardines

Jardines altos
 
Foto para la posteridad

Alberca longitudinal

Vista de los jardines del alcázar

            La parte baja es lo que se llama el Jardín Medio. Es donde se encuentra la grupo escultórico de los Reyes Católicos con Cristóbal Colón. La alineación de cipreses era perfecta. Aporta mucha monumentalidad al conjunto y crea unas perspectivas espectaculares. En los cuadros de plantación con bordura de boj hay plantaciones de flores de todos los tipos.
            En el año 1994 la mitad del sur del centro histórico de Córdoba fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Actualmente se celebran obras civiles en los jardines, que los iluminan por la noche. 
Los Reyes Católicos y Colón
         
El jardín y la belleza de mi mujer.
   Terminamos la visita subiendo a la parte alta, sin llegar a subir a la torre. Demasiada gente subiendo y bajando, entre el griterío de los niños. Alguien debería indicarles que hay que saber comportarse en ciertos lugares; sobre todo si hay mucha gente a la que se puede molestar.
            Nos dispusimos a caminar hacia el hotel; bordeamos la Mezquita-Catedral, esa que algunos quieren que se pueda utilizar como rezo para el musulmán. No aprenderemos nunca que el buenismo en religión, como en política, no existe. Si ellos no nos permiten a los católicos (no solo no nos permiten, sino que nos matan), ejercer y rezar como tales en su países, ¿por qué hemos de permitir a ellos hacerlo en el nuestro? Lo dicho, no aprenderemos nunca.
Calle de Córdoba


Calle de Córdoba

            Entramos en la judería y por las calles Deanes, Blanco Hernández, Juan Valera, Sta. Victoria, Pompeyos  llegamos al hotel en diario de Córdoba. Al lado del mismo, en un restaurante muy conocido en la zona, comimos y nos fuimos a descansar. Nos levantamos descansados y retomamos la visita a la ciudad. Como teníamos la visita  a la mezquita Catedral nocturna decidimos dar un paseo por Córdoba, sin prisas, pero sin pausas. El título de ¿llana?
¿Llana?

¿Llana?
Viene a cuento porque desde el rio hasta la Plaza de las Tendillas, la ciudad es un continuo subir, en cuesta. Que luego hay que bajar. Por Claudio Marcelo estuvimos viendo las ruinas romanas que se descubrieron en la ciudad cuando se hicieron las obras de edificación del nuevo ayuntamiento. A alguien se le ocurrió poner allí una serie de columnas, que los turistas han terminado por creer que estaban allí, desde la época romana. Nada más incierto. Se descubrieron en el subsuelo parte de la ciudad antigua, que queda a la vista de los turistas y paseantes, y colocaron las columnas para darle un cierto aire de templo romano a lo que allí quedaba. Queda bonito, pero no es original. Las cosas claras.
¿Ruinas romanas?

            Subimos la cuesta hasta la Plaza de las Tendillas y allí nos encontramos con la estatua del Gran Capitán, Fernández de Córdoba. Tiene una cabeza muy epqueña, en comparación con el cuerpo. La explicación de una guía nocturna, que tuvimos el domingo por la noche, nos dijo que se la hicieron así, por semejanza a la del Gran Lagartijo, torero cordobés, por no se conocía la cabeza del Gran Capitán. Cosa que no es cierta.
El Gran Capitán

Plaza de Las Tendillas.
La cabeza fue arrancada por gamberros, o por quien fuera; se la quedó en su casa o la destrozarían. La cuestión es que le hicieron una más pequeña que es el “hazmerreir” de la gente que la ve. Una cosa es lo que te cuentan y otra lo que sucedió realmente y dicen los cordobeses.
            La Plaza de las Tendillas es el centro comercial de la Córdoba moderna. Llamada así por ser el lugar donde se ponían en la antigüedad las tiendas pequeñas; estaba en el extrarradio, pero con los años se convirtió en el centro de la ciudad. Bajamos por Jesús María, sin desviarnos un ápice hasta toparnos con la Mezquita Catedral.
Triunfo de San Rafael. Custodio de Córdoba
La sorteamos y llegamos hasta el Triunfo de San Rafael. Una especie de monumento típico cordobés, dedicado al Arcángel San Rafael, custodio que no patrón, de la ciudad. Es quizá, junto al que existe en el Puente Romano, de los más conocidos, entre los diez existentes en la ciudad.
            Nos adentramos en el Puente Romano.
Arco al lado del Puente Romano.
Ha sufrido en los últimos años un cambio que, a muchos turistas, incluido un servidor, no le gusta. Hubiera bastado con lo que se hizo: Una limpieza en profundidad del puente y de sus aledaños; prohibición de circulación por el puente y cuidado diario del mismo. ¿A qué cambiar, dejando en el subsuelo, debajo, las piedras originales?
Vista de la Mezquita Catedral y Puente romano

Torre de La Calahorra

Una calzada romana moderna.
Si han durado siglos, ¿por qué no iban a durar otros tantos? En este lugar se encuentra un arco, no original de ninguna época. Moderno, aunque con los pilares antiguos, aunque da el pego bastante bien. Nos hicimos las fotos de rigor, entre nosotros y al río, bastante menguado de agua. Nos dirigimos hacia el otro lado, hacia la Torre de La Calahorra. Declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1931.
Noria árabe en el río guadalquivir
Fue reformada por Enrique II de Trastamara para defenderse de su hermano Pedro I de Castilla. A las dos torres existentes se le añade una tercera, unidas por dos cilindros con la misma altura. El conjunto queda muy defensivo, como era el lugar, puerta de entrada a Córdoba. Fue restaurada, arreglada y limpiada en el año 2007 ella y su entorno, con un gasto de más de 2’5 millones de euros.
Empezando a anochecer sobre la Mezquita Catedral

            Volvimos al lado de la Mezquita Catedral porque a las nueve de la noche teníamos un pase nocturno al interior de la misma. Un poco cara. No nos permitieron hacer fotos, cosa rara, pues si lo permiten de día, ¿por qué no de noche? El espectáculo del interior de la Mezquita Catedral iluminada por tenues luces fue realmente impresionante. La visión que teníamos de ella, de día, era totalmente diferente de noche, aún siendo la misma. Mereció la pena gastarse el dinero que nos costó.
Mezquita Catedral

Mezquita Catedral

Torre de la Mezquita Catedral

Torre mezquita Catedral. Córdoba

Palmera de Patio Naranjos

Interior Mezquita Catedral

Mezquita Catedral

Mezquita Catedral

Mezquita Catedral

Mezquita Catedral

Detalle

            A la salida, cansados, cogimos un taxi que nos llevó hasta el hotel. En la Plaza de La Corredera, en un bar abierto, de los que había, cenamos tranquilamente. A eso de las 12 de la noche estábamos descansando en nuestra habitación.
Bar para cerveza

Plaza para cenar
Al día siguiente nos esperaba un día duro de andar.
     



Cándido T. Lorite