Un buen
desayuno, de esos que dan en paradores de España, nos dio los suficientes
ánimos para afrontar el día que nos esperaba en León, complemento de la
tarde-noche anterior.
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Catedral León |
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Con la catedral al fondo |
Con un taxi que cogimos enfrente del
Hostal nos dirigimos hacia la Catedral de León. Eran las 10’30 de la mañana y
Paqui se dedicó con tranquilidad a ver tiendas para comprar los regalos a los
niños y para ella. Llegada las 11 nos plantamos en el claustro de la Catedral
para la visita guiada que nos dijeron el día anterior. No se lo pierdan. Y no
hablo de la visita sino de la falta de vergüenza de las responsables del Museo
y claustro.
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Escultura de la fachada |
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Escultura de la fachada |
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Escultura de la fachada |
Por la tarde anterior me dijeron una cosa y las que había, al día
siguiente por la mañana, me dijeron otra. ¡Qué no habían visitas guiadas!. Mi
enfado fue mayúsculo. Si no es porque me acompañaba mi mujer, armó la de San
Quintín. Dejamos de visitar el Museo de León por la Visita Guiada y ¡ahora no
había visita guiada! Lo dicho. Enfado monumental. Falta de educación, civismo,
vergüenza y tomadura de pelo a los turistas.
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Los apóstoles |
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Tumba acompañada de La Justicia |
Resulta que debido a la falta de
personal, durante los meses de verano NO HAY VISITAS GUIADAS y a ¿estas señoras
o señoritas?, se les olvidó decírnoslo.
Se empeñaron en que sacáramos
entradas para el Museo que ella nos iba a “indicar” brevemente lo que allí se
encontraba, como haciendo un esfuerzo personal. Mi enfado subió a tal tono que
se sentó, me vendió las entradas del claustro, solamente, y le dije que las
entradas del museo se las guardara para otro visitante. No les puse una
reclamación y una queja porque mi mujer me sujetó. Pero ahora, en este blog, no
me sujeta nadie y la dejo bien patente. Si fueran trabajadores a mis órdenes,
estarían despedidas de forma fulminante. Así aprenderían para el siguiente
trabajo.
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Virgen románica del XI |
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Autofoto |
Entramos en el claustro de la
Catedral de León, realmente magnífico.
La catedral de León fue diseñada sin claustro, pero finalmente se
levantó entre finales del siglo XIII y principios del siglo XIV. Esta
construcción cubrió la entrada norte que, desde entonces, quedó resguardada.
Este claustro tiene una planta cuadrada de 30 metros de lado, posee 6
intercolumnios por lado y 24 pilares en total, respondiendo a las proporciones
establecidas en los claustros cistercienses.
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Paisaje con figura |
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Tumbas en el claustro de León |
A su alrededor se agrupan diversas
dependencias, entre ellas, el actual Museo Catedralicio. Los arcos apuntados y
capiteles del muro interior presentan escenas bíblicas y de la vida cotidiana,
mostrando de nuevo el diálogo de lo divino y lo humano, típico del gótico. Los
murales entre las arcadas del claustro fueron pintados con los episodios de la
vida de Cristo por Nicolás Francés en los años 60 del siglo XV, aunque algunos
de ellos son obra posterior de Lorenzo de Ávila y otros.
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Vista del claustro |
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Detalle del claustro |
A comienzos del siglo XVI, Juan de Badajoz
"el mozo" rehizo las bóvedas del Claustro. Aprovechó los lienzos y
los arcos formeros y montó 28 bóvedas de crucería complicadas y decoradas.
Filacterias y medallones presentan un complejo programa iconográfico también
vinculado con la Virgen de Regla. Bajo las bóvedas puede observarse una
completísima colección de sepulcros que revelan las etapas de la actividad
escultórica catedralicia, pero siendo en su mayoría obras tanto del siglo XIII
como del siglo XIV. En el centro del patio y por diversos lugares del claustro
se conservan restos de los hastiales oeste y sur, que fueron desmontados
durante las restauraciones del siglo XIX por los arquitectos
"purificadores" de la catedral.
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Pantocrator románico |
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Puerta de entrada con la virgen |
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Detalle de la puerta y virgen |
Se han trasladado al claustro de la Catedral
muchas de las imágenes escultóricas que se encontraban en las entradas
principal y lateral de la catedral. Lo están para su rehabilitación. Viene bien
al visitante porque así puede fotografiar las esculturas a gusto y sin prisas.
Salimos del Claustro, que no del Museo, y nos
dirigimos con tranquilidad, paladeando león, hacia el Húmedo. A visitarlo y
callejearlo. Además para ver sus iglesias, ermitas y zona de parque. Cogimos la
calle Mariano D. Berrueta, donde vimos la Librería de lance, pero no
encontramos ningún libro que nos interesara. Seguimos por Azabachalería hacia
la iglesia de San Martín.
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Fachada de San Martín |
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Capilla de las Ánimas |
Se remonta su origen al siglo XI, aunque se
rehabilitó, en parte, en los siglos XII y XVI. Tiene planta románica y se
encuentra muy cerca de la Plaza Mayor y rodeada de bares y restaurantes. Con la
llegada del cister se reforma el templo. Su cabecera es gótico primitivo,
poligonal, con grandes ventanales. Se admira en su interior la talla de La
Piedad de 1750, salvada de un incendio en el siglo XX. Enfrente se sitúa un
retablo barroco con un buen relieve de la Virgen del Carmen.
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Detalle Cristo altar Mayor |
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Retablo barroco |
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San Martín |
Al exterior del edificio nos encontramos con
la “capilla del Cristo de fuera de San Martín” o “Cristo de la Buena Muerte”.
Este Cristo da nombre a la calle Plegarias, por la que familiares rezaban
deseando una “buena muerte” a sus familiares. Al lado, en la Plaza de S.
Martín, se encuentra la Casa de las Carnicerías, típica de León, Por calle
Zapaterías y Coria llegamos a la calle Carbajalas, donde nos encontramos con la
iglesia o Monasterio de Santa maría de Carvajal, de clausura.
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Plaza del Grano |
A su salida nos
encontramos de frente la magnífica y sensacional Plaza del Grano. Conserva todo
el encanto de los siglos pasados por ella. Conservando, en perfecta armonía, la
iglesia, las casas y la plaza, todo un conjunto realmente maravilloso de ver,
pasear y descansar.
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Plaza porticada |
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Plaza porticada del Grano |
Se llama del grano porque aquí se vendía todo
el grano y otras semillas para la ciudad, en un mercado. Es porticada en
algunas cosas, pues otras se han perdido por edificaciones modernas y en el
centro se encuentra una fuente con dos niños, que representan los ríos Bernesga
y Torío, juntos en la ciudad. Arriba tiene una espadaña y dos escudos de León.
Al lado hay otra cruz, más pequeña, de piedra, donde los cofrades cantaban los
sábados, la Salve, a la virgen del Mercado, aparecida un 9 de febrero.
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Los dos niños de la fuente |
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Descansando un rato |
Dirigimos nuestros pasos hacia la iglesia. Iglesia ubicada en pleno centro de León. Si bien la fábrica más antigua es románica, siglo XII,
experimentó importantes reformas y añadidos en los siglos XV, XVI y XVIII.
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Parte posterior de la Iglesia del Mercado |
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Detalle cornisa románica |
De los tres ábsides
primitivos sólo quedan los dos laterales, con sus bóvedas de horno, capiteles
románicos y líneas de imposta decoradas con taqueados, así como los típicos
canecillos de la época en la cornisa exterior. El ábside central se demolió en
la primera década del siglo XVIII para realizar en su lugar un camarín que
permitiera entrar al templo por la parte de atrás, para la veneración de la
imagen de la Virgen del Camino, obra del siglo XV. Las naves no conservan la
cubierta primitiva, que se supone originalmente de madera.
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Puerta principal |
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Cristo en su interior |
Los tramos occidentales se
cubrieron con bóvedas de crucería en el siglo XV. Han persistido dos portadas
románicas, una en la fachada septentrional y otra al oeste, que quedó englobada
en la torre levantada a finales del siglo XVI. Arcos laterales, capilla mayor y
campanario de estilo gótico. Su planta es basilical, con una nave central más
ancha y dos ábsides laterales. En su exterior, destacan sus formas vegetales,
una moldura ajedrezada perimetral y las rejas románicas en los vanos. Tiene una
forma original: la altura de las naves va disminuyendo desde la cabecera hasta
los pies.
En su interior destaca el retablo barroco,
la imagen de la Virgen del Camino, una piedad del siglo XV, el órgano y algunas
vidrieras. Tiene planta más ancha en la cabecera que en los pies, lo que puede
deberse a ocupar el solar de un edificio anterior o al hecho de levantarse
entre las casas de una calle (el aislamiento actual del edificio es producto de
derribos fechados entre 1691 y 1976).
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Nave central |
Entre los años 1366 y 1484, en estilo gótico,
se renovaron los arcos de las naves laterales, la capilla mayor, el campanario
y el portal que hay bajo el mismo. Aquí se conserva una ménsula representando
un obrador de panadería, que se repite en el claustro gótico de la catedral de
León.
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Detalle figuras |
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León de la entrada |
Durante el Renacimiento construyó la actual
torre Felipe de la Cajiga (1598), de la que restan los dos cuerpos bajos. En el
siglo XVIII el templo fue renovado: los arcos de la nave central, un chapitel
en la torre hoy perdido y el último cuerpo de la misma, obra de Fernando de
Compostizo. En 1740 Manuel de la Lastra Alvear construyó el camarín tras el
altar mayor que en 1761 se dotó de pinturas murales.
De nuevo en el siglo XIX hubo de rehacerse
el edificio: el benedictino Miguel Echano remató los muros laterales y las
actuales bóvedas tras el derrumbe de 1853; en 1880 Juan Bautista Lázaro
completó la torre. Al estilo modernista (década de 1930) pertenece el chapitel
de la torre.
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Detalle del ábside románico |
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Figuras en Virgen del Mercado |
El retablo mayor (siglo XVIII) contiene la
escultura de la Virgen del Camino (siglo XVI) de gran devoción. Aunque el
nombre del templo procede de la ruta jacobea, la tipología de la imagen titular
es la Virgen de los Siete Dolores asociada a unos versos del Profeta Jeremías
"Vosotros que pasais por el Camino, mirad y ved si hay dolor como mi
dolor", culto pasionista propio de la orden franciscana, asentada desde el
siglo XIII en el territorio parroquial.
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La Piedad de la Iglesia del Mercado. |
Los dos altares colaterales son obra de José
Suárez Gavilanes y están dedicados a San José (1732) y los Santos Francisco
Javier y Eloy (1750).
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Parque de S. Francisco. Descanso |
Volvimos sobre nuestros pasos y por la calle
Trastámara, de recuerdos guerreros, nos dirigimos hacia Calle Fernández
Cadómiga y San Francisco. Nos
encontramos en ella parte de restos de muralla de León y cruzando la plaza nos
dirigimos hacia la iglesia de San Francisco o de los Padres Capuchinos. Vista
la misma, con tranquilidad cruzamos hacia el parque de San Francisco, donde nos
sentamos un buen rato. Descansamos, disfrutamos de los olores florales de las
plantas y de la tranquilidad del mismo. Bebimos agua en una fuente y dirigimos
de nuevos los pasos hacia el Húmedo.
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Ss. Francisco |
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Neptuno en S. Francisco, parque |
Por calle Rúa, llegamos hasta un bar,
tranquilo, con decoración taurina, nos sentamos en la entrada y nos tomamos una
cerveza bien fresquita,
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Cervez en el Húmedo, fresquita |
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Bar con resonancias taurinas. |
tranquilos. La mañana iba pasando con tranquilidad, sin
prisas, pero sin pausas. El barrio Húmedo, casi lo habíamos andado en su
totalidad. El casi que nos faltaba lo haríamos por la tarde.
Ahora tocaba comer y como queríamos hacerlo
en la otra parte de León, pasado el río Bernesga y cerca del Parador, cogimos
un taxi que nos dejó en la Plaza de San Marcos. A estas alturas nos habíamos
dado cuenta de lo barato que resulta un
taxi en León. Más incluso que dos billetes de autobús y con la tranquilidad de
no esperar. Inaudito pero perfecto para el turista.
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El puente de S. Marcos sobre el río Bernesga |
Cruzamos el río Bernesga por el Puente de
San Marcos y por el Parque de Quevedo nos dirigimos hacia un bar que nos habían
recomendado, Casa Llamas, en la calle de Laureano Díez Canseco. Lo hicimos a
través de la calle Hermanos Machado. Comida casera nos dijeron y barata. Ambas
cosas ciertas. Unos callos, plato de embutido con chacina, jamón, queso,
chorizo, ensalada, vino con gaseosa y una “caña grande” y postre, con café.
Todo por un precio de 19’40 euros. Una ganga. Recomendable para los que vayan a
León.
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Plaza de San Marcelo |
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Murallas |
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Dispuesta después de la siesta. |
Tranquilamente, después de tan magnífica
comida, nos fuimos al Parador. Una buena siesta nos esperaba. Sin prisas.
Levantados de la misma dirigimos nuestros
pasos, sin prisas pero sin pausas hacia la Librería de libros de Lance, situada
al lado del Bar La Lola. Estuvimos un buen rato mirando varios de ellos y las
estanterías, pero no encontramos lo que andábamos buscando. No obstante, alguna
compra hicimos. Libros antiguos.
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Catedral a la caída de la tarde |
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Medallón lateral |
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Puerta lateral. Vista particular |
Cerró la librería, y andando nos llegamos
como todos los turistas hasta la Plaza San Marcos. Había que comprar algunas
cosas, sobre todo Paqui, y yo aproveché para terminar de hacer algunas fotos de
la fachada lateral de la catedral.
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Vista lateral Catedral León |
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Vista lateral Catedral León |
Desde allí, bajamos por calle Ancha, viendo
comercios y la gente, hasta Plaza San Marcelo y por Ordoño II, estuvimos, o
mejor- estuvo- Paqui, viendo varias tiendas. La tarde invitaba a ello. Hacia
una magnífica temperatura y todo aquello que queríamos ver ya estaba visitado.
Alguna compra hizo y con paso cansado nos dirigimos hacia el Parador. Era de
noche y estábamos realmente cansados. Pensábamos sobre todo en el día
siguiente, Ponferrada, Las Médulas, etc.
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San Marcos, de noche |
Nuestro segundo día de estancia en León
tocaba a su fin y llegó la ansiada ducha y el merecido descanso.
Cándido T. Lorite